Con satisfacción y algo de sorpresa recibieron los académicos del Centro Eula, doctores Oscar Parra y Claudio Valdovinos, el acta del Tribunal Pleno de la Corte Suprema que los incluyó, con once votos a favor, en las quinas para el cargo de  Ministro licenciado en ciencias del Tercer Tribunal Ambiental. El paso siguiente es el envío de la lista de los preseleccionados para la decisión final que toma el presidente de la República. Los tribunales ambientales fueron creados en el marco de la nueva institucionalidad ambiental y estarán conformados por ministros abogados y ministros licenciados en ciencias, que tendrán jurisdicción respecto de la mayoría de las infracciones medioambientales que hoy ven los tribunales penales y civiles ordinarios.
Valdovinos (a la izquierda, en la foto) señaló que participar del proceso de selección no estaba dentro de sus planes. Un día -cuenta el biólogo- recibió el llamado de una empresa de headhunters que lo invitó a participar del proceso de selección que se estaba realizando para crear el Tercer Tribunal Ambiental de Valdivia, que tendrá que velar por los asuntos medioambientales entre la Octava Región y Magallanes.
Para el científico convertirse en ministro de este tribunal es aún una posibilidad incierta. “Toda mi vida la he dedicado a la Universidad de Concepción, a la docencia y a la investigación”, por lo que un probable nombramiento le abriría desafíos que no había planeado. Sin embargo, señaló, una instancia como esta sería propicia para aplicar todos sus conocimientos sobre los diversos ecosistemas que ha estudiando en más de veinte años de vida profesional. Aún así el Dr. Valdovinos se lo toma con calma y señala que “ya el haber pasado las primeras etapas con éxito me ha hecho sentir muy bien”, señaló.
La historia del ex director del centro Eula, Oscar Parra (a la derecha, en la imagen), fue más o menos similar. También hubo un llamado en que se le señaló que su perfil científico-profesional estaba dentro de los adecuados para el Tribunal Ambiental y, por lo tanto, le instabas a enviar sus antecedentes. Por otra parte, admite el académico, encontró aquí una posibilidad de probarse a sí mismo. A su juicio, esta nueva institucionalidad, esta evolución a un estado de desarrollo ambiental en Chile, es un proceso muy interesante de observar, donde la experiencia y el conocimiento de la academia es un factor importante en la toma de decisiones “tanto para el estudios de los casos y en expresar fallos”, indicó.
Si bien ambos académicos obtuvieron la máxima votación de parte de los ministros de la Suprema (11 votos) y sus posibilidades para un nombramiento son altas, ninguno se ha planteado aún lo que un cambio de esta magnitud significaría para sus vidas profesionales y personales, sobre todo porque dejar la academia –aunque sea por un período determinado-, nunca estuvo dentro de sus planes. Por ello ambos esperan sin apuro y con tranquilidad la decisión presidencial, que será dentro de los próximos meses.