La falta de disponibilidad de comida en la África Subsahariana y algunas zonas de Asia, la distribución desigual de proteínas entre el primer mundo y los países en desarrollo, los problemas para la seguridad alimentaria y las distorsiones en el mercado por efecto del uso de granos para la nutrición animal y la producción de biocombustibles fueron algunos de los temas que el Premio Nacional en Ciencias Aplicadas y Tecnológicas 2012, Ricardo Uauy, expuso esta mañana en la apertura del Primer Congreso Vida Saludable: Alimento, Alimentación y Salud.
Más de 200 personas asisten al encuentro organizado por el Convenio de Desempeño Diseño y Desarrollo de un modelo territorial integrado para la promoción de estilos de vida saludable y prevención de la obesidad de la UdeC .
En su conferencia, Cómo alimentar a 9 mil millones de personas, el doctor Uauy señaló que al observar que cuando se habla del problema de alimentación en el mundo se hace “con etiquetas reduccionistas y se aíslan mucho los factores”. Por eso, dijo, existe la necesidad de mirar de forma global lo que está ocurriendo hoy.
“La salud tiene que ver con el consumo de alimentos, el consumo de alimentos tiene que ver con cómo se procesan los alimentos y la producción agrícola, tenemos que ver esto como un sistema donde todos factores se influyen. No se pueden ver las cosas aisladas, las consecuencias sobre la salud no se resuelven sin resolver todo esto”, afirmó.
En la oportunidad, Uauy alabó el sentido del proyecto a cargo de la UdeC –y del que él fue uno de sus evaluadores- destacando la visión de lograr una integración de diversas áreas, incluyendo, a las comunidades agrícolas como proveedores de alimentos saludables en la escuela.
Uauy es parte del grupo de 12 expertos nacionales e internacionales que exponen en el encuentro que se extiende hasta mañana. Son, como dijo el presidente de la organización de la reunión, Carlos Calvo, “los referentes y líderes de opinión en estos temas, son los que dan la pauta, tanto en Chile como en el mundo, y eso es para nosotros el mayor éxito de este congreso”.
La calidad de los especialistas y la relevancia del encuentro fueron destacadas también por el Rector Sergio Lavanchy, quien asimismo valoró el trabajo desarrollado por el programa que –destacó- reúne a especialistas de un conjunto de siete facultades.
Entre las varias exposiciones de la jornada, el investigador de la Universidad de Barcelona, Alexander Medina, mostró las últimas evidencias científicas de los efectos de la dieta mediterránea en la salud, señalando entre otros aspectos su influencia en la reducción de los factores de riesgos que inciden en enfermedades cardiovasculares. También se analizó la dieta vegeteriana, la regulación de las dietas de acuerdo a perfiles genéticos y fenotípicos, así como la importancia de la producción agrícola en la alimentación saludable.
Dentro de los especialistas invitados se cuenta el doctor Rafal Casas, presidente de la Fundación Thao, que en 2007 puso en marcha un programa de intervención para reducir la obesidad infantil en España y que es uno de los sistemas que ha mirado el Convenio de Desempeño para su desarrollo.
El profesional explicó que en el seguimiento de los niños que han permanecen al menos cuatro años en el programa –que es administrado desde las municipalidades- es posible observar cambios importantes en el índice de masa corporal (ICM) y, por tanto, bajas en los niveles de obesidad y sobrepeso, pero advirtió que “el ICM es lo último que cambia, porque lo primero que hay que cambiar es la conciencia, la formación, la actitud y el comportamiento, este es el tema que más cuesta”.
El modelo
Uno de los hitos más importantes de este Convenio es -para su directora, Natalia Ulloa- la exitosa instauración y sistematización de un modelo que, en su primer año de aplicación, muestra “resultados muy estimulantes y motivadores para continuar”.
El modelo –explicó- radica fundamentalmente en la escuela (el piloto se realiza en la Escuela República del Perú) e integra una serie de factores “que deben incorporar niños y familias para acceder a vida saludable y recuperar el peso normal”. Entre ellos destacan elementos de promoción de vida saludable, materias curriculares y extracurriculares y, uno de los aspectos más importantes, para la académica, “la intervención de los niños con sobrepeso junto a sus madres, que es fundamental”.
Un conjunto de 350 los niños –junto a sus familias- son los que han sido parte del programa, el cual ya ha demostrado su efectividad, pues en un año la obesidad bajó en tres puntos porcentuales (en un total inicial de 30%).
Son resultados que, dijo, hay que mirar con cautela, porque es necesario hacer mediciones de largo plazo “de permanencia de, al menos, diez años en el territorio”.