Una clase de hidrología lúdica ofreció esta mañana el Decano de la Facultad de Ingeniería Agrícola UdeC, José Luis Arumí, en la conferencia El agua en la pintura chilena, que dictó en el marco de la Escuela de Verano 2015, Aguas desbordadas: responsabilidad y futuro.
De formación ingeniero civil, el decano Arumí señaló que llegó a esa carrera por su interés en la hidráulica y por su propia experiencia de vida por la presencia y acción del agua en su zona natal.
De tal modo, comenzó su presentación ante un público preferentemente infantil y juvenil, comentando cómo las aguas desbordadas son parte de nuestro paisaje y lo modelan. “El agua está siempre en movimiento, más rápido sobre tierra y más lento bajo ella. Ese movimiento va formando nuestro paisaje”, dijo.
Posteriormente, apoyado por imágenes de pinturas de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, comentó cómo diferentes artistas han incorporado elementos del ciclo hidrológico a su obra.
Pinturas de Thomas Somerscale –su pintor favorito de la pintura chilena porque, dijo, refleja el paisaje con un alto nivel de precisión y detalle-, Onofre Jarpa, Antonio Smith, Alberto Orrego Luco, Pedro Lira y Alberto Valenzuela Llanos, entre otros, fueron las escogidas para explicar aspectos sobre nuestro paisaje y la presencia del agua en él.
De "La Quebrada", de Orrego Luco –por ejemplo, señaló que se trata de “una clase de geomorfología espectacular” porque explica visualmente la sucesión de rápidos y remansos, elemento típico de los ríos de la zona central.
También aludió a los álamos presentes en la pintura "Cajón del Maipo", de Lira, y destacó cómo en "Pataguas de Quilpué", del mismo autor, se puede ver el afloramiento de las aguas subterráneas que mantienen el paisaje.
Muchas de las obras presentadas en la ocasión pertenecen a la colección de la Pinacoteca UdeC, y el decano Arumí señaló que su favorita es "Paisaje", de Eugenio Guzmán, ya que “incorpora elementos típicos del paisaje del final de la cordillera y su encuentro con la zona central: paredón, rocas, estero… con la cordillera de fondo. Esta pintura contiene muchos de los elementos con los que tenemos que aprender a convivir, como la importancia de los corredores ribereños para asegurar el hábitat de la fauna”.