Ante el escenario de un eventual terremoto en la zona norte del país, los habitantes de las costas del Biobío podrían recibir una primera ola de tsunami, luego de tres horas de ocurrido el terremoto en el norte, y una segunda ola mayor, luego de cuatro horas de ocurrido el evento. Estas serían algunas de las conclusiones a las que llegaron científicos del Departamento de Geofísica de la Universidad de Concepción y del Departamento de Ingeniería Civil, de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, quienes analizaron los posibles efectos, sobre la Bahía penquista, de un terremoto en el Norte de Chile.
El geofísico UdeC, Arturo Belmonte, recordó que Chile posee una larga historia de sismicidad asociada y, como habitantes de la región del Biobío, no hemos estado exentos de estos impredecibles fenómenos naturales, ya que en varias ocasiones hemos tenido que afrontar catástrofes causadas por terremotos y tsunamis.
Uno de los tsunamis que afectó a la Región del Biobío fue el ocurrido el 9 de mayo de 1877, originado por un terremoto de magnitud 8.7 (Escala de Richter) en lo que hoy es el Norte Grande de Chile (Arica-Iquique). Luego del gran sismo en el Norte, el tsunami llegó a la Bahía de Concepción entre 5 a 6 horas después, observándose en Talcahuano olas de hasta tres metros.
Los distintos escenarios
Gracias a estos registros históricos, el Dr. Belmonte y el Dr. Rafael Aranguiz del departamento de Ingeniería Civil de la UCSC, pudieron analizar y proyectar cómo un eventual terremoto en el Norte del país afectaría la Región del Biobío.
Los investigadores cuantificaron mediante técnicas de modelación numérica, qué sucedería en la Bahía de Concepción si ocurriera un terremoto en la zona norte de Chile, considerando los datos observados en el terremoto de 1877, y tomando en cuenta las diferentes magnitudes que pudiera alcanzar el evento.
Para un terremoto de magnitud menor a 8.5, los científicos llegaron a la conclusión que los niveles máximos del mar no superarían el metro y medio, lo cual no representa un peligro para las zonas urbanas.
En el caso de un evento mayor, similar al terremoto del Norte en 1877, de magnitud 8.7, el nivel del mar no superaría los dos metros en Tomé, mientras que en Talcahuano podría llegar a los tres metros, como máximo. Sin embargo, el escenario sería muy desfavorable en el caso de un evento de magnitud 9.0, ya que el nivel del mar en Talcahuano alcanzaría los cinco metros y medio, lo cual pone en riesgo a habitantes de zonas inundables de la región.
Otro antecedente importante a considerar es que si esta máxima inundación coincidiera con la pleamar (marea alta), para el caso de un terremoto de 9 grados, el nivel de daño para la Bahía penquista sería comparable con los efectos del evento de febrero de 2010.
Respecto al tiempo de llegada de las olas, se estima que -independiente de la magnitud del evento- la primera ola podría arribar a la Bahía penquista poco menos de tres horas después de ocurrido el terremoto en el norte, y la segunda ola -que suele ser la más destructiva, basado en observaciones de eventos pasados-, debiera llegar 4 horas y media después de ocurrido el sismo.
“En este momento, creemos que es relevante dar a conocer esta información, ya que como científicos y habitantes de la Región del Biobío nos preguntamos ¿qué sucedería si el terremoto del Norte ocurriera en la madrugada; es decir, quién dará algún tipo de alerta para, en calma, estar atentos según la información que en ese instante se pueda recoger de lo ocurrido en el Norte de Chile y, eventualmente, evacuar las zonas costeras en las distintas comunas de la región que se puedan ver afectadas? Es importante recordar que es altamente probable que el eventual sismo del Norte de Chile no se sienta en la zona central ni sur de Chile. Es por esto, que creemos que la autoridad y la ciudadanía deben permanecer alertas y debidamente coordinados con Bomberos y Carabineros. En cada hogar, un plan de contingencia básico debiese ser atendido y conversado”, concluyó Arturo Belmonte.

Yanet Díaz, periodista de Geofísica