Aunque los parámetros reproductivos de sardina y anchoveta se mantuvieron, en general, dentro de los rasgos normales, el estudio 2012 de evaluación de stock desovante de ambas especies, entre las V y X regiones, muestra que existen ciertos parámetros que explicarían la actual crisis que enfrentan estos recursos pesqueros.
Los principales resultados de este estudio, desarrollado por investigadores de la UdeC a través de un proyecto del Fondo de Investigación Pesquera (FIP), fueron presentados esta mañana en un taller que se llevó a cabo en el auditorio Claudio Gay.
La iniciativa -liderada por el director del Laboratorio de Evaluación de Poblaciones Marinas, Epomar, e integrante del Programa Copas Sur-Austral,  doctor Luis Cubillos- da continuidad a una serie de estudios en la misma línea que se han llevado a cabo en la UdeC por más de 10 años, durante los cuales han logrado afinar la metodología para hacer estas evaluaciones, cuya importancia radica en las proyecciones que se pueden hacer respecto a la disponibilidad de las especies.
“En  estos años se ha visto un patrón consistente y bien predecible de las áreas de desove. Hemos encontrado que tanto la sardina común como la anchoveta tienen una amplia zona de desove entre el sur de la Isla Mocha y Corral, donde se da la mayor producción de huevos, mientras que el área que va desde  el norte del Golfo de Arauco a Constitución es una zona de desove secundario, pero más variable en términos interanuales”, señaló el académico.
De acuerdo al estudio, el año pasado la regularidad en el patrón de la zona sur sufrió alteraciones reflejadas en una menor producción de huevos de sardina común, una gran cantidad de peces inmaduros y una disminución de la fracción diaria de hembras que desovan, según señaló el investigador, quien agregó que si bien “la cantidad de biomasa (desovante) es comparable a estimaciones previas, marca una disminución respecto a años anteriores”.
Un aspecto que llamó la atención de los investigadores fue alta incidencia de peces sexualmente inmaduros (en sardina común) a pesar de contar con el tamaño apto para la reproducción; un hecho  “que no habíamos registrado nunca en la época reproductiva (agosto a septiembre)”.
Esto –advierte- “tiene una importancia tremenda en el ciclo de renovación de la especie y estamos estableciendo la hipótesis de que una fracción importante de peces que nacieron en 2011 y que tenían que reproducirse en 2012,  no lo hicieron. Esto pudo haber provocado esta alteración en la producción de huevos y que pudo haber gatillado que no hubiera reclutamiento (presencia de nuevos peces en el área de explotación) para 2013,  desatando la crisis de abundancia que se detectó a comienzos de este año”, señaló.
Durante el taller, el doctor Leonardo Castro, director del Laboratorio de Oceanografía Pesquera y Ecología Larval (Lopel), expuso algunos análisis en torno a la abundancia y distribución de huevos de anchoveta y sardina, mientras Eduardo Navarro (Universidad Católica de la Santísima Concepción)  y Marcos Arteaga (Instituto de Investigaciones Pesqueras), se refirieron a aspectos ambientales e indicadores biológicos vinculados al estudio, respectivamente.