Proponer a los estudiantes de últimos años de educación básica y de educación media desafíos a su intelecto es el objetivo fundamental de las Olimpiadas de Matemática, la más antigua de las competencias estudiantiles en esta modalidad, y que este sábado vivirá en la UdeC su etapa clasificatoria nacional, a contar de las 14.30 horas, en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas.
El encargado regional de las Olimpiadas y académico de la facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, César Flores, explica que esta competencia –que se realiza initerrumpidamente desde 1989- está orientada a detectar a jóvenes talentosos con el fin de alentarlos a canalizar su gusto por la Matemática.
“Se trata de una olimpiada de matemática clásica, de los griegos, que representa un desafío intelectual para los jóvenes, apelando a su ingenio y a obtener una satisfacción personal”, señala el académico.
La primera fase, realizada durante la primera quincena de agosto, correspondió a la selección e inscripción por parte de los Establecimientos Educacionales de los estudiantes participantes. En esa etapa participaron aproximadamente mil alumnos de distintos establecimientos educacionales de toda la región, seleccionándose a los 120 finalistas de la Región, que son quienes participarán de la etapa de este sábado.
“En esta fase se escogerá entre 10 y 15 estudiantes, quienes conformarán la Selección Regional de Matemáticas, la que representará a la Región del Bío Bío en la Final Nacional, que se realizará entre el 24 y el 26 de octubre en Santiago”, dice.
A los jóvenes que resulten seleccionados la UdeC les entrega un entrenamiento especial para prepararlos para la final nacional. Además, señala Flores, a los alumnos que se detecta como talentosos se les beca para participar en la Escuela de Verano en Matemáticas, que cada año realiza su facultad para niños desde cuarto año básico.
Para el académico, en general los alumnos que destacan en las Olimpiadas, posteriormente estudian distintas carreras universitarias ya que el talento matemático va asociado con una capacidad intelectual para enfrentar distintas disciplinas.
Flores recuerda, específicamente, el caso de dos jóvenes que, en segundo año medio, fueron detectados como talentos matemáticos y se les invitó a cursar Cálculo I en la Universidad. Ellos continuaron con esa formación paralela, terminando su carrera en tan sólo dos años universitarios. Hoy, ambos de 22 años, cursan sus doctorados en Inglaterra y Canadá.