Francisco Zúñiga, abogado y coordinador de la comisión “Nueva Constitución” de la candidata Michelle Bachelet participó, junto al académico de la Universidad de Chile Pablo Ruiz Tagle y las profesoras de la UdeC Amaya Álvez y Tania Busch, de una tarde de debate sobre el proyecto que propone llevar adelante una nueva Constitución para Chile, en el seminario Una propuesta de debate constitucional para Chile, organizado por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UdeC.
Para la abogada Álvez, la intención con el seminario fue de dialogar sobre la propuesta de la ex presidenta Bachelet, indicando que la Universidad es uno de los lugares donde se debe realizar este tipo de debates. “Esta es una facultad de Derecho, que ha estado históricamente vinculada a procesos democráticos”, indicó la académica. Recordó que la UdeC ha sido históricamente reconocida como un espacio de debate democrático, ejemplificando con que “de aquí era Manuel Sanhueza, uno de los líderes del Grupo de Estudios Constitucionales –también llamado ‘de los 24’- que desde el inicio fue crítico a la Constitución de 1980”.
"Creo -indicó la abogada- que hay mucho qué decir respecto del rol que puede jugar la UdeC en propiciar un diálogo".
Francisco Zúñiga, profesor de Derecho de la Universidad de Chile y coordinador de la comisión nueva constitución del comando de Michelle Bachelet, recordó que se encuentran trabajando en un borrador para el programa del comando de la candidata –que esperan entregar a fines de este mes-, y que si bien no contiene el texto de una nueva constitución, sí expone las ideas matrices de cuál sería este nuevo texto constitucional.

[caption id="attachment_24161" align="alignleft" width="300"] Francisco Zúñiga, coordinador de la comisión Nueva Constitución.[/caption]
Se trataría de una nueva constitución que pretende mejorar las deficiencias que tiene la vigente, la que –recordó el abogado-, no solo arrancan de su origen en dictadura, sino que de un arreglo institucional que “hoy es anticuado e ineficiente y de espaldas a los derechos de las personas, por tanto el centro de un nueva constitución son los nuevos derechos”. Indicó que aborda no sólo derechos civiles, sino que la idea es de potenciar los derechos políticos de autonomía y los derechos económicos, culturales y sociales de la población.
A juicio del especialista, el nudo al que se enfrenta esta propuesta es la voluntad para hacer el cambio. Indicó que la vía por la que se espera realizar este cambio fundamental es a través de una reforma total de la Carta Fundamental, indicando “ese es el camino prioritario, naturalmente si esa vía no prospera habrá que recurrir a la soberanía del pueblo, una de las vías posibles es una asamblea constituyente, aunque no es la única”, señaló.
Para Zúñiga un cambio de constitución no necesariamente debe estar asociado a una crisis de instituciones políticas o a una situación revolucionaria de conflicto, “puede ser perfectamente fruto de un pacto, pero para que haya pacto tiene que haber acuerdo y eso actualmente no lo hay, pero no descarto que lo pueda haber”, indicó.
El académico de la facultad de Derecho de la Universidad de Chile y miembro de la comisión, Pablo Ruiz Tagle, señaló por su parte que su participación en el seminario responde a la necesidad de dialogar con diversas instancias para la elaboración de una nueva Constitución: venimos a conversar con los profesores y alumnos de la facultad de derecho sobre por qué necesitamos una nueva constitución en Chile, cuáles podrían ser las características de esa constitución y cómo podríamos llegar a ellas”. Indicó que hacer una constitución es un “proceso deliberativo, ciudadano, en que tienen que participar todas las personas y todas las regiones de nuestro país”.
Explicó que una diferencia fundamental entre la Constitución de 1980 y la posible nueva –además con el contexto histórico entre ellas-, es que la actual presentaría una lógica distinta respecto a los derechos, “particularmente a los que le interesan más a los ciudadanos como son el derecho a la educación, a la salud, al trabajo, y a la seguridad social”. Agregó que otra diferencia a tener en cuenta tiene que ver con una nueva estructura del Estado, “una estructura política de le dé más poder a las regiones y que sea capaz de entregar una capacidad de decisión a las personas, independiente de dónde hayan nacido”, explicó.