Una conferencia sobre las oportunidades de formación que entrega el Programa Erasmus Mundus a estudiantes de postgrado no europeos ofreció esta mañana el docente de la Universidad de Barcelona (España),  Miquel Esteban, actividad convocada por la dirección de Relaciones Institucionales e Internacionales de la UdeC.
El investigador explicó que este programa de la Unión Europea es una ampliación de Erasmus, iniciativa que nació hace 20 años con el fin de promover la movilidad estudiantil –también de profesores, aunque en menor medida- dentro del espacio europeo y el conocimiento entre los distintos países del viejo continente, alcanzando más de 2 millones de estudiantes en intercambio en estas dos décadas.
A partir de 2004, el programa se extendió a todo el mundo con “una finalidad política”, como señaló Esteban, explicando que ello radica en el interés de Europa de atraer estudiantes de excelencia hacia sus instituciones, como una alternativa a las casas de estudio norteamericanas.
“Las grandes universidades norteamericanas se han preocupado desde siempre de hacer asociaciones de exalumnos, que son un lobby muy potente. Los exalumnos de Harvard, de Yale, como son la elite, juegan un papel importante. Y en la Unión Europea han visto que esto es vital y para ello ha dedicado una cantidad de dinero importante”, dijo.
En la primera fase de Erasmus Mundus, entre 2004 y 2009, se invirtieron 230 millones de euros; mientras que la segunda etapa, que va de 2009 a 2012, los recursos llegaron a los 950 mil millones.
El sistema opera a través de la conformación de consorcios universitarios (con instituciones de la Unión y de países no europeos) para la puesta en marcha de postgrados asociativos. Esto estará centrado fundamentalmente en másters ya que, como indicó el académico en una nueva fase de Erasmus Mundus, los doctorados pasarán a formar parte de otro programa (Marie Curie).
Estos programas reciben apoyo a través de las becas que se otorgan a los estudiantes para su movilidad hacia Europa, donde deben cursar las asignaturas del postgrado en la institución europea que actúa como sede (es rotatoria), luego de lo cual debe trasladarse a otra casa de estudio (pueden ser más) para realizar el trabajo de tesis.
También considera la movilidad de académicos para dictar cursos (de entre 2 semanas hasta 3 meses) en el programa. Una segunda línea de acción es el apoyo a iniciativas de carácter institucional para apoyar la colaboración con un país determinado o una disciplina específica.
Es el caso, por ejemplo, de un proyecto llamado Ventana de Cooperación Exterior Erasmus Mundus con Chile, que lidera la Universidad de Valladolid, que agrupa a 10 instituciones europeas y 10 chilenas.
Esteban explicó que el eje central del Programa Erasmus Mundus es el sello de excelencia, por lo cual el proceso de selección de las propuestas –lo mismo que de los becarios- es muy exigente. Así, en la convocatoria 2011, cuyos resultados se dieron a conocer hace tres semanas, se recibieron 200 proyectos de creación de másters, de los cuales 177 fueron preseleccionadas para su evaluación, para aprobar finalmente 30.
El académico también adelantó que estos momentos se está discutiendo la tercera fase del programa que, señaló, cambiará su nombre a Erasmus All.
Calidad en Laboratorios Analíticos
El doctor Esteban estuvo de visita en la UdeC con el fin de promover el master en Calidad en Laboratorios Analíticos, un programa de postgrado interinstitucional, que coordina su casa de estudios, a la vez que estuvo trabajando junto al docente de la facultad de Farmacia, Carlos Peña, en la idea de crear un curso de postgrado en Chile bajo este esquema asociativo.
El  máster en Calidad en Laboratorios Analíticos, como contó, tiene una duración de dos años –con un total de 60 créditos europeos en el período teórico e igual número para el año de trabajo de tesis- y entrega formación en las áreas de manejo de calidad, métodos analíticos y análisis de datos.
La iniciativa agrupa a las universidades europeas de Bergen (Noruega); Técnica de Gdansk (Polonia); de Barcelona (España), de Algarve (Portugal) y las extraeuropeas de Central South (China), de Sao Paulo (Brasil), del Estado Novosibirsk (Rusia); además de otras instituciones socias -que no reciben ayudas del programa- como centros de investigación, organismos públicos de distintos países del viejo continente y empresas privadas.