Los Inicios

A fines de 1918, don Enrique Molina partió de viaje a Estados Unidos comisionado por el Gobierno de Chile para estudiar los sistemas universitarios de aquel país del norte, dejando la presidencia del Comité Ejecutivo Pro Universidad y del Hospital Clínico, en manos del vicepresidente, Dr. Virginio Gómez, quien refiriéndose a la conexión entre ambos proyectos señalaba que “por el momento su gestión obraría en favor de la Universidad para posteriormente abogar por el Hospital Clínico, puesto que ésta no podría ser fundada prescindiendo de la existencia de aquél".

Fueron muchas las diligencias realizadas y luego de diversas conversaciones "el Comité se convenció de que el Gobierno no crearía quien sabe en cuánto tiempo la Universidad. No eran sólo penurias financieras que lo impedían, habían también de por medio rivalidades, temores políticos y sectarios y no faltaba tampoco la menguada entrega de alguna pequeñez humana", señalaba en 1929 Enrique Molina en la celebración del décimo aniversario de la Universidad. Agregando, que por tal motivo "El Comité se cansó de esperar y en un gesto de audacia y de fe resolvió, sin más ni más, abrir la Universidad a principios de 1919".

Había mucho por hacer, se vislumbraban como posibles carreras: Farmacia, Dentística, Pedagogía en Inglés y Química Industrial; sin embargo, había que ofrecer las carreras a la juventud y ver el interés que existiría por cada una de ellas.