El fuerte vínculo con su entorno está en la esencia de la Universidad de Concepción y ha adoptado diversas formas a lo largo de su historia, como mostró el asesor senior del Centro de Extensionismo Tecnológico (Cetma) de la UdeC, Marcos Cruz, en la conferencia que ofreció en el marco de la Escuela de Verano 2019 “Albor Centenario”.

“Siempre estuvo presente la idea de que, debiéndose esta Universidad a la comunidad, debía ella entregar sus frutos a la región, el país y el mundo. Cumple así el compromiso de la extensión, que estaba en su fundación, de salir más allá de las aulas y laboratorios, de ir de la reflexión a la acción, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”, afirmó.

En su exposición, titulada “Extensionismo tecnológico: volver a la comunidad”, Cruz se centró en el papel que cumplió la Universidad en el Plan Chillán, impulsado por la Organización de Naciones Unidas y el entonces Departamento Técnico de Cooperación Agrícola, para promover el desarrollo de la agricultura en las provincias de Maule, Ñuble y Concepción, las mismas áreas que cubre hoy el Cetma.

De acuerdo al profesional formado en la UdeC, la creación de la Facultad de Agronomía, en 1954, coincidió con una parte de la vigencia de este plan, de modo que hubo presencia de académicos en varias de sus acciones.

El Director Ejecutivo de Cetma, José Antonio Carrasco, comentó que siguiendo la línea temática de la escuela de verano, se propusieron reflexionar sobre la forma en que la tarea de extensión que generó las antiguas escuelas se presenta hoy.

“Esto no es algo muy conocido, por eso –señaló- queremos explicar cómo devolvemos a la comunidad a través del trabajo que hacemos día a día en terreno, fuera del campus, integrando los conocimientos que genera la Universidad y que también otros expertos del territorio generan para servir a la pequeña y mediana empresa para que pueda crecer y desarrollarse”, que es el objetivo del Cetma.

“Queremos que la pyme confíe en la universidad como socio, no solo en lo académico, sino también en la entrega de conocimientos prácticos que es algo que también estuvo en las motivaciones para la creación de la UdeC”, indicó.

En sus tres años de funcionamiento, el Cetma ha diagnosticado a 321 empresas y ha efectuado 231 asistencias técnicas relacionadas con temas de eficiencia energética, asesorías tecnológicas, diseño y fabricación, siendo un organismo que vincula a la Universidad con las empresas.

En la oportunidad, el extensionista Matías Ríos expuso algunas experiencias desarrolladas por el Centro, donde destacó el trabajo en la recuperación del oficio de los carpinteros de ribera, para poner de relieve que, junto con la asistencia técnica, la extensión tiene una componente social.

“Cuando incorporamos una tecnología o cuando generamos confianza suficiente para que las empresas cambien la forma de hacer las cosas, vemos que eso tiene un impacto en el mismo trabajador, en la familia y el barrio donde están estas empresas. Y esos cambios generan una nueva forma de reconocimiento de ese quehacer, porque los empresarios requieren un reconocimiento económico para subsistir, pero también un reconocimiento social para poder mantener sus oficios y sus prácticas manufactureras”, comentó.