Tras un semestre de trabajo, esta mañana en la UdeC se llevó a cabo la presentación de resultados y cierre de la Mesa de Calefacción Eficiente y Dendroenergía de la Región del Bío Bío, iniciativa inserta en el proceso participativo de discusión de la política energética nacional.
El objetivo de esta mesa, cuya coordinación técnica estuvo a cargo de la Facultad de Ingeniería de la UdeC, fue consensuar diversas materias de base para el desarrollo de una política regional sobre calefacción y uso de recursos dendroenergéticos con énfasis en aspectos como seguridad, acceso equitativo y medioambiente. Los recursos dendroenergéticos se refieren a aquellos productos de uso para energía derivados de bosques y árboles, como leña, pellets, carbón, entre otros.
En su saludo a los asistentes a la jornada, el decano Joel Zambrano destacó que los aportes de la mesa regional son un insumo importante para la política energética actualmente en discusión “y que está siendo validada por la sociedad chilena a través de un proceso participativo en diferentes regiones del país”.
En la oportunidad, también manifestó la satisfacción de la facultad por haber sido parte de este proceso, a la vez que agradeció a la Secretaria Regional de Energía, Carola Venegas, “la confianza depositada en nosotros para asumir la coordinación de tan importante labor”.
Este trabajo  se enmarca en la Agenda de Energía y en una de sus áreas específicas que es la eficiencia energética, donde se considera no solo la electricidad, sino que diversos tipos de recursos de uso en transporte, procesos, calefacción, etc., como explicó la seremi  Venegas.
En el último caso, dijo, interesa desarrollar una política de calefacción a nivel nacional y también de carácter regional, que es la instancia en la que se inserta la Mesa, que –explicó- también responde a un proceso participativo impulsado por el Ministerio.
La autoridad puso en contexto la necesidad de contar con esta política, señalando que en la calefacción de los hogares el confort térmico se sitúa en una media de los 21° Celsius, “sin embargo, tenemos comunas con altos índices de contaminación por material particulado y aun así no alcanzamos el confort térmico, sino que está en torno a los 16°”, señaló.
Esto, explicó, significa que aún existe una brecha importante para que las familias alcancen ese confort, “que podría llegar a significar un aumento del consumo de energía de un 150%. De ahí la necesidad de desarrollar una política de calefacción y de dendroenergía, para que cuando estemos transcurriendo en este proceso de tener un mejor confort térmico, lo podamos hacer acompañados de una política pública, donde la sociedad se haya visto ampliamente incorporada”, indicó.
Esta política, dijo, debe estar en concordancia con los planes de descontaminación ambiental, las políticas de vivienda y de desarrollo social (que, señaló, tiene que ver con la calidad de vida de las personas, objetivo de las políticas energéticas).
Por su parte, el seremi del Medioambiente, Richard Vargas, puso de relieve el aporte del trabajo de la Mesa, dados los problemas ambientales que vive parte importante del Valle Central, desde Maule a Coihaique, por efecto de una calefacción ineficiente, por el uso de una leña de mala calidad y también por la ineficiencia de los calefactores.
“Estos calefactores, sin duda, han contribuido inicialmente a brindar algo de calor a los hogares, pero masivamente se han transformado en un problema singular en ciudades como Chillán y Los Ángeles, y Concepción metropolitano, donde el aporte del aporte del material particulado respirable desde fuentes residenciales es absolutamente significativo, contribuyendo en más del 90% en Chillán y Los Ángeles, y 70% en Concepción metropolitano”, dijo.
Finalmente, el secretario técnico de la Mesa y académico del Departamento de Ingeniería Mecánica, Adelqui Fissore, presentó los resultados más relevantes del trabajo, donde destaca como acuerdo macro la necesidad de mantener la leña, al menos en un mediano plazo, como un combustible, atendiendo a su gran potencial y su bajo costo.
Al mismo tiempo agregó, se considera que un adecuado uso de la leña demanda de una participación mayor del estado en la estandarización del producto, la promoción de medidas que eleven su calidad y el mejoramiento de la tecnología de los equipos de combustión, así como en la disminución de la contaminación y la regulación del mercado, su manejo sustentable y acción de educación y capacitación.
Todo esto, dijo, requiere en primer término el reconocimiento oficial de la leña como un combustible.
El académico informó que el trabajo general de la instancia regional consideró la realización de dos mesas de consulta en Chillán, dos en Los Ángeles y una en Concepción, reuniendo a un total de 60 personas, entre representantes del sector público y privado.
A partir de este proceso, se acordaron un total de 30 medidas -que abarcan eficiencia energética para vivienda, tecnologías, aspectos de investigación y educación, entre otras-, con hitos para el año 2016 y 2050 y la identificación de los organismos responsables de su implementación.