Más de 2 mil nuevos individuos se incorporarán a la colección de coleópteros del  Museo de Zoología de la UdeC, como resultado de un proyecto adjudicado en el último concurso de Conservación y gestión sustentable de la biodiversidad del programa de Investigación, Generación y/o Sistematización de Información para la Conservación de la Biodiversidad del Ministerio del Medio Ambiente.

La iniciativa, que cuenta con financiamiento por 13 millones de pesos y que se extenderá hasta mayo, permitirá procesar el material colectado en diversas expediciones llevadas a cabo entre 2006 y 2010 en parques y reservas nacionales de las regiones de Aysén y Magallanes.

“Lo que haremos es procesar el material, determinarlo a nivel de género y especie, para luego ingresarlo a la colección del Museo”, explica la responsable del proyecto, la académica del departamento de Zoología y directora del doctorado en Sistemática y Biodiversidad, Viviane Jerez.

El proyecto considera, además, el traspaso de la información de cada uno de las 2 mil muestras (incluidas fotografías)  a una base de datos del Ministerio del Medioambiente, que forma parte del Sistema Nacional Integrado de Colecciones Biológicas y del Inventario Nacional de Biodiversidad.

“Entonces, vamos a tener, por un lado,  un patrimonio científico, el material preservado en la colección para el futuro, y, por otro, la información de cada individuo, que podrá  ser consultada por investigadores de cualquier parte del mundo”, dice la académica.

La doctora Jerez señala que desde el punto de vista científico, estas colecciones son testimonios, para las generaciones futuras, de los organismos que constituyen el patrimonio de la diversidad del país.

“Son importantes también porque hay una información histórica, de muchos lugares en los cuales los individuos o especies que vivieron ahí ya no están. Entonces, a partir de las colecciones se puede saber si ha habido procesos de extinciones locales o problemas de modificación de ambientes y eso está pasando con muchas especies.

Las localidades están señaladas y en el lugar no hay ni siquiera rastro de la vegetación que sustentaba a esos organismos y eso lo pudimos determinar con el ciervo volante”, indica la investigadora.

Sobre el valor de la nueva colección, la doctora Jerez destaca que se trata de fauna endémica, propia del sur del país.  “Hay insectos que viven en lugares tan inhóspitos como Isla Esmeralda o el Glaciar Montt, en Magallanes, donde encontramos registros nuevos… son zonas que no estaban exploradas desde el punto de vista entomológico”, cuenta.

Las reservas nacionales Coyhaique y Cerro Castillo, el Parque Nacional Bernardo O’higgins, el Área Marina Costera Protegida Francisco Coloane y la cuenca de los ríos Pascua y Baker son los sitios que estarán representados en las nuevas colecciones.

El equipo del proyecto está integrado por el doctor Jorge Artigas, en su calidad de curador del  Museo; además de los estudiantes de doctorado Cristian Muñoz, Patricia Bocaz  y Álvaro Zúñiga.