Media hectárea de ensayo en producción de semilla de Banching  se encuentra trabajado la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción del Campus Chillán, en una iniciativa que se inició hace dos años en conjunto con la empresa Curimapu, relativa a la producción de semillas de hortalizas.
Así lo explicó la directora del Departamento de Producción Vegetal, Susana Fischer, quien agregó que “iniciamos los primeros ensayos con espinaca y sandia, y este año comenzamos con la producción de Banching, que es muy parecida al puerro o cebolla, y que se consume mucho entre los asiáticos. Aclaro que acá estamos haciendo ensayos de producción de semilla. Lo destaco porque producir Banching o cualquier hortaliza para el consumo de la materia prima que puede ser el tallo, la hoja o el fruto, es totalmente distinto del manejo que se hace para la producción de semillas, que en este caso es una producción convencional, es decir, aquí no hay elementos transgénicos que se estén trabajando, sino que es a través de polinización cruzada, donde uno utiliza una cierta cantidad de individuos machos y una cierta cantidad de individuos hembras, pero todo está pensado hacia lo que es la producción de semilla, más que a lo que es la producción del órgano de consumo”.
De acuerdo a lo expresado por Fischer, el trabajo que posee buenas perspectivas ha sido visitado constantemente por profesionales de la empresa Curimapu y expertos del extranjero, específicamente asiáticos, quienes chequean los estándares de calidad que se requieren.
Investigación
Este tipo de ensayo modelo está iniciándose en Chile desde aproximadamente cinco años, según explicó la académica, quien agregó que “este trabajo es importante como vinculación con el medio, ya que actualmente se focaliza en el manejo propio de la zona para la producción de semillas de hortalizas. Normalmente, la producción de semillas estaba centrada en las regiones más centrales del país (O´Higgins y Maule), sin embargo se ha visto que existe un potencial  interesante para la producción de semillas en las regiones centro sur del país y, en ese sentido, dado que las condiciones agroclimáticas son diferentes, el manejo que debe hacerse es distinto, y allí es donde nuestra Facultad interviene, aportando investigación al respecto”.
Para la concreción de estos ensayos la empresa Curimapu  aportó recursos cercanos a los tres millones de pesos y en él intervienen no sólo académicos y expertos en el rubro, sino que también estudiantes. “Uno siempre trata de incorporarlos, porque la idea es capacitarlos. Para la Facultad no sólo importa hacer ensayos para mostrar los resultados a una empresa, sino que en el fondo también existe un fin académico, así lo acordamos con Curimapu, que nos apoya en ese sentido, porque entienden que los alumnos deben estar preparados para hacerse cargo de lo que es la producción de semillas”, concluyó Fischer.