Con una gran participación de profesores, estudiantes y directores de escuelas especiales  comenzó esta mañana el seminario internacional Calidad de vida de jóvenes con discapacidad intelectual, como parte del desarrollo del Proyecto Fondecyt sobre Evaluación de la Calidad de vida de jóvenes con discapacidad intelectual en escuelas y centros laborales de la provincia de Concepción
Luego de revisar la situación actual del marco legislativo en educación especial y su implicancia en la calidad de vida, la Dra. Lilian Castro presentó los primeros resultados de este proyecto, que tiene por objetivo determinar la relación entre la formación laboral que se brinda a jóvenes con discapacidad intelectual insertos en Escuelas Especiales y la Calidad de Vida que ellos presentan, en función de posibles factores asociados como género, tipo de paradigma de cada taller, especialidad y nivel educativo.
“Se trata de un estudio novedoso, porque está basado en la percepción que tienen los jóvenes con discapacidad intelectual sobre sí mismos, y además la valoración de sus profesores, para así generar nuevas políticas sobre la formación laboral”, afirmó.
La académica –quien es especialista en diversidad y desarrollo socioeducativo- presentó los resultados de la muestra que consideró la opinión de 147 estudiantes con discapacidad intelectual, pertenecientes a talleres laborales de escuelas especiales de las comunas de San Pedro y Coronel, relacionadas con  su calidad de vida. “Al procesar los resultados se observó que según la visión de los profesionales a cargo de estos alumnos, ellos tienen una buena calidad de vida, lo que coincide con la percepción de propios jóvenes con discapacidad intelectual, alcanzando en ambos casos el  80% de satisfacción”, señaló.
Sobre las dimensiones evaluadas (bienestar emocional, relaciones interpersonales, bienestar material, desarrollo personal, bienestar física, autodeterminación, inclusión social y derechos), el marco muestral  reveló  una baja puntuación en la autodeterminación, lo que a juicio de la Dra. Castro, “se puede justificar, ya que la familia frena  a los jóvenes en sus deseos  de realización de tareas cotidianas, a modo de sobreprotección y en el ámbito laboral”.
Además, agregó que en las escuelas con paradigma social, los jóvenes presentan una mejor calidad de vida, “porque considera la deficiencia como un problema de entorno y centra su solución en la necesidad de equiparar oportunidades para la participación, en las mejorar condiciones de igualdad posibles”, dijo.
A continuación, el experto español en orientación e intervención psicopedagógica, Dr.  Rufino Cano, expuso sobre la evolución histórica de la formación laboral de jóvenes con discapacidad intelectual en España, y describió los hitos del paradigma institucional y los aspectos que inciden en la inserción laboral de estos jóvenes con discapacidad, precisando que “entiendo que la educación  y la formación afecta a la persona en su totalidad y además a lo largo  de su ciclo vital,  y una parte de ese ciclo es el hecho educativo mientras el niño está en formación reglada”.
El académico de la Universidad de Valladolid (España), revisó  los modelos de orientación e intervención en el ámbito de la formación laboral y,  en la jornada de mañana, compartirá la experiencia  de la fundación San Cebrián, cuya misión es proporcionar los apoyos necesarios para que las personas con discapacidad intelectual y sus familias disfruten de calidad de vida en condiciones de igualdad de oportunidades con el resto de la ciudadanía.
“El intercambiar experiencias enriquece no solamente el discurso teórico que hay que debatir, sino que lleva a replicar las buenas prácticas, porque construir el aprendizaje social nos corresponde a todos, en definitiva debemos enriquecer la formación integral de las personas, apostar por el desarrollo humano de todos los seres, especialmente de estos que son igual que nosotros, pero que la sociedad no acaba de entender”, indicó Cano.