Dos son las preocupaciones esenciales que la artista Teresa Razeto aborda en sus grabados, los que en ocasiones asumen temáticas diversas: la ciudad y la mujer. En las 32 piezas que componen la muestra Microcosmo, que se exhibe en la Sala CAP de la Casa del Arte UdeC, es posible descubrir cómo establece una aproximación a las problemáticas urbanas desde la mirada de la mujer en la ciudad.
Esos 32 grabados fueron donados a la colección de la Pinacoteca universitaria, acto que se concretó este mediodía en una íntima ceremonia en la que estuvieron presentes la artista, su esposo -el destacado grabador Jaime Cruz-, el Rector Sergio Lavanchy, el jefe de gabinete, Luis Alarcón; la directora de Extensión, María Nieves Alonso.
“Puede aparecer fauna urbana, señalética, pero siempre está la mirada de la mujer a esos temas. En otras ocasiones son mujeres disfrutando la ciudad, arriesgando su vida en ella o pisando la ciudad, como es el caso de la huella de la mujer pasando frente a la Moneda,  serie de 17 grabados, del cual se exhibe éste, de 2010, que es el más racional. Posteriormente he continuado trabajando el tema de la huella, la pisada de la mujer, en dos obras de 2011 que pertenecen a una serie aún inacabada”, explica la artista.
En la ocasión, el Rector realizó una visita a la exposición, donde la artista explicó a la autoridad la motivación tras cada una de las obras.  “Queremos realizar un agradecimiento público a la artista Teresa Razeto por tan importante donación, ya que con ella incrementa el patrimonio cultural, no sólo de la Pinacoteca de la Universidad de Concepción, sino también de la región”, señaló el Rector Lavanchy.
La autoridad, junto con recordar donaciones anteriores de la artista, señaló que “tenemos un contacto muy fluido con ella y su marido. Ella tiene un gran aprecio por la Universidad de Concepción y por lo que esta casa de estudios hace en el ámbito cultural y, particularmente, en las Artes Plásticas, por lo que le estamos muy agradecidos”, dijo.
En ese sentido, la artista explicó que su decisión de donar esta parte tan representativa de su obra a la Pinacoteca UdeC obedece a varias razones, “una de ella es familiar: estoy casada con un artista penquista, Jaime Cruz,  que es sobrino de don Luis David Cruz Ocampo, uno de los fundadores de la UdeC, a quien yo le tenía una gran admiración. De ello me queda un cariño no sólo hacia la ciudad, sino también hacia la Universidad”.
Otro motivo es su gran aprecio hacia el trabajo de la dirección de Extensión y el equipo de montaje y curatoría de la Pinacoteca, con el que –dijo- “hemos hecho muchos trabajos juntos. Les tengo mucha admiración, porque realizan una labor muy profesional que irradia no sólo hacia la región, sino que a nivel nacional e, incluso, fuera del país. La muestra que hicieron de grabado chileno en España, Alemania y Rusia es inédita. Me parece enormemente importante que el  Rector apoye la labor de extensión y de la Pinacoteca, porque ello permite difundir un patrimonio que no es sólo nuestro, sino también nacional. Me parece que el Rector hace un apoyo con sentido de futuro”.
El conjunto de las obras donadas  es representativo de un proceso que se inició en el año 2000 -cuando la artista transitó desde la pintura hacia el grabado- hasta 2011. Se trata principalmente de grabados en metal, realizados con la técnica del aguatinta y del aguafuerte. Hay también algunos pocos trabajos realizados con buril o punta seca, no todos ellos sobre cobre.
“Cuando comencé con el grabado lo hice sobre aluminio, ya que es un material muy blando. El buril sobre aluminio se puede trabajar con mucha soltura. Después, sencillamente, empecé a trabajar el aguafuerte y aguatinta sobre cobre”, concluyó.