Tomando como base la premisa de la neurociencia, que dice que imaginar una acción y ponerla en práctica no son hechos distintos, el Centro de Rehabilitación Oral Avanzada e Implantología (CRAI)  y la facultad de Odontología están trabajando en un proyecto que apunta a desarrollar las habilidades motrices  en los futuros odontólogos, a través de la visualización, una técnica que consiste en generar imágenes mentales de una acción o procedimiento determinado (práctica mental), para luego llevarlos a cabo.
La motricidad fina es una de las habilidades fundamentales en los profesionales de la salud que, en su forma tradicional, es entrenada a través de la demostración de los procedimientos clínicos, por parte del profesor, y la observación directa (y posterior repetición) por parte del alumno.
En el caso de los odontólogos, los ensayos  de los procedimientos se realizan a través de fantomas dentales (modelos) o simuladores, pero como señala el director del CRAI y líder del proyecto, Jorge Jofré, “a pesar de que se practica mucho en ellos, muchos de los alumnos no muestran una mejora consistente en la destreza motriz”.
Entonces, dice, había que buscar una forma de mejorar esas habilidades de una manera “ingeniosa”. Así,  llegaron a la idea de la visualización, con una fórmula que tiene base en la neurociencia.  “Cuando el cerebro imagina una acción activa las mismas áreas neurales que cuando esta acción es ejecutada”, explica el académico.
Esto, aplicado al desarrollo de las destrezas motoras, significa hacer que los  alumnos visualicen una imagen ideal (por medio de ambientes virtuales, imágenes 3D) del procedimiento que deben aprender antes de practicarlo.
“Es un ejercicio mental y la idea es que los alumnos imaginen, de manera ideal, el ejercicio (la tarea a realizar), antes de ejecutarlo”, señala el académico, a la vez que cuenta que existe evidencia de que visualizar sirve para adquirir y mejorar habilidades motoras en algunas áreas del deporte y rehabilitación.
Como parte del proyecto, en el CRAI se implementará un laboratorio en el que se generarán la metódica de la visualización, así como las imágenes y modelos de apoyo (en ambientes virtuales); mientras que la facultad de Odontología habilitará un área de simuladores por visualización.
Con estos recursos, se llevará a cabo la primera fase del proyecto, que consiste en evaluar la efectividad de la visualización  en el desarrollo de destrezas.
“Lo que haremos es entregar una clase típica de cómo hacer un tipo de preparación de dientes, a alumnos que están comenzando Preclínica (estudiantes de tercer año). Luego  de esa clase vamos a dividirlos en dos grupos: uno va a trabajar de modo tradicional con un fantoma donde va a reproducir la preparación que mostró el profesor y  el otro va a tener un entrenamiento diario de 30 minutos con visualización 3D para ejercitar mentalmente la preparación ideal durante una semana, luego de la semana va  a tener un modelo (real)  exactamente igual al diente que vio en el ambiente virtual y va a ejecutar la preparación”.
El académico explica que para evaluar de manera objetiva la ejecución de los alumnos que han pasado por la visualización, cuentan con un programa que superpone y compara un scanner del “modelo ideal” y el modelo ejecutado por el estudiante, que permite saber cuán cercano está el segundo del primero.
“El alumno que desarrolla la práctica real depende de sus habilidades innatas para reproducir una preparación dentaria, esto hace que personas con poca destreza estén muy lejos de lograr los objetivos requeridos y, al realizar repeticiones sin una guía permanente, los errores se hacen repetitivos; en cambio el alumno que hace la repetición de visualizaciones ideales como un ejercicio mental previo a la práctica real, probablemente estará mucho más cerca del objetivo. Eso es lo que uno hace uno cuando realiza un ejercicio, primero lo imagina y después lo ejecuta”.
Los conocimientos actuales en neurociencias y plasticidad cerebral, dice Jofré, abren oportunidades de alternativas de enseñanza, que permiten utilizar de mejor manera las capacidad para acelerar y retener nuestro aprendizaje, así como para aumentar el  desarrollo de las destrezas motoras finas para las ciencias de la salud. De este modo –agrega- este proyecto abre ventanas para extender el entrenamiento de visualización en el área médica, en general,  por la vía de potenciar cursos de educación a distancia, incorporando elementos para que los alumnos puedan realizar los ejercicios prácticos.
En el CRAI existe una impresora 3D, que permite fabricar material en volumen, a bajo costo, que –como explica- podrían generar matrices de modelos que serán enviados por correo a los estudiantes.
Formación
Las etapas preliminares del proyecto consideran también actividades de capacitación del grupo de trabajo en distintas materias, como simuladores de entrenamiento y ambientes virtuales.
Como parte de este entrenamiento, un grupo de académicos realizó una estadía de 10 días  en España para visitar la facultad de Odontología  y el Centro de  Enseñanzas Virtuales (CEVUG) de la Universidad de Granada (España). La delegación estuvo compuesta por Paula Quintana y Manuel Michel, del CRAI; la docente de Odontología, Lilian Nass, además de Emerita Bañados,  del Centro de Formación y Recursos Didácticos (CFRD), quien aporta su experiencia en el área de Educación a Distancia.
Con esta visita y con respaldo del convenio marco de colaboración que existe entre la Universidad de Granada y la UdeC, se espera generar alianzas estratégicas y reforzar los lazos, con el fin de potenciar las actividades relacionadas con el proyecto.
“Esta es una instancia que permitirá al grupo de académicos conocer de primera fuente la experiencia en la implementación de un modelo de entrenamiento por visualización 3D de los estudiantes de Odontología en las asignaturas preclínicas, objetivo del proyecto Mecesup,  y de la investigación que se pretende desarrollar para el mejoramiento de la calidad del aprendizaje”, señaló el doctor Jofré.
El proyecto Aprendizaje y desarrollo de destrezas motoras finas basados en la creación de un ambiente interactivo de visualización 4D para estudiantes de Odontología de la Universidad de Concepción fue aprobado este año en la línea del Fondo de Innovación Académica (FIAC) de Mecesup y se extiende hasta 2013.