Mensaje de error

Deprecated function: The each() function is deprecated. This message will be suppressed on further calls en _menu_load_objects() (línea 579 de /var/www/html/panoramaweb2016/includes/menu.inc).

Estallido en clave de género: expertas analizan rol de las mujeres en medio de la revuelta social

La performance del colectivo “Las Tesis”, que llama la atención sobre la violencia institucional y el efecto del patriarcado sobre las mujeres, dio la vuelta al mundo: se repitió en Paris, en Estambul, en Bogotá y en ciudades de todo Chile.

“El violador eres tú”, repitieron mujeres de todas partes, para visibilizar una desigualdad estructural que permite en Chile cosas tales como diferencias de más de un 60% en el costo de los planes de salud privados para ellas, menor acceso al empleo asalariado y sueldos más bajos.

En efecto, según la Superintendencia de Pensiones, en 2018 la brecha promedio en el salario entre hombres y mujeres era de un 15%, lo que equivale a decir que mientras un hombre recibe un ingreso imponible de 825 mil pesos, el de la mujer alcanza los 694 mil pesos.

El hito de “Las Tesis” es el más visible de una presencia que se ha manifestado tanto en el discurso como en la acción. Este año, existe una mayor expectativa respecto a la participación de las mujeres en los distintos espacios políticos y sociales, lo cual ha visibilizado las problemáticas específicas de género, en un contexto de reclamo social generalizado y ad-portas de un plebiscito que definirá el destino de la constitución vigente.

“Hay evidencia de que las desigualdades, si bien son transversales, tocan de manera diferenciada a hombres y mujeres y nosotras nos llevamos la peor parte”, señala la historiadora y académica de Sociología e Historia UdeC, Dra. Alejandra Brito Peña.

Dichas inequidades desembocan en un mayor índice de pobreza. “Existe una feminización de la pobreza, un alto porcentaje de hogares vulnerables tiene cabeza femenina y eso es porque las mujeres siempre terminan responsables de la familia”, dice Brito.

A esto, se suma un modelo en que el Estado “no es garante de los derechos, lo que ha posibilitado que el mercado transforme a las mujeres en sujetos más caros para el sistema”, agrega la especialista, al tiempo que remarca el prejuicio de que “las mujeres son menos productivas, porque tienen riesgo de embarazo, enfermarse más, pedir más permisos para cuidar a sus hijos. La legislación hace responsables a las mujeres de la maternidad y la reproducción social”.

“Y si como varón presentas una licencia porque tu hijo está enfermo, la primera pregunta de tu empleador va a ser ‘¿y la mamá?’”, subraya Brito, destacando el componente cultural de la desigualdad.

La Dra. Lucía Saldaña Muñoz, socióloga y directora de Equidad de Género y Diversidad UdeC, coincide en apuntar a esta desigualdad cultural como base para las diferencias entre hombres y mujeres. Sostiene que “dan cuenta de un modelo de sociedad con una estructura de oportunidades desigual. Es una cosa articulada, la sociedad se organiza para ser desigual”.

A juicio de Saldaña, esto se expresa en el caso de la educación y en las diversas expectativas que hay para niños y niñas —por ejemplo, la creencia de que los niños son mejores para las matemáticas— o en salud, específicamente en el trato que reciben las mujeres embarazadas, lo que hoy se conoce como violencia obstétrica.

La desigualdad también se pone de relieve en las tareas no remuneradas. Es así como el cuidado de niños y adultos mayores recae casi siempre en las mujeres y muchas veces se realiza en condiciones que no son aptas para ninguna de las dos partes.

De esa misma forma lo explica la Dra. Natalia Genta Rossi, experta uruguaya que visitó la UdeC en el marco de un curso sobre el tema de los cuidados. Para ella, el problema debe abordarse desde el Estado, que garantice el derecho al cuidado para que todas las personas puedan contar con él, no solo las que se permitan pagar o las que tengan familia disponible para dichas tareas.

En Uruguay aplica un sistema nacional que pretende mejorar la situación, detalla Genta, aunque a su vez reconoce que estos temas son especialmente sensibles a los vaivenes políticos. “Es difícil que la ley cambie, pero si no se asigna presupuesto se podría retroceder en la implementación”.

Constitución y mujeres
La participación política de las mujeres es otro aspecto que está al debe, aun cuando se ha mejorado. La ley de 2015, que exige que ningún género supere el 60% de candidatos de una lista, permitió pasar de seis a diez senadoras y de 19 a 35 diputadas para el período 2018-2022.


Estas bajas cifras hacen todavía más significativo el que la Convención Constituyente que se vota en abril incorpore la paridad de género, tal como fue aprobada por el Congreso la semana pasada. “Las mujeres no nos podemos quedar fuera de la constituyente. Si estamos con hoja en blanco, ¿por qué tenemos que estar sub representadas?”, se pregunta Brito.

La autora de “Autonomía y subordinación. Mujeres en concepción, 1840-1920”, esboza que la reticencia de sectores conservadores —cuyos representantes rechazaron la idea de paridad en el Parlamento— es por temor a que una asamblea paritaria “se transforme en feminista, lo que habla muy bien del movimiento”. Esta reticencia, dice, se produce “porque el feminismo siempre ha puesto en discusión el modelo de sociedad y el orden social”.

Para Lucía Saldaña, la incorporación de mujeres también puede servir para dar diversidad social a la discusión constituyente. “Hay un tema de las masculinidades y de algunas mujeres en posiciones hegemónicas (muy parecidas a la masculinidad hegemónica), que por nacer en una posición social donde tienen todo garantizado, les es muy difícil ver lo que viven las mujeres indígenas o pobladoras”.

Ante esto, fija su mirada en una toma de conciencia sobre los privilegios y cambios a través de mecanismos públicos. “Hay que entender que la estructura de oportunidades que nosotros tenemos no es la misma de los demás y tenemos que cambiar eso con políticas públicas, mirar a otros países desarrollados y ver cómo han instalado oportunidades que generan igualdad de derechos en las personas. No estamos hablando solo de justicia social, sino que de derechos reconocidos internacionalmente".

Fotografía: Diario Concepción