En plenas celebraciones se encuentra el Sindicato de Trabajadores número 1, el más antiguo de la UdeC. Las actividades comenzaron el 20 de julio con un seminario orientado a temas laborales, realizado en el Centro Las Mellizas, de la Caja de Compensación Los Andes.
Para esta noche, a las 20 horas, está organizada la cena de aniversario para los socios del campus Chillán, quienes en paralelo han realizado una serie de actividades tanto deportivas y culturales entre los integrantes chillanejos del sindicato.
La cena de aniversario para los socios del Campus Concepción está programada para el próximo viernes 9 de agosto, a las 20 horas en el Casino Los Patos; mientras que la del Campus Chillán se efectuará el próximo 14 de agosto. Paralelamente, en los tres campus se realizan competencias y torneos de fútbol y tenis de mesa.
Otra de las actividades que han realizado en el marco del septuagésimo cuarto aniversario fue la participación del Sindicato en la elaboración de la Propuesta política sobre la educación superior, realizada con el Consejo Nacional de Trabajadores Universidades Chilenas, Conatuch, la que fue entregada a Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT, el pasado 26 de julio
Una novedad para este aniversario 74 se la llevarán los hijos de los socios quienes año a año participaban de una matiné infantil. Este 2013 el Sindicato ha organizado la obra de teatro Los Grillos sordos, presentado por Teatro El Rostro y dirigida por Ximena Ramírez, que se realizará el próximo sábado 10 de agosto a las 10 horas en el Auditorio Universidad de Concepción.
Los Grillos Sordos corresponde a una forma singular de teatro para niños en Chile, pues dejando de lado los temas tradicionales de la literatura infantil, intenta un planteamiento de problemas y situaciones que están al alcance de la captación del público para el cual está destinado.
Enfrentar al niño con la realidad-actual-circundante; prepararlo, en cierto modo, para que más tarde, sepa tomar una posición de conciencia frente a ciertos problemas y al mismo tiempo estimular su imaginación, es la línea buscada en este cuento del dramaturgo chileno Jaime Silva. Se trata de reunir el mundo mágico con el mundo objetivo. Grillos y Hormigas son, bien lo sabe el niño, personajes humanos. Y esta forma bajo la cual juegan en la fábula es la que les da la dimensión fantástico-poética.