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Investigación redefine estado de conservación de especies endémicas

Bajo la premisa de que una protección efectiva de la biodiversidad requiere de una adecuada evaluación de los recursos, un equipo de investigadores del Laboratorio de Ecología de Paisaje (LEP) de la UdeC realizó un exhaustivo estudio con el fin de establecer una propuesta de clasificación para cuatro especies endémicas de Chile, de acuerdo a los criterios que usa la Unión Mundial de la Conservación de la Naturaleza (UICN, su sigla en inglés).
Así, durante dos años y con el apoyo del Fondo de Investigación de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), se llevó a cabo la evaluación del estado de conservación del naranjillo (Citronella mucronata), guindo santo (Eucryphia glutinosa), radal enano (Orites myrtoidea) y lleuque (Prumnopitys andina). Los principales resultados del proyecto fueron dados a conocer el viernes, en una jornada que tuvo como expositores al académico de Ciencias Forestales y líder de la iniciativa, Doctor Christian Echeverría, y el investigador de la Facultad de Ciencias Naturales y Profesor Emérito, Doctor Roberto Rodríguez.
En la oportunidad, el Doctor Echeverría señaló que en Chile el grupo de especies amenazadas “siempre ha sido incierto”, porque –como explicó- los resultados de los catastros han sido dispares a lo largo del tiempo, a partir de la primera evaluación global de plantas realizadas en 1989. El académico agregó que según las cifras oficiales, de acuerdo a las bases de dato del Ministerio de Medio Ambiente, actualmente existen 556 especies de plantas catalogadas, de las cuales 441 se encuentran amenazadas, 102 no amenazadas y dos no cuentan con datos suficientes.
En ese contexto, indicó, los esfuerzos de evaluación deben estar orientados hacia especies que no han sido evaluadas desde 1989; las que no cuentan con categoría de clasificación de la UICN y aquéllas cuyos hábitats están sometidas a procesos de fragmentación o que la información sobre su distribución y tamaño de población es escasa, insuficiente y desactualizada.
Estos fueron los criterios para determinar las especies incluidas en el estudio y que, como dijo el académico, históricamente han sido amenazadas. Por otro lado, agregó, la información disponible de algunas “era incierta, estaba sectorizada; no estaba sistematizada, y han sido afectadas por factores antrópicos diversos”.
El estudio consideró la revisión de bibliografía, consulta a expertos, profesionales y universidades; datos incluidos en proyectos de evaluación ambiental y campañas de terreno (entre las regiones de Coquimbo y Los Lagos) para generar una base de datos depurada y actualizada, para finalmente determinar el estado de conservación de las especies y su actual distribución.

De acuerdo a los resultados del proyecto, el radal enano y el naranjillo -ambas calificadas como raras, en el Libro Rojo de la Flora Terrestre de 1989, y casi amenazadas, en el IX Proceso de Clasificación de especies del Ministerio del Medioambiente, de 2013- fueron situadas como especies en peligro y vulnerable, respectivamente.
También fueron evaluadas en la categoría de Vulnerable el guindo santo –clasificado como rara, en 1989 y en preocupación menor en 2013- y el lleuque (antes categorizado como planta rara en 1989 y vulnerable, en 2013).
En un análisis global, el estudio concluye que las cuatro especies han experimentado una disminución de la extensión, en presencia y tamaño, y advierte que, dado que las amenazas aún persisten, que existe una muy baja regeneración y que muchas subpoblaciones están aisladas del resto, es posible inferir que la viabilidad de estas podría verse afectadas en un futuro cercano.
Por otro lado, recomienda desarrollar investigaciones encaminadas a la mantención y actualización de bases de datos sobre la distribución de especies amenazadas en el país; evaluar con criterios de la UICN especies que no han sido categorizadas desde 1989, reevaluar algunas especies ya clasificadas; establecer acciones de conservación de las cuatro plantas evaluadas en el proyecto y restaurar hábitats en las zonas en que se encuentran las sub poblaciones más amenazadas, entre otras.