Desde su primera clase, hace 100 años, la Universidad de Concepción cuenta con una importante presencia femenina, que sigue potenciándose. Muchas mujeres de la comunidad UdeC han sido reconocidas a nivel nacional e internacional por sus aportes en el ámbito científico, político y educacional, entre otras esferas.

De todos los nombres que brillan en un siglo de vida podemos destacar el de Corina Vargas -la primera mujer decana en Chile y América Latina-, Inés Enríquez -abogada y primera diputada del país-, Hilda Cid -primera doctora chilena en Ciencias Exactas-, Karol Cariola -primera mujer presidenta de la FEC- y varias influyentes que estuvieron al alero de nuestra casa de estudios.

Pero así como podríamos escribir varias páginas con los perfiles de las mujeres que dejan en alto la Universidad de Concepción, la Directora de Equidad de Género y Diversidad, Lucía Saldaña, admite que aún falta por dar vitrina a tantas otras cuyos aportes tienen una visibilidad discreta.

“Necesitamos reconocer sus contribuciones y hacerles justicia. El año pasado se le colocó el nombre Hilda Cid a un auditorio, y entiendo que es el primero que tiene un nombre de mujer dentro de la Universidad. Para que una mujer llegue a ser decana en la época que fue decana Corina Vargas, durante los años 40, hablamos de un proceso de mucho trabajo y mérito”, subraya.

Para Saldaña, quien asumió la Dirección de Género creada en 2018, dos grandes factores han influido históricamente en la invisibilización del rol de nuestras mujeres en las décadas pasadas. “Hasta al menos los años 60”, apunta, “había una carga muy fuerte en la asignación de la vida reproductiva”, donde la sociedad presionaba para que ellas resolvieran primero las “necesidades domésticas” antes de tomar mayor posición en el mundo público.

En segundo lugar, indica que la poca voluntad de destacar el rol femenino fue clave en esta invisibilización: “El ámbito público de poder ha sido históricamente un ámbito masculinizado y, por lo tanto, de la mujer no se espera que se desempeñe en ese ámbito. La pérdida de privilegios que trae de la mano una mayor democratización de la sociedad en distintos niveles es algo que ha sido muy resistido”.

Por ello, Lucía Saldaña sostiene que asumir la equidad de género como uno de los principios centrales en la gestión del Rector Carlos Saavedra “implica tomar este compromiso de manera institucional y transversal” para desnaturalizar la violencia de género y reforzar la contribución femenina en el currículum universitario.