La importancia estratégica del mar, como proveedora de recursos inmediatos, pero principalmente como una fuente inmensa de conocimiento y de posibilidades de desarrollo, fue uno de los principales temas con que se presentó oficialmente la iniciativa impulsada por la Universidad de Concepción en orden a realizar el primer Censo de la Vida Marina en Chile, al cual ya se han sumado otras 19 casas de estudios y más de 60 científicos de todo el país, convencidos de que este proyecto es una apuesta de futuro.
Para darlo a conocer, se invitó a los principales científicos de la vida marina de Chile, así como a estudiantes de las carreras relacionadas y parlamentarios, a un seminario que se efectuó en el Salón de Honor del Congreso Nacional, en donde se entregó información de primera mano acerca de los alcances de este proyecto y de las implicancias que tiene para la historia de la ciencia nacional.
En la oportunidad, el Vicerrector de Investigación y Desarrollo de la UdeC, Bernabé Rivas, presentó el proyecto y señaló que debido a las especiales características del mar costero chileno (que entre otras cosas está comprobado es el más productivo del planeta) existen oportunidades “que nos imponen derechos y deberes, entre ellos, el conocer cabalmente lo que vive en nuestros espacios marinos. ¿Cómo, de otro modo, podríamos utilizarlos para nuestro desarrollo, considerando que actualmente los recursos naturales del mar sólo aportan un 1% al Producto Interno Bruto? ¿Cómo, de otro, modo podríamos protegerlos, si no los conocemos? En otras palabras, ¿cómo podríamos cumplir con los preceptos del Convenio Internacional de que somos parte?- se preguntó, aludiendo al Convenio sobre la diversidad biológica, del cual Chile es signatario.
Por su parte, el Director del Programa “Censo de la Vida Marina de Chile” (CVM-Chile), el doctor Víctor Ariel Gallardo, presentó los principales objetivos de la iniciativa, señalando la pertinencia de la oportunidad que se tiene, ya que no existen investigaciones coordinadas ni completas de la vida marina chilena.
“El Censo es importante porque no sabemos con exactitud lo que tenemos en el mar, porque aparte de unas pocas especies el resto es desconocido”, señaló, expresando la necesidad que tenemos como país para el desenvolvimiento de nuestro acervo científico, ya que existe un mundo de desconocimiento que debemos develar.
Para ello se plantea un programa de diez años de duración, en donde científicos y estudiantes chilenos coordinarán sus investigaciones, además de entregar financiamiento para la recolección e identificación de especies y el estudio de los hábitat de la zona de mar exclusivo chileno, terminando con un gran corpus de información disponible de manera virtual.
“Estamos hablando de una década de investigación, en donde se hará recolección e identificación de las especies. Para ello, ya estamos desarrollando más y mejores procesos de descripción, estableciendo protocolos eficientes y así completar un atlas muy completo de lo que vive en los diferentes hábitats chilenos. Muchos de los campos de estudio poseen complejidades muy grandes, por ejemplo en las zonas muy profundas se requieren sofisticados equipos para muestrear. Para ello tenemos planificado el uso de un nuevo buque oceanográfico y quizá habilitar algunos otros que se están construyendo y, por supuesto, aprovechar de mucha mejor forma, con mayor participación chilena, las expediciones extranjeras que llegan a nuestro país”.
El CVM-Chile no sólo se encargará de la recolección de especies y su posterior clasificación, sino que plantea la creación de un Banco de Genes de la biodiversidad marina, una Base de Datos y una Enciclopedia de la vida marina, además de un estudio acerca de los patrones de cambio en el futuro de las poblaciones marinas.
La iniciativa CVM-Chile surgió de la colaboración de la comunidad científica chilena en el “Census of Marine Life” que consistió en 540 expediciones alrededor del mundo en la década del 2000, y que reportó 6000 nuevas especies para una enorme base de datos pública internacional, además de 2600 publicaciones científicas y la colaboración de 670 instituciones públicas y privadas.
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