Más allá de los datos relativos a las formas y efectividad de los desplazamientos en el tiempo y el espacio, los análisis sobre transporte pueden aportar valiosa información sobre las barreras u oportunidades que las personas encuentran para realizar actividades que las integran a la sociedad.
De eso trata la línea de investigación en torno a transporte y exclusión social que, desde hace unos años, lleva a cabo el académico del Departamento de Ingeniería Civil UdeC Juan Antonio Carrasco, quien hoy está trabajando sobre el tema a través de un proyecto Fondecyt y una iniciativa internacional del Programa Marie Curie de la Unión Europea, con las universidades de Oxford (Inglaterra) y Ghent (Bélgica).
El académico, doctor en Ingeniería de Transporte y Planificación (Universidad de Toronto), presentó ayer algunos casos de estudio sobre transporte y exclusión social realizados en Chile en una nueva sesión de los Coloquios de Ingeniería Civil, actividad que busca difundir la investigación que se realiza en el Departamento.
Clave en este tipo de estudios –explicó el académico- es determinar cómo influye el transporte en el desarrollo de las actividades de las personas y esto, dijo, tiene relación con los parámetros de accesibilidad; es decir las posibilidades que tienen para llegar a lugares. Conociendo estos elementos, argumentó, “se pueden hacer políticas de transporte pensadas en el bienestar, en términos bien genéricos, como el acceso a un mínimo de participación en  actividades e interacciones con otros”.
El último aspecto es uno de los temas de interés del investigador, quien desde su doctorado trabaja en la relación de transporte y redes sociales, donde los desplazamientos de las personas son vistos como una forma de acceder a relaciones, al capital social y a los apoyos emocionales.
Aunque el enfoque social del transporte ha sido escasamente considerado en las investigaciones tradicionales en el área, hoy cobra mayor fuerza. Así, por ejemplo, como comentó el doctor Carrasco, hay investigadores que equiparan la desventaja de transporte a una desventaja social. “Si no tengo transporte tengo una desventaja social, incluso se habla de la pobreza de transporte”, señaló.
En esta perspectiva, agregó que en el ámbito del transporte ocurren muchas cosas. “Podemos ver a los que están cautivos en el transporte público y no pueden acceder a todas las actividades que les gustaría realizar, o podemos verlo en término de tarifas, que es una pregunta clave,  porque muchas veces (ésta) puede significar un porcentaje muy alto de los gastos de una familia”, indicó.
Esta “desventaja social” se ve no sólo cuando los problemas de inaccesibilidad no permiten a las personas llegar a bienes y servicios necesarios, sino también por la imposibilidad de acceder a sus redes sociales. “Incluso puede afectar la toma de decisiones si  no soy capaz de movilizarme en el tiempo y el espacio”, afirmó.
En su exposición, el académico mostró casos que grafican los comportamientos de movilidad entre barrios de condiciones socioeconómicas distintas  y cómo éstos modelan su forma de relación con sus redes sociales.
También se refirió a la influencia que las características de las calles (más o menos intersecciones) puede tener en los niveles de sociabilidad en los barrios. Es  -como dijo- en la calle, al caminar, donde los vecinos tienen la posibilidad de mirarse entre sí, por eso, afirmó, “es importante la estructura del diseño urbano”.