Los encuentros de literatura realizados en Concepción y Chillán en la década de los años '60, reunió a destacados escritores nacionales e internacionales, quienes, convocados por Gonzalo Rojas, buscaban reflexionar sobre la realidad y la cultura en Chile y Latinoamérica.

Fabienne Bradu, autora del libro, es una escritora francesa, investigadora y crítica literaria del Centro de Estudios Literarios de la Universidad Nacional de México. Ella se ha especializado en la obra de Gonzalo Rojas, publicó estudios sobre su poesía, después realizó la edición de la obra completa poética del autor y luego de la obra prosística y testimonial.

Ella estaba consciente que había otra tarea pendiente, y era dejar el registro de esta obra vertiente de la actividades de la vida de Gonzalo Rojas, la tarea universitaria, y fue así que empezó a desarrollar esta investigación sobre los encuentros literarios en Concepción y Chillán, en la que señaló que “tras los encuentros ni la literatura ni el país fueron exactamente los mismos”.

Entre los escritores internacionales se encontraban José María Arguedas, Thiago Mello, Erneso Sábato, Claribel Alegría; mientras que también participaron autores como Nicanor Parra, Jorge Millas, Brauli Arenas, Pablo Neruda, José Donoso, Volodia Teitelboin, Marta Brunet, Claudio Giaconi, Miguel Arteche, Jorge Edwards, Luis Oyarzún, en representación de la escena literaria nacional.

El lanzamiento del libro “Cambiemos la Aldea” se realizó en las dependencias de Santiago de la Universidad de Concepción, con gran convocatoria. En él conversaron también con el público, el poeta y ensayista Pedro Lastra Salazar y el hijo de Gonzalo Rojas, Rodrigo Rojas Mackenzie.

Pedro Lastra Salazar contó cómo Gonzalo Rojas lo animó a participar de las gestiones de estos encuentros literarios, y cómo este último siempre trataba de incentivar a los jóvenes. “Gonzalo me llevó a hacer una ponencia. Gonzalo siempre estaba tratando de ayudar a los jóvenes. Yo en ese tiempo era un joven poeta y estudiaba carrera de letras en la Universidad de Chile. Me pidió junto a colaboradores inmediatos en Concepción, que los asistiera como encargado de la revisión de la pruebas de la revista Atenea”, señaló el poeta.

Por su parte, Rodrigo Rojas Mackenzie, hijo de Gonzalo Rojas y parte de la Fundación Gonzalo Rojas, comentó lo importante y anhelado que era este libro para ellos, ya que la obra sería un documento fundamental para una parte del registro de lo que aconteció en Chile y América en su cultura en la segunda mitad del siglo XX.

Apuntó también que para ellos esta publicación rescataba el carácter fundacional de la obra de Gonzalo Rojas. “Cuando digo fundacional me refiero al sentido de instituir instancias de encuentro y de diálogo en Chile, América y más adelante a rincones del mundo para debatir problemas concretos de la creación literaria, de la literatura, de la situación en América Latina, la identidad nacional y cultural”.