La extensión o extensionismo se entiende como un proceso que busca facilitar aprendizajes e intercambio de información, además de construir redes de colaboración y fomentar el uso de plataformas de innovación, y se enfoca principalmente en el apoyo a pequeñas y medianas empresas. A partir de este concepto, y luego de que Corfo abriera la convocatoria para centros de este tipo en el país, la Facultad de Agronomía Universidad de Concepción, junto con el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia) y la Universidad de California (UC) Davis Chile, concretaron la idea de brindar asesoría a productores vitivinícolas de Maule Sur, Ñuble, Bío Bío y la Araucanía, con la creación del Centro de Extensión Vitivinícola del Sur, iniciativa que lleva un año de funcionamiento y que está fisicamente emplazada en Chillán.

El Dr. Ignacio Serra, académico de la Facultad de Agronomía y uno de los investigadores que conforman este centro, explicó que "estábamos en discusiones (con Inia y UC Davis) para poder aprovechar las potencialidades de cada una de las instituciones involucradas, y en ese momento, aparece el llamado de Corfo para el centro de extensionismo y ahí es donde dijimos 'metámonos', porque una parte importante para las tres instituciones es la vinculación con el medio. Llevábamos hace tiempo un trabajo con los pequeños productores, con las pymes, tratando de buscar respuesta a los problemas que ellos presentan, ya exista un sistema para brindar apoyo a esta gente, que tiene necesidades muy distintas a los otros productores de la zona central. Hace años estamos trabajando acá, con instrumentos como FIA, Innova, pero proyectos cortos, de dos a tres años, y y esto otro, si bien está, en un inicio, para tres años, nos da la posibilidad de unirnos realmente, unir nuestras instituciones y mirar hacia adelante".

Una visión que fue compartida por el gerente de Desarrollo de Programa y Consultoría de UC Davis Chile, Mauricio Cañoles, quien profundizó en el aporte de la institución estadounidense para el funcionamiento de este proyecto. "Nuestra participación tiene que ver con la expertise, con la experiencia internacional de más de 100 años trabajando en materias de extensión y sabemos que esto no es copiar y pegar, tampoco es importar directamente una forma de hacer las cosas directamente de California y meterlo acá, la experiencia chilena tampoco es cero, ha habido mucho trabajo, entonces lo que hicimos fue desde el modelo americano, particularmente el modelo californiano, como mejorar el desempeño de esto, con las entidades locales", sostuvo.

Para el ejecutivo, ingeniero agrónomo de profesión, "la extensión no solo es entregar asesoría, conocimiento, capacitaciones, sino que también tiene que ver con la posibilidad de entender cuáles son las necesidades del sector empresarial, y entregarle solución ahora a lo que se puede, pero lo que no tiene, hay que investigarlo, y ahí entra el rol de la otra fecha de la extensión, que va desde el cliente, el beneficiario, hacia las universidades y los centros de investigación, y es de qué nos preocupamos hacia los próximos diez años. Eso en Estados Unidos lleva funcionando cien años".

Método de trabajo
La gerenta del Centro de Extensión Vitivinícola, Susan Olate, entregó detalles sobre el funcionamiento de esta iniciativa durante su primer año. "Hemos evaluado tecnicamente a 87 empresas, desde Maule Sur hasta Malleco, de esas empresas evaluadas dentro del primer año de funcionamiento del centro, están trabajando 79 con asistencia especializada en cuatro áreas: manejo de viñedos, manejo enológico, selección y adquisición de equipos y tecnología y manejo ambiental y tratemitno de barriles. Esos son los servicios de asistencia especializada, además tenemos una cobertura de 738 asistentes a actividades masivas, desde talleres, seminarios nacionales, seminarios internacionales, que nos lleva a un alcance de 343 empresas que han participado en estas actividades", expuso.

El modelo del centro, agregó la ingeniera agrícola, "permite en cada empresa detectar sus brechas y trabajar los planes de trabajo anuales en función de esas necesidades, con un sistema de monitoreo que permite cuantificar el impacto que se está teniendo en cada una de esas empresas".

Según Mauricio Cañoles, estos números indican "que la pega se está haciendo y se está haciendo a nivel realista (…) En estas ochenta empresas hemos tenido un foco más cuidadoso, se hace un seguimiento, un diagnóstico y una respuesta individual, no es genérica, se busca lograr una solución empresa a empresa. Eso creo yo que ha sido lo más complicado de generar herramientas como esta a nivel nacional, creo que los centros de extensionismo que la Corfo lanzó dan una posibilidad a poder atender estos requerimientos, porque la verdad es que muchos de los instrumentos publicos te piden una cobertura mucho mayor pero con una profundidad muy alta, tú no puedes juntar las dos cosas con pocos recursos, pero acá estamos llegando a una cobertura lógica, yendo empresa por empresa, una profundidad suficiente para que ellos tengan un cambio en su productividad y ese es el indicador que nos interesa finalmente, que le interesa a la Corfo, al país y a las empresas, y ese que después de esta etapa piloto, que va a durar tres años, esas 80 empresas que han sido atendidas de forma individual, mejoren sustancialmente la productividad, y qué significa eso, que en su conjunto, todo lo que ellos generaron de valor extra, justifique que exista el centro".

Por su parte, el Dr. Serra destacó la presencia de un equipo integrado por profesionales de distintas áreas. "El trabajo que se hace considera especialistas con distinta expertise, especialistas en plagas y enfermedades, vinificaciones, viñedos, gestión, es un abanico de distintas personas que estamos trabajando de manera coordinada. No es un asunto desordenado, hay una coordinación con los extensionistas que trabajan directamente con los productores, hay un tema coordinado en cómo estas instituciones tratamos de entregar cierta información relevante para estos productores. Hay cosas que han nacido de los propios productores, necesidades ante problemas, y se han solucionado a través de investigación. (El Centro) brinda esta plataforma para que ocurra la interacción y coordinación de los distintos elementos", resaltó.

En esta línea, la gerenta citó como ejemplo el estudio sobre el fenómeno del ´golpe de sol´, efectuado recientemente y que respondió a una necesidad planteada en marzo ante el Comité Técnico -conformado por las tres instituciones más empresas de la zona, de distintos niveles productivos-. "Se genera la respuesta desde el área de la investigación, pero no solamente tenemos vinculaciones desde el punto de vista de investigación, también con empresas. Estamos viendo convenios con proveedores de nuestras empresas para que puedan obtener precios justos en sus insumos, vinculaciones comerciales, que sin bien es cierto no somos un centro comercial, sino que uno tecnológico, pero dado que hay muchos clientes ya cuentan con la calidad adecuada para comercializar sus productos, los compradores llegan y eso genera otro tipo de vinculación. Entregar una solución apropiada a la empresa, más canalizar la investigación y el desarrollo tecnológico y las vinculaciones hacia el centro de investigación, completan el círculo virtuoso que tiene que estar en este modelo", declaró.