“Eran las 4.25 de la tarde. Inés, que vestía traje sastre negro y sombrero blanco con velo, miró el reloj de la Cámara antes de avanzar a la mesa de la presidencia y sin poder evitar un recóndito pensamiento: ‘en cinco minutos más sale mi niño del colegio’. La diputada mamá viajó 500 kilómetros con su pensamiento para acompañar a su hijo Jorge de 6 años (de cuyo padre se divorció), que a esa hora esperaba la campana en el Colegio Inglés, en Concepción”.

Así retrata el periodista Hernán Millas la llegada al Parlamento de Inés Enríquez Frödden, para la revista Ercilla, el 1 de mayo de 1951. La abogada egresada de la Universidad de Concepción en 1939, quien además de ser la primera parlamentaria del país fue la primera mujer a cargo de una Intendencia en Chile, se instalaba así en el Congreso, donde estuvo hasta el año 1969.

Su historia es rescatada en el libro “109 Parlamentarias en los 209 años de historia del Congreso Nacional”, documento lanzado por la Biblioteca del Congreso Nacional como parte de las conmemoraciones del Día Internacional de la Mujer. (Visitable en https://www.bcn.cl/publicaciones/obtienearchivo?id=documentos/10221.1/78...)

Familia y vida pública
En un contexto en que las mujeres aún no conquistaban el espacio político, las alusiones al divorcio y la vida familiar de la diputada formaron parte del debate y dan cuenta de los obstáculos que debió superar Enríquez para destacarse en la vida pública. Según la prensa de la época, su vida privada fue blanco de ataques.

El Diario La Patria apuntó en marzo de 1951 a las declaraciones de representantes del Partido Liberal, que señalaron que su candidatura representaba un peligro para la estabilidad de la familia, y la misma Enríquez hizo declaraciones sobre su núcleo íntimo —el clan Enríquez Frödden era conocido en la ciudad de Concepción y su hermano Edgardo llegó a ser rector de la UdeC en 1969—, señalando provenir “de un hogar modelo (…) donde el cariño, el afecto y la preocupación por servir a los semejantes fue una norma”.

Más allá de estas reyertas de campaña, la llegada de Inés Enríquez al parlamento marcó un hito relevante en la historia de las mujeres en política. Aunque la ley que otorgaba derecho a voto a las mujeres es de 1949, la primera elección en que participaron fue el año 1952. Y desde el año en que Enríquez logró su escaño hasta el día de hoy, sólo el 2,6% de los representantes políticos han sido mujeres.

Inés destacó por su defensa de la infancia y por su rechazo al trabajo infantil, así como por los intereses de su provincia, entre los que estaba la defensa de la Universidad de Concepción. Al finalizar su campaña lo dejó en claro, según el Diario La Patria en marzo de 1951. “Soy hija de esta tierra, y como tal, depositaria del valor y del acendrado patriotismo de quienes han sido capaces de sobreponerse a las adversidades de un clima casi inhóspito, a las contingencias de las catástrofes que han asolado a la provincia y no obstante, están forjando el porvenir económico de Chile y, en el campo de la cultura, han creado una Universidad que es orgullo de América”.

En otras labores sociales, fue presidenta de la Asociación de Mujeres Universitarias, desde donde auspició la creación de hogares para estudiantes, y también dirigente de la Asociación de Dueñas de Casa de Concepción, además de agrupaciones femeninas del Partido Radical. Su interés por representar a las mujeres fue expresado en varias ocasiones, como lo recuerda el libro editado por el Congreso: cuando le tocó dirigir la mesa de la Cámara de Diputados, en 1953, expresó hacerlo “con la conciencia de ser la punta de un arado que abre por primera vez un surco en suelo virgen, en suelo que debe convertirse en buena tierra de pan (que) llevar para la causa de todas las mujeres".

Inés Enríquez falleció el 15 de agosto de 1998 en Santiago.