Una iniciativa inédita en la región, en materia de acuicultura, están protagonizando los integrantes del Sindicato de Buzos Mariscadores de Laraquete, como resultado del  proyecto Innova-Corfo Fomento de la mitilicultura en áreas de manejo de la Región del Bío Bío, desarrollado por la UdeC.
La iniciativa, dirigida por el investigador del Departamento de Zoología, Eduardo Tarifeño, culminó el año pasado, demostrando la factibilidad técnica y biológica del cultivo de moluscos en las áreas de manejo situadas en las zonas más afectadas por el maremoto de 2010. Y el trabajo desarrollado por el Sindicato de Laraquete –una de las varias organizaciones beneficiarias del proyecto- es una prueba de ello.
“Laraquete fue la experiencia más exitosa, en términos de instalación,  participación de los pescadores, transferencia tecnológica; ellos trabajaron codo a codo con nosotros en la construcción de los fondeos, la colecta de semillas y su instalación en las líneas”, cuenta el académico, señalando que dentro del proyecto se consideraba, además, el apoyo a la gestión de financiamiento para escalar a nivel productivo los cultivos realizados de forma experimental.
De este modo, el Sindicato logró adjudicarse un proyecto en el marco de un concurso abierto por la Cruz Roja japonesa para apoyar a los pescadores artesanales afectados por el maremoto, iniciativa en la que el equipo a cargo del doctor Tarifeño participa en calidad de asesor técnico y de gestión.
Ayer, en un acto que contó con la participación del director zonal de la Subsecretaria de Pesca, Mario Delannays; Pablo Orostiaga, representante de Cruz Roja de Chile (que administra los fondos entregados por su par japonesa) e investigadores de la UdeC,  los pescadores recibieron los insumos que les permitirán poner en marcha los sistemas de cultivo que serán gestionados por ellos con la experiencia adquirida en el proyecto Innova-Corfo.
Para el académico Eduardo Tarifeño, éste es un hito en la región, ya que serán ellos los primeros en constituir un centro de acuicultura en un área de manejo dentro de la región.  La conformación de un centro, explica, es una exigencia de la ley para poder realizar esta actividad productiva.
“Con esto estamos demostrando que es posible hacer esta miticultura a pequeña escala (no industrial);  manejada,  coordinada y administrada por pescadores artesanales; y que  es posible desarrollar  esta actividad como complemento o alternativa a la pesca extractiva”, afirma el académico, a la vez que asegura que esta experiencia podría ser replicada en otras zonas que, de acuerdo a la investigación, reúnen las condiciones adecuadas para ello, como el área del Golfo de Arauco.
Las pruebas se realizaron con choro araucano sobre la base de una línea de cultivo, logrando producciones que bordearon las 10 toneladas anuales. La implementación recibida por los pescadores significará instalar 20 líneas, que esta vez se dedicarán al cultivo de cholgas.  La producción proyectada es de 200 toneladas anuales, considerando que la talla comercial de los moluscos, de 5-6 centímetros, se alcanza en el plazo de 6 meses; lo que -de acuerdo a la investigación- permite la obtención de dos cosechas al año.
La instalación de los sistemas -adelantó Tarifeño- se concretará durante este mes, iniciando la siembra de semillas en noviembre, de modo de contar con la primera cosecha en mayo.