Con gran pesar y tristeza fue recibida, en la Facultad de Ingeniería, la noticia del fallecimiento del académico del Departamento de Ingeniería Química, Hugo Segura Gómez, ocurrido en España, donde se encontraba desde mediados de noviembre, realizando una visita de investigación en la Universidad Rovira i Virgili, en Tarragona, en el marco de un proyecto europeo sobre modelación de líquidos iónicos.
El cuerpo del académico, de 49 años, fue encontrado en la habitación del hotel en que se alojaba, alrededor del mediodía de ayer (hora de España) y las causas de su deceso aún no han sido confirmadas.
Para el director del Departamento, Alfredo Gordon, la pérdida del Doctor Segura será un “vacío que nunca podremos llenar; por lejos es y será siempre uno de los mejores académicos no sólo de la UdeC sino de Chile”.
El Doctor Gordon señaló que el profesor Hugo Segura destacó siempre por “su gran productividad, su gran talento y enorme genialidad, y una dedicación a la docencia que no he visto en ninguna otra persona”.
Además de resaltar los valores éticos y morales que caracterizaron al académico, Gordon afirmó que el Dr. Segura era un hombre tremendamente culto. “En distintas etapas de su vida se dedicó a talleres literarios, de arte, de música; era lo más cercano a lo que los franceses llaman un enciclopedista. Sabía de todo un poco, era un hombre completo en las humanidades, las artes, la matemática, la física”.
El profesor Segura (49 años) se tituló como Ingeniero Civil Químico en 1989 en la UdeC, donde también obtuvo los grados de Magíster y Doctor en Ciencias de la Ingeniería mención Ingeniería Química. Vinculado desde sus estudios de pregrado a UdeC, este año recibió la medalla institucional por 25 años de servicios, al igual que su esposa, la profesora de Ingeniería Informática Andrea Rodríguez.
Su labor de investigación estuvo focalizada en los últimos 20 años en termodinámica estadística de fases fluidas –en la que era especialista, entre otras varias materias relacionadas a termodinámica- área de aplicación e impacto en los campos energético, nanotecnológico, de biorrefinerías y gases de efecto invernadero.
Su trayectoria científica fue reconocida en 2012, por la ciudad, con el Premio Municipal de Ciencias Aplicadas, que recibió con enorme satisfacción en representación de su grupo de investigación y también como un reconocimiento –como dijo en la ocasión- “al trabajo bien hecho”.
“Uno siempre hace las cosas de forma de afectar un ambiente y cuando el ambiente recibe el mensaje y uno es considerado digno para un premio es tremendamente reconfortante; tú sientes que, en cierta forma, la actividad que has realizado tiene una justificación, tuvo un canal, tuvo un mensaje y tuvo una recepción”, señaló cuando conoció la decisión de la Municipalidad de distinguir su carrera científica.