Reconociendo la importancia que la generación de nuevo conocimiento tiene en el diagnóstico y las prácticas en salud, la carrera de Kinesiología de la UdeC inauguró su Centro de Investigación Clínica, un proyecto financiado con recursos propios de la especialidad y diversas iniciativas de gestión docente.
El recinto, situado en el Centro de Docencia Clínica de la Facultad de Medicina, está dotado de diversos equipos como scanner de pie, posturógrafo (para evaluar postura), electromiógrafo de superficie (que muestra secuencias y patrones de movimiento muscular), alfombra de salto (registra parámetros de la ejecución de saltos)  y un sistema de grabación básico para movimiento humano, todos orientados a dar soporte a la investigación en biomecánica, área en que, preliminarmente,  se centrará el quehacer de la nueva unidad.
En la ocasión, el decano de Medicina, Raúl González, señaló que este nuevo logro de la carrera es resultado de “la gran energía y dinamismo” del Grupo de Kinesiología y afirmó que ésta es sólo una  muestra de los nuevos desarrollos que va a tener la especialidad, aludiendo a una serie de proyectos entre los que destacó la propuesta de un magíster de doble titulación con la Universidad de Lovaina (Bélgica). A su juicio, el trabajo realizado por los docentes de Kinesiología “es un ejemplo para otros grupos de la Facultad”.
La jefa de carrera, Ana María Urra, señaló que este adelanto responde al compromiso de formar profesionales de excelencia, entregándoles las herramientas necesarias para el desarrollo de competencias orientadas a ese objetivo, entre las que –dijo- está la investigación.
Así, contó la académica, hace aproximadamente cuatro años “soñamos y pensamos una visión” en cuyo centro estaba la idea de impulsar la investigación clínica y con ese fin –señaló- se fueron adquiriendo los equipos que hoy conforman el centro.
La profesional explicó que en la malla curricular, la asignatura de biomecánica marca un punto de inflexión entre la teoría y la práctica y entre las ciencias básicas aplicadas y es aquí –agrega- “donde se integra la tecnología para el entendimiento del movimiento del cuerpo humano”.
De ahí surgió la necesidad de crear  un Laboratorio de Biomecánica Clínica, punto de partida del Centro, que se complementa con otros espacios que se han implementado para reforzar la docencia de pregrado, como las salas de medición corporal (con su equipo BOD POD),  de atención de pacientes y de práctica clínica (donde los estudiantes pueden ejercitar las terapias aprendidas).
La profesional destacó el apoyo de las autoridades a este proyecto, así como la labor desempeñada por los docentes Alberto González, Felipe Parada, y el apoyo del estudiante de Ingeniería Civil  Matemática, Horacio Sanhueza.
Al término de la ceremonia, los académicos Alberto González y Felipe Parada dirigieron una serie de demostraciones del funcionamiento de los equipos, destacando el impacto que la tecnología tiene en la toma de decisiones clínicas.
“Con el tiempo nos hemos dado cuenta que la evaluación es subjetiva. Las estrategias de evaluación clínica son insuficientes para tomar determinaciones claras y precisas, de tal forma que la tecnología nos ayuda a tomar mejores decisiones desde un punto de vista clínico, pero también para tomar buenas decisiones se necesita cierta investigación que confluya en eso… aquí tenemos la enseñanza, el aprendizaje de la tecnología para tomar buenas decisiones y la aplicación a la comunidad”, señaló González.