La instalación, de un instituto especializado en la enfermedad, el primero en su tipo en regiones,es la gran apuesta del Foro Regional del Cáncer, instancia constituida en julio en la UdeC, con la participación de representantes de organismos públicos y privados, así como de representantes de la sociedad civil.
Esta es la única representación regional ante el Foro Nacional del Cáncer, creado con el fin de establecer una estrategia país para hacer frente a este mal que, en 2010, fue la causa de la muerte de más de 21 mil chilenos.
Esta mañana, en el marco de la segunda sesión de trabajo del Foro Regional, la académica de la facultad de Medicina e integrante de la coordinación de esta instancia, Ana María Moraga, informó que junto con las definiciones en torno a la política nacional del cáncer, la región está impulsando la construcción del Instituto del Cáncer.
La idea, dijo, es contar con un centro para la atención de pacientes, pero también dedicado a la investigación de la enfermedad en sus diversas aristas, así como a la formación de recursos humanos especializados no sólo en oncología, sino que en áreas como cuidados paliativos, nutricionistas y enfermeras, entre otras.
El proyecto –que se plantea en asociación entre la UdeC y el sistema público de salud- está, como informó la académica, en las etapas preliminares de análisis. “Estamos recibiendo las señales de las autoridades, de que es posible llevar a cabo este sueño; por tanto ahora se inicia el trabajo de valoración de la  iniciativa,  de los costos y de buscar el lugar para su instalación. Estamos contentos por la importancia que tiene para la región contar con este instituto”,  señaló la docente.
Avales para esta iniciativa son, a juicio de la doctora Moraga,  los registros poblacionales de cáncer –de más de la mitad de los habitantes de la región- y un conjunto importante de actores comprometidos con el tema: “tenemos clínicos, tenemos autoridades políticas en el área económica, social, de educación, de salud, empoderadas de lo importante que es cuidar a nuestra población”, afirmó.
La docente, quien es especialista en epidemiología, dijo que la situación en la región es preocupante porque, de acuerdo a las últimas estimaciones, 5 mil  personas padecen algún tipo de cáncer; en tanto que las muertes que se producen al año por este mal bordean las 4 mil.
Esas muertes están asociados mayoritariamente a cáncer de  vesícula,  mama  y cuello uterino, en las mujeres; mientras que en los hombres el más perjudicial es el cáncer de estómago, presente en un gran porcentaje de los fallecimientos.
Por otro lado, la mayor incidencia en mujeres está dada por el cáncer de mama, vesícula, estómago y cuello uterino (en ese orden) y de próstata y gástrico, en hombres, y que –como señaló la académica- “representan más de la mitad de los cánceres que aparecen (en este grupo)”.
De acuerdo a la investigadora, los tumores malignos son responsables del 24% de todas las muertes por cáncer en la región, una cifra que es similar a nivel regional; sin embargo, advirtió que cuando se analizan las incidencias y el tipo de cáncer  involucrado en los fallecimientos  los comportamientos son distintos, de ahí la importancia de la participación regional en la discusión de la estrategia nacional.
Cáncer y desigualad

Si el cáncer es una enfermedad difícil para cualquier persona, lo es aún más para aquéllas que pertenecen a los niveles socioeconómicos más bajos, como mostró durante la jornada el secretario ejecutivo del Foro Nacional del Cáncer y académico de la Pontifica Universidad Católica, Cristián Herrera.
El académico presentó los resultados de un estudio concluido recientemente, que analiza datos de los últimos 10 años, y que –dijo- logró cuantificar la desigualdad que se expresa entre distintos niveles socioeconómicos, en términos de mortalidad por cáncer en el país.
Esta desigualdad, como muestra el estudio, se refiere a que,  en general, tanto en hombre y mujeres, las mayores cifras de fallecimientos por cáncer se observan en las poblaciones con menores niveles de estudio.
“La magnitud es bastante grande en algunos tipos de cáncer,  pero también en algunos se ha podido reducir esta desigualdad. Si uno toma los cáncer, en general, tanto en hombres como en mujeres, la brecha entre los niveles socioeconómico bajo y alto se ha ido reduciendo, lo que es una buena noticia en el sentido de  reducir la desigualad”.
En los análisis específicos de algunos tipos de cáncer, los datos alertan respecto de las excesivas diferencias entre niveles socioeconómicos. “En el caso de vesícula, en mujeres, y  de estómago, en hombres, los hallazgos más importantes muestran que hay entre  40 y hasta 50 veces más de mortalidad en el nivel  socioeconómico bajo, por tanto en términos de equidad,  que es lo que se busca en el sistema de salud, esto es bastante negativo”, señaló.
De acuerdo al académico, las razones que explica estas diferencias están relacionadas con los factores asociados a la vida diaria de la persona –alimentación, condiciones de vida y de trabajo- y a las posibilidades de acceder a un diagnóstico y tratamiento precoz de la enfermedad, aspectos que están vinculados al sistema de salud.