Los desafíos técnicos de diseño y construcción del Puente Chacao fueron los aspectos centrales de la conferencia que los representantes del equipo asesor del proyecto en la Dirección de Vialidad, Marcelo Márquez y Matías Valenzuela, ofrecieron esta mañana en la inauguración del año académico de la carrera de Ingeniería Civil.
El ingeniero Marcelo Márquez señaló que, hasta ahora, los puentes en Chile se han basado en una tipología tradicional de diseño y construcción, y afirmó que la obra proyectada para unir la Isla Grande de Chiloé con el continente constituye un paso importante para la ingeniería nacional.
Se trata, dijo, del primer puente colgante de grandes luces (de gran longitud) que se construye en el país y América Latina. La estructura tiene un largo superior a los 2 mil metros, distribuidos en dos vanos, de los cuales el principal  mide mil 115 metros.
La obra fue adjudicada, en febrero de este año, bajo el sistema de contratación tradicional, a través de la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas, al consorcio internacional OAS, Hyundai, Systra, Aas-Jakobsen, que comprometió la ejecución del diseño y construcción en un plazo de 79 meses (cinco menos que el establecido en las bases) y a un costo total de 360 mil 134 millones de pesos, como explicó Matías Valenzuela.
El profesional afirmó que los retos de este proyecto son amplios, tanto por su envergadura como por las condiciones “desafiantes” que presenta el lugar de su emplazamiento desde el punto de vista sísmico y también de los de vientos, mareas y corrientes y características batimétricas.
Ahondando en estas condiciones, Valenzuela señaló además del sistema sísmico subductivo, en el Canal de Chacao existe “una potencial falla cortical en la cercanía de la Roca Remolino (punto de apoyo intermedio del puente)”.
Por otro lado, subrayó que el viento es una de las cargas solicitantes más importantes en este tipo de construcciones, por lo que “la aeroelástica y la aerodinámica de la estructura son fundamentales”, a la vez que afirmó que el factor mareas y corrientes representa desafíos relevantes desde el punto de vista de la logística constructiva.
Los asesores también abordaron aspectos relativos a los sistemas de monitoreo, control, operación y mantención de que estará dotado el puente y afirmaron que esta obra engloba nichos y oportunidades de aprendizaje e investigación para la ingeniería chilena.
La conferencia contó con la participación de los académicos del Departamento, doctores Tomás Echaveguren y Fernando Cerda, quienes ofrecieron una perspectiva histórica del proyecto y de los requerimientos de instrumentación para el monitoreo de mega proyectos de este tipo, respectivamente.
Compromiso de excelencia
Estudiantes de distintas generaciones de la carrera estuvieron presentes en el acto que fue abierto por el director del Departamento, Patricio Cendoya, quien en su saludo resaltó la trayectoria de 42 años ininterrumpidos de la unidad académica, que en sus inicios contaba con cinco académicos y 20 estudiantes.
“Hoy podemos decir orgullosos y de cara al futuro que contamos con 18 académicos de primer nivel, 450 alumnos seleccionados dentro de los mejores de sus respectivas promociones, y con infraestructura de laboratorios y espacios físicos para desarrollar una docencia de excelencia”, dijo.
El académico señaló que en estos 42 años se han formado más de mil 300 ingenieros civiles y aprovechó el espacio para rememorar a aquellos docentes que “ya no están en el aula”, pero que con su impronta “nos recuerdan que la formación profesional requiere de un fuerte compromiso con la excelencia hacia nuestros hoy estudiantes y mañana colegas”.