Con 46 proyectos adjudicados, la Universidad de Concepción continúa manteniéndose entre las tres universidades chilenas que más iniciativas obtuvieron en el concurso Fondecyt, liderando además el índice de aprobación entre las casas de estudios regionales.
Los resultados del proceso regular 2014 se dieron a conocer ayer, y desde la página oficial de Fondecyt se señala que las cartas de comunicación de resultados del concurso serán enviadas a cada postulante a principios del mes de marzo de 2014.
Una de las investigadoras UdeC que obtuvo financiamiento Fondecyt para su proyecto Optimizing cholesterol removal by HDL nanodiscs: a two: photon microscopy approach es Susana Sánchez, quien ingresó como Profesora Asistente del Departamento de Polímeros de la Facultad de Ciencias Químicas en abril de 2013, y quien asegura que “este proyecto ayudará a mi inserción a la Facultad, al Departamento y a la Universidad de Concepción”.
Se trata, explica, de un estudio de ciencia básica que tiene como objetivo optimizar el uso de las partículas de HDL -lipoproteínas de alta densidad, que se suelen denominar colesterol bueno- artificiales, para remover colesterol de las membranas biológicas.
“Las evidencias actuales indican que en las membranas biológicas existen dominios lipídicos que atrapan el colesterol con más o menos fuerza. La acumulación de colesterol, la formación de ateromas y los problemas cardiovasculares asociados estarían relacionados con la capacidad de las partículas de HDL de extraer el colesterol desde esos dominios lipídicos, y esto es lo que se estudiará en este proyecto, tanto en sistemas artificiales como en células en cultivo. Es un proyecto que se enmarca en lo interdisciplinar, un poco de química, de biología, de física y con colaboradores de esas disciplinas y eso lo hace más interesante”, explica.
Otro de los investigadores beneficiados es el Profesor Asistente del Departamento de Fisiología (Facultad de Ciencias Biológicas) Gonzalo Yévenes, quien con su proyecto Modulación farmacológica de receptores de glicina: una herramienta contra síndromes de dolor crónico, se plantea como objetivo general evaluar potenciales fármacos para restaurar la inhibición neuronal en estados de dolor crónico.
“El proyecto incluye la identificación y caracterización de sitios moleculares y mecanismos celulares relacionados con la modulación de subtipos específicos de receptores de glicina y GABA -ácido gama amino butírico- del tipo A. A través de este estudio esperamos obtener nuevos conocimientos acerca de la relevancia de estos receptores en dolor crónico y establecer una base racional para el desarrollo de nuevos fármacos con actividad analgésica en el futuro”, explica.
A su juicio, haber obtenido este Fondecyt es “una meta muy importante que permitirá establecerme como investigador independiente. El proyecto, además de beneficiar el desarrollo de ciencia de alto nivel en nuestra ciudad, permitirá la formación de capital humano y solidificar interesantes colaboraciones internacionales”.
Una tercera beneficiada es Claudia Mardones, profesora titular del Departamento de Análisis Instrumental, Facultad de Farmacia, cuya iniciativa tiene como objetivo principal desarrollar una plataforma metabolómica que permita evaluar el efecto protector de una dieta rica en calafate.
“El calafate es un fruto endémico de la Patagonia, el cual venimos estudiado hace varios años. Hemos descubierto que es muy rico en compuestos fenólicos como antocianos, ácidos fenólicos y también en flavonoles, todos compuestos a los cuales se les atribuye actividad antioxidante. En este proyecto buscamos evaluar los metabolitos generados a nivel orgánico, después de una dieta rica en este fruto y su potencial actividad biológica con modelos in vitro”, explica.
La investigadora señala que como objetivo más de fondo, con el conocimiento generado se busca potenciar el fruto del calafate como un "superfruto", dada su rica composición polifenólica y actividad antioxidante, las cuales son comparables con el maqui y muy superior a otros berries cultivados en Chile como el arándano.
Haber obtenido financiamiento para esta iniciativa, señala, es muy relevante, porque le permite continuar con una línea de investigación que trabaja hace varios años y que le ha permitido generar conocimiento importante respecto a este fruto.
“Esta línea además me ha permitido integrar grupos de trabajo con colegas de mi Departamento y otros colegas de mi Facultad, así como de otras Facultades y de otros centros nacionales como INIA La Platina, e internacionales, tanto en España como en Alemania. Esto me ha permitido una colaboración científica muy fructífera, tanto en el ámbito analítico como en el de compuestos funcionales. Por último, algo que considero relevante es que con este proyecto puedo dar continuidad a mi aporte en la formación terminal de estudiantes, tanto a nivel de pre como de postgrado”, señala.