El primer lugar a nivel de todo el país obtuvo la Universidad de Concepción en la segunda convocatoria del programa para la Valorización de la Investigación en la Universidad, VIU, que premia las iniciativas de investigación académica emprendidas por alumnos de pre y postgrado.
De este modo, los estudiantes de la UdeC se adjudicaron 10 de los 25 proyectos que pasaron a la segunda etapa, muy por encima de las dos Universidades que la siguieron (de Chile, con cuatro proyectos, y PUC y Santa María, con dos). Las restantes casas de estudios obtuvieron un proyecto cada una de ellas.
Además, en el caso de la UdeC, cada uno de los proyectos ganadores recibió el máximo monto asignado en este concurso, de 24 millones de pesos.
Su satisfacción por estos resultados manifestaron no sólo el vicerrector de Investigación y Desarrollo Bernabé Rivas, y la directora de la Incubadora de Negocios, IdeaIncuba, Beatriz Millán, sino también los estudiantes seleccionados y sus profesores guías, quienes destacaron que el programa VIU no busca sólo fomentar la investigación, sino también el emprendimiento.
Otro objetivo destacado por el académico de Ingeniería Pablo Aqueveque -director de tesis de Francisco Saavedra, uno de los alumnos ganadores- es que con este apoyo se busca que “la investigación que se realice sea aplicada y se pueda transformar en un producto. Lo que se espera es que la investigación se traduzca en un emprendimiento y esto pueda significar nuevos trabajos, nuevos productos y nuevas empresas”.
Para el vicerrector Rivas, en tanto, estos resultados son realmente significativos y representan “un reconocimiento enorme a nuestros jóvenes científicos y a los colegas que apoyan y patrocinan estos emprendimientos”.
Rivas explica que estos proyectos tienen dos fases: “la primera es para preparar los modelos de negocios y la segunda para ejecutarlos. Por lo tanto, significa que son proyectos a los cuales les han aprobado su modelo y eso significa que van a tener que llegar a un producto o un prototipo. De este modo ellos están trabajando desde etapas muy tempranas en cómo involucrarse en lo que es generación y transferencia de conocimiento, lo cual es fundamental tanto para los estudiantes de pre como de postgrado”.
El Vicerrector destacó además su importancia porque “genera semillas en los jóvenes. Nosotros, a través de la Incubadora, hemos estado promoviendo en las distintas facultades y centros la incorporación de investigadores y tesistas en estas iniciativas. Esta es una manera diferente de plantearse el trabajo, buscando resultados concretos. Por ello, que hayamos pasado a fase dos con un número tan importante de proyectos es un reconocimiento también a la institucionalidad de nuestra Universidad”.
Clave en este proceso ha sido la Incubadora de Negocios que existe al interior de la vicerrectoría de Investigación y Desarrollo. Su directora, Beatriz Millán, destaca que el objetivo de VIU es promover nuevos negocios donde los emprendedores sean los alumnos que están liderando las iniciativas.
“La etapa que se adjudicó era ver, en un inicio, la factibilidad de realizar un negocio; es decir, validar la hipótesis comercial a través de un plan de negocios en el cual nosotros, como IdeaIncuba, los apoyamos a definir respecto de ciertos lineamientos”, explica.
En esta segunda etapa los jóvenes investigadores contarán, ahora con los 24 millones de pesos ganados, para desarrollar el proyecto junto con el profesor guía, ejecutando lo que sostiene su hipótesis. “Es una oportunidad existente y ahora empiezan a desarrollar el negocio”, señala Beatriz Millán, y agrega que estos diez proyectos tienen que empezar a operar con estos recursos y hacer etapas iniciales de desarrollo de negocios. En algunos casos se requiere ver la posibilidad de patentar, en otros de negociar con clientes, visitarlos, mejorar el producto que está a escala piloto o prototipo, y escalarlo a un nivel comercial.
El plazo es de 12 meses con la idea es que la Incubadora los apoye con todos sus servicios: las redes de mentores, de inversionistas, y tratar de levantar mayor capital para que estos negocios sean óptimos y rentables en el tiempo.
Los ganadores de esta convocatoria son José Miguel Vidal -Magíster en Ciencias mención en Microbiología, 2010-, con la iniciativa Control del patógeno de acuicultura Flavobacterium psychrophilum mediante biopelículas de bacterias antagónicas de crecimiento; Natalie Pino -Ingeniería en Biotecnología Marina y Acuicultura-, con la iniciativa Cápsulas blandas de DHA omega-3 provenientes de hongos marinos, Thraustochytridos; Norma Pérez - Magíster en Ciencias mención Microbiología-, con el proyecto Construcción de prototipos para tratamiento de drenajes ácidos; Francisco Saavedra -Ingeniería Civil Biomédica-, con la iniciativa Dispositivo estimulador electrónico funcional para mejorar la movilidad en personas con discapacidad; Tabita Aguilar -Ingeniería Agroindustrial-, con el proyecto Jugo de uva enriquecido con antioxidantes obtenidos de la piel de la uva a través de la modificación de su actual proceso productivo; Silvana Jiménez –Bioquímica-, con la iniciativa Prototipo terapéutico para el tratamiento y prevención de las enfermedades cardiovasculares; Natalie Parra –Bioquímica-, con el proyecto Fármaco con actividad bloqueadora anti-ateroma para el tratamiento de la aterosclerosis; Catherine Meza –Biología-, con la iniciativa Nueva Plataforma para la producción de biofármacos recombinantes; Robinson Padilla -Ingeniería Agroindustrial-, con el proyecto Fungicidas naturales producidos biotecnológicamente desde hongos chilenos para controlar hongos que deterioran la fruta de exportación en pre y poscosecha, y Alexis Salas -Doctorado en Ciencias Biológicas Mención Biología Celular y Molecular-, con la iniciativa PharmScan Transporter: Plataforma para la realización y análisis de docking molecular masivo aplicado a proteínas transportadoras.