Podría decirse que el académico Bernardo Suazo está en el ADN de la facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía, FAUG. Llegó a la unidad académica cuando ésta existía sólo como decreto de creación -todo estaba por hacerse, dice- y desde entonces secundó la administración universitaria desde el vicedecanato.
Ahora, como decano  -fue elegido en octubre con el respaldo del 80% del cuerpo académico -,  el docente está preocupado de establecer las bases para una nueva etapa de crecimiento de la FAUG.  “La Facultad cumplió un ciclo, con casi 10 años de existencia, y ya está consolidada; no hay grandes desafíos desde el punto de vista de la institucionalidad. La consolidación fue la gran gestión de Ricardo Utz  y su equip. Ahora lo que hay que hacer es proyectarla al futuro”, señala el nuevo decano.
En esta idea, el arquitecto ha establecido un programa de trabajo que descansa en tres grandes ejes, vinculados a los ámbitos externos e internos de la Facultad, y aspectos relativos a infraestructura.
Sobre el primer punto, Suazo explica que el objetivo es fortalecer la presencia de la Facultad dentro y fuera del espacio institucional, con el posicionamiento de la unidad académica como líder de opinión “sobre todo en los temas urbanos, que no abordan otras facultades que existen en la ciudad”, y una mayor conexión con la comunidad, sumando a las actividades de asistencia técnica y la transferencia tecnológica.
Con este fin, se han propuesto crear  un centro de investigación aplicada, para vincular el quehacer de los académicos y el mundo externo. “No nos podemos abstraer de lo que pasa fuera. Ese es a veces el error de los universitarios y la academia en general”.
En lo interno,  una de las prioridades tiene que ver la integración de las dos carreras que pertenecen a la Facultad. “Arquitectura, como es la más antigua, tal vez tiene más presencia dentro de la Universidad y Geografía necesita integrarse más fuertemente. Esto significa integrarla no sólo como disciplina a nivel de docencia de post grado, sino también del alumnado y los docentes. Aquí debiera haber una gran comunidad, pero a veces las disciplinas nos distancian. Para unir la Arquitectura y la Geografía, tenemos al Urbanismo entre medio”.
Otro tema importante en el ámbito interno es la calidad de la docencia, lo que significa mantener y acrecentar los niveles que exhibe la actividad hoy y esto pasa, señala Suazo, por la contratación de especialistas en áreas que se consideran claves para la formación. Relevante también en el trabajo interno es la participación. La Facultad ya cuenta con un proyecto para crear una Comisión Asesora Triestamental, de apoyo al Consejo Directivo. “Esta propuesta la vamos a afinar e implementar  cuando el tema esté reglado a nivel de la Universidad”, adelanta.
En el ámbito de la infraestructura, el decano señala la necesidad de espacios que favorezcan la integración de todos los actores de la Facultad, y la necesidad de mejorar los espacios de laboratorios y talleres para los estudiantes, así como normalizar y rediseñar los sistemas de redes eléctricas y de comunicación.
Pero más allá de estos aspectos puntuales, el decano cuenta que existe un proyecto más ambicioso y que responde a un anhelo muy sentido de la comunidad, contar con un edificio: “el sueño en este período es terminar con el proyecto armado, pensando en que cumpla con todas nuestras necesidades, para luego postularlo y ver cómo se puede concretar en el tiempo”, dice.