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Experto alemán destaca potencial del patrimonio fúngico de bosques nativos

Como un amplio campo para la investigación y con un gran potencial como fuente de compuestos de interés para aplicaciones en distintas áreas, califica el investigador del prestigioso Instituto Leibniz de Química Vegetal (IPB) de Alemania, Norbert Arnold, el patrimonio fúngico asociado a la flora nativa chilena.
El experto en metabolitos secundarios en hongos ha investigado, en los últimos años, la micobiota asociada a bosques de Nothofagus (coigüe, pellín,  roble, raulí) junto al docente del Departamento de Botánica, Götz Plafner, en una colaboración que ha recibido el respaldo de Conicyt en Chile y del Ministerio de Educación y Ciencia y del Servicio de Intercambio Académico, en Alemania.
A través de esta colaboración, el doctor Arnold había estado en dos ocasiones en la Universidad y recién concluyó una tercera visitam que fue posible gracias a un proyecto postulado por el Departamento de Botánica al Programa Nacional de Capital Avanzado del Extranjero, titulado metabolitos secundarios en hongos chilenos: caracterización, potencial de aplicación e importancia para la quimiotaxonomía de la mocobiota nativa.
En el marco de este proyecto realizó una estadía de un mes, en mayo, durante la que impartió el curso de especialización de postgrado Metabolitos secundarios en hongos superiores. El doctor Arnold explica que, en general, el mundo de los hongos es poco conocido y menos aún en lo que respecta a su química, un elemento que, a su juicio, puede ser relevante a la hora de hacer estudios taxonómicos y de evolución.
Chile -dice- tiene la particularidad de albergar en los bosques de Nothofagus una flora fúngica a nivel mundial. Es más. A su juicio, en esta flora se encuentran los  ancestros “más originales” de hongos que existen en Europa o Norteamérica, que comparten un pasado común, que se remonta a la época en que la tierra aún no estaba divida en continentes.  “Eso se refleja en su composición química”, asegura.
El investigador cuenta que en el proceso de  desplazamiento de los continentes ocurrieron cambios climáticos y ecológicos que impidieron el desarrollo de Nothofagus en las  zonas que estuvieron unidas y los hongos debieron cambiar de hospederos, lo que produjo cambios en su metabolismo, su química.
Como ejemplo, menciona el loyo (Boletus loyo). “Es una especie estrechamente relacionada con (especies) de Europa y de América del Norte. Es el pariente más original dentro de la familia de los Boletus”. En este caso, agrega, las especies chilenas tienen pigmentos que no se conocen en el hemisferio norte “y esto puede dar cuenta de los caminos evolutivos, de cómo los hongos han desarrollado su morfología y su química”.
Por eso considera que los estudios evolutivos hoy deben combinar distintas disciplinas, para tener una visión más amplia.  “A veces las características morfológicas de los hongos no son tan informativas para mostrar la evolución, a veces son más importantes los estudios genéticos, por biología molecular; pero la química que es igual de importante no se considera tanto, aunque la estructura química también refleja experiencias evolutivas”.
En opinión del especialista, la aplicación de la química a la taxonomía es un campo que ofrece amplias posibilidades de desarrollo, sobre todo en un país como Chile, donde aún hay mucho por descubrir en relación a los hongos.
Por eso, su interés junto al doctor Palfner es impulsar la formación de especialistas a nivel de postgrado.  “Norbert está conociendo el campo de trabajo acá y la idea es formar estudiantes para que  puedan realizar estadías en Alemania, para aprender y perfeccionar las técnicas de investigación en metabolitos”, dice el doctor Palfner.
El doctor Arnold se mostró interesado en continuar la colaboración con Botánica en relación a los hongos nativos. A su juicio, aquí están las mejores condiciones para realizar estudios completos en micología: existe el bosque y está la infraestructura;  “Götz trabaja en morfología y yo sé de química, podemos combinar nuestros conocimientos para hacer una mejor descripción de los hongos”, dijo.