El actual director del Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Concepción, Oscar Nail, fue elegido como nuevo Decano de la Facultad de Educación en las votaciones celebradas durante la mañana, en las que alcanzó 31 preferencias.
Las elecciones contaron con la participación de 57 de los académicos habilitados para participar en el proceso, 24 de los cuales entregaron su apoyo al segundo candidato en competencia, el actual vicedecano, Hugo Aránguiz, registrándose, además, dos votos nulos.
El decano electo -quien es profesor de filosofía y psicólogo formado en la UdeC, y doctor en Educación de la Universidad de Córdoba, España- ha definido como principal tarea de su gestión el rediseño de la Facultad en las áreas de pregrado, postgrado y la extensión. Y, en este contexto, lo más urgente es la reactivación del doctorado, un proceso que –comentó- está bien avanzado, por lo que se espera que sea reabierto a mediados de este año.
También en el área de postgrado, señala la necesidad de aumentar los niveles de investigación y publicaciones. “Esa es la tendencia en el mundo académico, son los estándares que se piden”, afirmó.
El académico, especialista en convivencia escolar, indicó que en el nivel de pregrado el reto es mejorar la formación inicial de profesores, “de acuerdo a los estándares de calidad que se exigen hoy a nivel internacional, y eso implica el rediseño de las mallas y las orientaciones para profesores del futuro”.
Es, como señaló, un gran desafío, porque se trata de un “tema sistémico” que involucra a distintos actores. “No somos sólo nosotros, sino que el sistema de la educación. Hay que articular con las demandas de las políticas de Estado, de lo que exigen las agencias de calidad. Además, estamos en un escenario en que cada vez hay menos postulantes a pedagogía, con un tipo de alumno que entra a la carrera, al que tenemos que aumentar los niveles de desempeño y esos desafíos son bastante urgentes y actuales en el contexto incluso de país”, señaló.
El Doctor Nail reconoció que para abordar todas estas tareas “necesitamos muy buenas relaciones con el medio, con el sistema educativo, con la Rectoría", indicó.
En esta línea, también está el objetivo de lograr un reposicionamiento de la unidad académica tanto a nivel de la Universidad, como en la región y el país. “Queremos que se note más nuestra presencia respecto de la educación, en un contexto de los desafíos del país, que son sistémicos. Hay demanda de la sociedad chilena por mejorar la calidad de la educación, está el tema de cómo incorporamos mejores estudiantes a la carrera de pedagogía; cómo estos estudiantes pueden marcar una diferencia en lo que hay y cómo pueden ser realmente un aporte al mejoramiento de los estándares que hoy tiene el país”, declaró.
Todos estas tareas, dijo el decano, requieren de la participación activa de los académicos de la Facultad.  “Nosotros no estamos por excluir a nadie, sino todo lo contrario. El desafío mayor va a ser integrar al colectivo de esta Facultad en estas tareas, porque yo creo que un decano no hace una Facultad, sino que es un equipo de trabajo”, indicó.