Ampliando su gestión al tratamiento de nuevos desechos, el Plan de Manejo de Residuos y Sustancias Peligrosas de la Universidad (Matpel) inició una campaña de reciclaje centrada en artículos electrónicos pequeños, como celulares, calculadoras y pendrives, entre otros.
Todos estos dispositivos podrán ser depositados en un contenedor especial (E-bin) que Matpel instaló en el hall de la Biblioteca Central, al que se sumará más adelante un punto limpio en el Foro.
“Como Plan tenemos la gestión no sólo de las sustancias peligrosas, sino también de otros residuos, porque hay una serie de decretos sobre esto, como el 148 (residuos) y 78 (sustancias peligrosas). Uno de los problemas que nos atañe en esos decretos es el manejo de residuos electrónicos y, a pesar de que la legislación no es tan clara al respecto, de todas maneras hemos  iniciado esta campaña, ampliando nuestro campo de gestión”, señala el director de Matpel, Fernando Márquez.
La campaña, que se lleva a cabo en alianza con la empresa de reciclaje electrónico de Chillán Chilerecicla (que recibirá los desechos recolectados en la Universidad), tiene por propósito crear conciencia, especialmente entre los estudiantes, sobre el adecuado manejo y disposición de estos residuos.
“Los residuos electrónicos tienen muchos compuestos tóxicos, como  níquel,  cadmio o mercurio, metales pesados que se degradan en muy largo tiempo;  por lo tanto, si se dejan en vertederos, rellenos sanitarios o al aire libre van a ir hacia el suelo, a las napas subterráneas, produciendo contaminación”, indica.
Lo ideal, agrega, es reciclarlos recuperando los compuestos útiles. “Hay muchas partes que se pueden reutilizar en nuevos componentes, pero en Chile no hay una cultura de reciclaje. En las casas se bota todo a la basura porque no sabemos dónde llevarlos”, puntualiza.
Eliminar el mercurio
En otra iniciativa, esta vez abierta a la comunidad, Matpel está trabajando junto a las seremis de Salud y Medioambiente, el municipio penquista, la Clínica Universitaria y Masvida en la elaboración de un proyecto que apunta a la eliminación de los termómetros de mercurio en clínicas, hospitales y consultorios de la región.
“La idea es promover el uso de los termómetros digitales que, si bien tienen un mayor costo, evitan la presencia del mercurio, que es uno de los metales pesados más tóxicos para el ser humano”, indica.
La iniciativa, cuenta el académico, surgió luego que el doctor  Eduardo Broitmann se acercara a Matpel a pedir asesoría para el tratamiento de los termómetros de mercurio eliminados del  servicio de neonatología de la Clínica Universitaria, a instancias del propio médico.
Márquez señala que con este tipo de acciones Matpel busca llevar su experiencia y conocimientos hacia la comunidad.  “Somos la única universidad en Chile que tiene un plan tan completo de manejo de residuos y queremos llegar a la comunidad, a los colegios, a los estamentos educacionales, para que esto se entienda como una necesidad de la sociedad, que tiene que toma conciencia y comprenda que estos residuos no pueden ser botados a la basura, que requieren un tratamiento especial”.