Una de las iniciativas abordadas en el marco del viaje a China efectuado por una delegación universitaria durante el pasado mes de junio fue el proyecto LCT, Leigthon Chajnantor Telescope, liderado por la UdeC, la Universidad Normal de Shanghai y el Instituto Tecnológico de California (Caltech), y que busca trasladar desde Hawai hasta Chile un telescopio dedicado a la astronomía submilimétrica, el que se emplazaría en el Llano de Chajnantor (Región de Antofagasta), zona geográfica que es considerada la mejor en el mundo para la observación astronómica y en la que se ubica, por ejemplo, el Observatorio Alma.

El profesor Rodrigo Reeves (en la foto), académico del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, y coordinador de este proyecto por parte de la UdeC, explicó que esta idea surgió tras colaboraciones personales con Caltech en las que se comenzó a conversar en torno a la posibilidad de estrechar lazos y abordar proyectos mas importantes en el ámbito de la tecnología en astronomía.

“Colaboro hace mucho tiempo con ellos en observatorios que están ubicados en California, sin embargo apareció esta posibilidad (de trasladar) un telescopio que funciona en el rango de la astronomía submilimétrica, que se dedica a observar el universo frío, donde ocurre el nacimiento de las estrellas, donde se generan las condiciones para el nacimiento de las estrellas, o el universo distante, de baja radiación (…) Este telescopio que estaba inicialmente ubicado en Hawai encontramos que era un buen modelo de proyecto en conjunto para poder llevar adelante, si es que tomábamos este telescopio y lo trasladábamos a un lugar donde se le pudiera sacar un mayor provecho científico”, explicó.

El académico destacó el impacto que una iniciativa de estas características tiene para quienes se dedican a la investigación en esta área, señalando que “la mayoría de los profesores, los que trabajan en cosas que son observacionales, mantiene contacto o postulan a tiempo de observación en algunos telescopios, pero siempre la relación con los observatorios es muy lejana, y resulta que Chile, por lo general, la comunidad astronómica chilena se mantiene al margen de lo que pasa en los observatorios, porque son dirigidos, diseñados e implementados por recurso humano extranjero, entonces básicamente lo que ocurre en los observatorios no tiene impacto en el entorno nacional y eso es lo que nosotros queremos romper con este proyecto. Se nos abre la posibilidad de participar en las etapas directivas, tanto tecnológicas como científicas y operación de este proyecto, que es un proyecto de astronomía profesional grande”.

En la actualidad, el proyecto se encuentra en una fase inicial, centrada principalmente en establecer los costos reales de trasladar el telescopio, refaccionarlo y operarlo por diez años. El Dr. Reeves manifestó que los equipos de las tres instituciones más relevantes en la iniciativa están “revisando la programación de costos, tiempo, cuánto demora y cada etapa, cual es el costo asociado, para poder una vez tener eso claro, ir a las agencias de financiamiento a pedir fondos”. Asimismo, resaltó que “nosotros somos la puerta de entrada a otras instituciones educacionales en el país para que puedan participar en el proyecto, es novedoso y se abre la posibilidad de desarrollar tecnología y ciencia en un proyecto de carácter nacional”.

Con respecto al financiamiento, el investigador precisó que la contraparte china ya cuenta con los fondos asegurados para todas las etapas del proyecto, a partir de un trabajo realizado por el equipo de Shanghai con el municipio y la Comisión de Ciencia y Tecnología locales. Los fondos estadounidenses, en tanto, dependen del resultado positivo que tengan las postulaciones a las agencias de financiamiento científico, presentaciones que están siendo apoyadas por los pares chilenos y chinos; una situación similar a lo que ocurre a nivel local. El docente afirmó que “por nuestra parte también tenemos que hacer algo similar, si bien la participación de la UdeC consiste en aportar con recursos humanos al proyecto, los fondos con los cuales se apoyan estos recursos humanos también queremos ir a buscarlos a agencias publicas como privadas”.

El Dr. Reeves detalló que “la etapa inicial ha consistido ya en la evaluación del transporte del telescopio, desde Hawai hasta el Llano de Chajnantor, es decir, una persona hizo todo el viaje revisando que las condiciones del camino sean adecuadas y que el transporte marítimo sea adecuado. Puede parece sencillo, pero mover esta antena la verdad es que no lo es. Las características de la superficie de la parábola son las que hacen que el telescopio sea de buena o de mala calidad, en este caso, la superficie tiene muy pocas irregularidades y permite la observación con gran nivel de detalle. La superficie de este telescopio en particular fue trabajada como si fuese un telescopio óptico, cosa que usualmente para este tipo de telescopios no se hace”. El reflector mide 10, 4 metros de diámetro y debe ser trasladado sin desarmarlo, una tarea que, como indicó el docente, “desde el punto de vista de la astronomía, no se ha trasladado una pieza tan grande como esta, ni siquiera en los telescopios del norte. La operación es delicada, cuando hay que pasar el camino entre medio de cerros, hay que buscar un mecanismo que permita que el reflector se ubique de forma vertical u horizontal si es que hay cables, todo es un desafío complejo. Nuestros colegas del Departamento de Ingeniería Mecánica (un equipo liderado por los profesores Cristian Canales y Gabriel Barrientos) están también participando con nosotros en que este proyecto sea exitoso, tanto en el análisis de la estructura mecánica del telescopio como en otras cosas”.

Consultado sobre la importancia del viaje a China y el trabajo desarrollado en torno a esta iniciativa durante esta visita institucional, el académico declaró que “fue importante porque le demostró a los representantes chinos que la participación de la UdeC es seria, que está respaldad a nivel institucional con la visita del Rector”. En detalle, se firmaron acuerdos institucionales entre las dos universidades y a nivel de facultades para permitir el intercambio de profesores y estudiantes, particularmente relacionado a este proyecto. “Al firmarse estos acuerdos, permite que se liberen por ejemplo, fondos que permitan la interacción por el lado chino, pero establece y refuerza la relación que hay entre las dos instituciones. También se visitó la Comisión de Ciencia y Tecnología de la municipalidad de Shanghai y también estuvimos en el municipio, el agente de financiamiento. Ellos reforzaron e indicaron que los fondos están disponibles y que el proyecto es importante”, agregó.

A partir de los acuerdos suscritos, destacó el Dr. Reeves, “la idea es establecer laboratorios conjuntos para que, independiente si el telescopio viaja a Chile o no o si se demora por alguna razón, nosotros vamos a trabajar en la instrumentación de los detectores en las dos universidades de forma conjunta. Esa relación tecnológica va más allá de lo que pase realmente con el telescopio, por lo tanto, también fue importante establecer eso. Dado que tenemos esta posibilidad vamos a postular a fondos tanto en Chile como China para levantar estos laboratorios y que vayan avanzando de forma similar. Nosotros ya tenemos algunas instalaciones donde vamos a montar este laboratorio, de hecho ya lo estamos haciendo en lo que era el observatorio Tigo, ahí tenemos instalaciones en las que estamos montando instrumentación y ya tenemos un proyecto de desarrollo de instrumentos observacionales que estamos llevando a cabo entre las dos universidades”.

Finalmente, el académico destacó que “este proyecto es emblemático desde el punto de vista de la astronomía, porque una institución chilena que participe dentro de un proyecto de astronomía observacional es inédito, y también lo es el interés de la institución, desde el punto de vista de la Rectoría, para llevar esto adelante”. Asimismo, afirmó que “hay un grupo importante de profesores del Departamento que está detrás de este proyecto y el Departamento como unidad lo apoya con todo, hay una fuerza institucional que es importante, se nos sumó el Departamento de Ingeniería Mecánica y la idea es que se desarrolle dentro de la UdeC como un proyecto multidisciplinario, donde participen Electrónica, Mecánica, Telecomunicaciones, Física, Informática. Esto nos pone un desafío importante, porque proyectos de esta envergadura a nivel astronómico no se hacen dentro de las universidades, tenemos la idea de hacia donde vamos y a medida que avanzamos nos organizamos para que esto resulte, pero tenemos que construir una estructura dentro de la UdeC que es inédita para que apoye y haga que este proyecto sea exitoso. También hemos recibido apoyo importante desde la Vrid, ellos siempre han estado al lado de este proyecto y saben de qué se trata y por lo tanto yo siento que hay un esfuerzo de carácter institucional en que resulte”.