Tres semanas en Corea del Sur permanecerá la estudiante de quinto año de Biología Marina, Valentina Méndez, participando en un programa internacional de inmersión en la cultura de ese paísm junto a otros 39 jóvenes de distintas partes del mundo.
La joven, quien iniciará su viaje el jueves, fue despedida esta mañana en un encuentro con el director de Relaciones Institucionales e Internacionales, Iván Araya; el coordinador de la colaboración con el área Asia Pacífico, Camilo Werlinger, y la coordinadora de movilidad estudiantil, Cecilia Collado.
Valentina es la segunda estudiante que participa en este programa que, como explicó el Dr. Araya, se inserta en la colaboración que nuestra casa de estudios mantiene desde 2011 con la Universidad Nacional de Pukyong, en Corea.
El director indicó que en el marco de la visita que el rector Sergio Lavanchy realizara el año pasado a la casa de estudios coreana se definió una serie de acciones de fortalecimiento de la colaboración, que en un inicio estuvo centrada fundamentalmente en el área de ciencias del mar.
“Entre los acuerdos que tomamos, la Universidad de Pukyong ofreció una beca para  que pudiéramos enviar un estudiante al programa de inmersión en la cultura coreana. También acordamos construir otros programas de movilidad para incentivar la venida de estudiantes de Pukyong para participar en nuestros programas de inmersión en español y de estadías semestrales en Oceanografía”, dijo.
Para el directivo, la relación con la casa de estudios coreana es un resultado tangible de “la orientación estratégica (de la UdeC) hacia la región del Asia Pacífico y que implica generar acciones de acercamiento con esos países y sus universidades”.  De este modo, explicó, se han generado acercamientos con universidades en Nueva Zelanda, China y Taiwán.
El Dr. Werlinger, quien ha conocido de Corea a través del trabajo con Pukyong y la Agencia Coreana de Cooperación Internacional (Koica), destacó que el objetivo del programa es producir un encuentro de los jóvenes “con Corea, su cultura y su idioma”, lo que, a su juicio, es una gran oportunidad para que puedan “expandir sus conocimientos” en ámbitos distintos a la formación profesional.
Asimismo, señaló que si bien este programa no está centrado en los aspectos netamente académicos, la estudiante podrá aprovechar los contactos que existen en Pukyong para analizar posibles opciones de estudio a futuro, sobre todo considerando el alto desarrollo que la casa de estudios coreana tiene en el área oceanográfica.
Este año fueron  3 los estudiantes que postularon a la beca para el programa., quienes debieron pasar un riguroso proceso de  de selección.  Las habilidades comunicativas en inglés, los méritos académicos y los aspectos motivacionales fueron los elementos fudamentales considerados a la hora de definir al becario, como contó Cecilia Collado, quien tuvo a su cargo la selección junto al doctor Werlinger.
La académica señaló que un aspecto relevante en la selección fue la entrevista personal,  que –dijo- permitió medir la capacidad de comunicación en inglés, así como conocimientos de cultura general, “porque hay que considerar que (los becarios)  son en cierto modo embajadores nuestros, no sólo de la Universidad,  del país y de la región y esta parte (cultural) es importante, porque además de ir a embeberse de la cultura también van como representantes del país”.
Nuevas realidades
Valentina explica que vio en el Programa una oportunidad para conocer nuevas realidades y auscultar opciones de estudio de postgrado para el futuro.
Durante su estadía –tiempo en el que, contó,  será acompañada por una “chaperona” local-  participará en una serie de actividades que incluyen clases sobre la ceremonia del té, de origami, kung fu y de cocina, entre otros; además de visitas a lugares emblemáticos del país, como la localidad Gyengju, varias de cuyas reliquias han sido  reconocidas por Unesco en la categoría de Tesoro de la Humanidad.   Por otro lado, ella eligió participar en cursos sobre cultura coreana y cultura global.
A pocos días de partir, Valentina trabaja contra el tiempo para cerrar el semestre –de hecho, el miércoles rinde su último examen-  y por eso, dijo, aún no asimila estar frente a una oportunidad que no se da todos los días.
“Uno ve en la Universidad que los profesores viajan y hay una movilidad permanente, pero nunca había imaginado que existiera tanta movilidad para los estudiantes de pregrado. Yo creo que no se aprovechan todas las opciones, porque los estudiantes no se informan, no preguntan”, indicó.
La estudiante  señaló que se enteró de la convocatoria por una charla sobre el programa que dieron la becaria  anterior, Daniela Lazo, de Biología,  y el profesor Werlinger. Fue ahí cuando nació su interés por participar en el programa, en la que será la única representante de América Latina.