Adultos mayores más confiados, motivados y autónomos en el uso de tecnologías es el resultado del proyecto "Aprendizaje basado en empatías: nueva estrategia intergeneracional de alfabetización digital para personas mayores", que lidera la académica de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Concepción, Dra. Jacqueline Sepúlveda, con apoyo de Senama.

Entre agosto y noviembre de este año, 308 adultos mayores (76% mujeres y 24% hombres) de entre 60 y 89 años de Concepción, Talcahuano, Hualpén, Chiguayante y Cañete se entrenaron en el uso de tecnologías vinculadas a teléfonos inteligentes y, completados los 10 módulos de trabajo, esta mañana recibieron su certificación.

La iniciativa surgió a partir de un proyecto Fondef para fomentar la adherencia de adultos mayores al tratamiento de la hipertensión con apoyo de una aplicación celular, que dejó en evidencia las brechas en el manejo y acceso de esa población a la tecnología, y la necesidad de alfabetizar en el área.

La directora de ambos proyectos, Dra. Jacqueline Sepúlveda, explicó que este esfuerzo se inserta en los objetivos del equipo de trabajo que encabeza, en el sentido de aportar soluciones innovadoras a problemas de real impacto social y, en este caso, haciendo frente a los cambios demográficos que está experimentando el país, con una población de adultos mayores en crecimiento.

“La alfabetización digital va a ser un indicador de inclusión social. Hablamos del país digital, el hospital digital y queremos que ojalá todo avance en las tecnologías, pero no estamos dando los suficientes recursos para que las personas mayores se incluyan en este cambio fabuloso que es la transformación digital”, expresó la Dra. Sepúlveda.

A través del proyecto diseñaron un modelo completamente distinto al que se usa en alfabetización digital para mejorar el empoderamiento y la autonomía de los adultos mayores frente a la tecnología en base a tres pilares: la andragogía, una forma educativa para adultos mayores que considera lo que ellos quieren aprender; la empatía, para saber cómo se sienten frente al aprendizaje; y un enfoque intergeneracional, que permite que personas de distintas edades aprendan unas de otras.

Los participantes del proyecto aprendieron a conocer sus celulares, conectarse a una red, hacer video llamadas, aspectos de seguridad, usar distintas aplicaciones y navegar por internet para buscar temas de interés, entre otras materias.

“La idea era entregarles herramientas que fueran útiles para sus intereses y que pudieran servirles en el cotidiano”, dijo Natalia Velásquez, integrante del equipo del proyecto.

Todo fue planificado en base a un levantamiento de problemas, “donde nos dimos cuenta que la palabra que más se repetía (entre los adultos mayores) era falta: falta de empatía, falta de atención”, comentó Gabriela Maldonado.

La sicóloga Isis Chamblás dio cuenta de los avances alcanzados por los adultos mayores que usaban sus celulares mayoritariamente para hacer y recibir llamadas, mientras que eran pocos los que usaban AhatsApp y tomaban fotos. 
“Siguen primando las llamadas, el WhatsApp, tomar fotos, pero ahora ya usan más Facebook, YouTube, mensaje de texto, correo electrónico y algo importante: las páginas de salud, esto quiere decir que se están informando y formándose”, señaló.

Nury Maurería, de Hualpén, se mostró conforme con los avances alcanzados con la alfabetización. “Antes tenía un celular básico; después mis hijos me regalaron un smartphone y me daba miedo meterme, que se me echara a perder. Estoy feliz, porque aprendí montones. Ahora puedo recibir y enviar WhatsApp, notificaciones; hago mis trámites por internet. Tuvimos monitoras muy amorosas que nos supieron explicar bien paso a paso, desde el principio, con paciencia. Antes no sabía usar internet, ahora entro a Google y averiguo todo lo que me interesa”.