Con el objetivo de promover el desarrollo, profesionalización y fortalecimiento de las artes gráficas, el grabador y docente del departamento de Artes Plásticas de la Universidad de Concepción, Claudio Romo, creó hace un año junto al poeta Alexis Figueroa, el artista Carlos Valle y el diseñador gráfico Hari Rodríguez, el proyecto editorial independiente Libros de Nébula, que pretende generar ediciones experimentales como libros álbum, narrativa gráfica y carpetas de artista de alta calidad gráfica y literaria.
“Lo que buscamos es generar una masa consumidora de narrativa gráfica para jóvenes y adultos. Además, esperamos crear la posibilidad de que egresados del departamento puedan utilizar la gráfica tanto como herramienta de arte contemporáneo, así como herramienta de construcción de identidad y de desarrollo de narrativas”, dice Romo.
Parte de esa producción fue mostrada cuando se presentaron cinco nuevos proyectos editoriales realizados por igual número de egresadas de la Universidad. Se trata de dos novelas gráficas, un álbum ilustrado y dos carpetas de artista.
“En 2011 comenzamos con esta iniciativa y convocamos a un grupo de 16 jóvenes artistas del departamento, con los que hicimos el álbum de narrativa gráfica experimental Masa Sicotrónica, que hoy se vende en librerías”, explica el docente, quien agrega que la decisión de trabajar en esta oportunidad sólo con mujeres deviene de la necesidad de incorporar visiones más frescas y misteriosas que lleva a este medio de expresión hacia lugares donde la narrativa gráfica tradicional no va.
Novelas y portafolios

[caption id="attachment_16956" align="alignleft" width="300"] Dos de las autoras, Elisa Chavarría e Ibi Díaz.[/caption]
En su novela gráfica Anomalía, la joven artista visual Elisa Chavarría actúa tanto como ilustradora y guionista, narrando su experiencia vivida antes, durante y después del terremoto de 2010. “Es una suerte de diario de reflexión interior de los sucesos vividos en ese período, desde una óptica novedosa y cotidiana”, señala el poeta Alexis Figueroa.
Por su parte, el libro Judith y Eleofonte es más bien un trabajo de poesía ilustrada donde, a partir del primer libro publicado por la poeta local Damsi Figueroa, la misma autora abordó junto a la artista visual Valeria Hernández este trabajo, contextualizando ciertos arquetipos de imagen. “Se trata de una experiencia nueva dentro del mundo específico del cómic, la historieta o el álbum”, dijo Alexis Figueroa.
Ambos libros fueron publicados en la colección Masa Sicotrónica, que es la que recoge las obras de narrativa gráfica. En tanto, la colección Cielo Abierto, está dedicada a la literatura infantil y a ella pertenece el bellísimo libro-álbum ilustrado, El cabello de Abigail, concebida por la artista Ibi Díaz, quien mezcló el trabajo análogo y digital para contar una historia autobiográfica. Este libro incorpora, además, una guía pedagógica de lectura para padres.
Por último, bajo la colección Agit Pro (agitación y propaganda) se presentaron las carpetas de artista de Carola Aravena y Paola Barrera, portafolios que contienen 10 serigrafías de gran formato. De cada uno de ellos se editó 30 carpetas, las que al igual que el resto de las publicaciones se venderán directa o por medio de otros canales que se irán abriendo mediante convenios con librerías.
Sobre este último punto, distribución y venta, los editores declararon haberse encontrado con el gran obstáculo que representa el IVA al libro, el que –dijeron- es el más alto de Latinoamérica.