Brechas económicas, políticas y medioambientales, insalvables en un corto plazo, son los factores que, según el académico de la facultad de Ingeniería, Claudio Zaror, hacen inviable la factibilidad de incorporar la opción nuclear a la matriz energética de Chile.
El investigador, quien integró el Consejo Consultivo Nucleoeléctrico de la Comisión Nacional de Energía entre 2008 y 2009, expuso esta mañana sobre el estado del arte en esta área y sus perspectivas para el país, en la jornada de cierre del seminario Hacia una diversificación de la matriz energética chilena, organizado por la Universidad de Concepción y el Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania.
En su análisis sobre los requerimientos que se exigen para la instalación de reactores, materia que administra el Organismo Internacional de Energía Atómica (OEIA), Zaror explicó que la sola obtención de la autorización del ente implica “superar unas 40 brechas que tenemos como país y que nos costaría entre 10 a 15 millones resolver, porque aquí no se trata de dinero privado”.
A su juicio, es poco probable que la población apoye la idea de destinar esos montos de recursos, cuando en el país “existen problemas importantes de salud, educación e infraestructura”, áreas en las que esos recursos “serían mucho mejor invertidos desde el punto de vista de la rentabilidad social”.
Por otro lado, en la perspectiva energética y fijando su posición  personal, el académico afirmó que esa suma, usada en recursos renovables, permitirían impulsar energías  alternativas  como la mareomotriz, eólica, solar o geotérmica.
Profundizando en el tema económico,  el académico explicó que hoy la inversión inicial para proyectos de plantas nucleares puede llegar a los 9 millones de dólares por megawatt (Mw)  de potencia instalada, mientras que el tiempo que media entre la instalación y la puesta en el mercado del primer Mw puede tardar hasta 20 años; un plazo de retorno que no resiste ningún inversionista privado.
Por eso, agregó, “en todos los países (que cuentan con esta fuente energética), sin excepción, la injerencia del Estado en materia financiera ha sido enorme, ya sea entregando subsidios o salvaguardas o bien haciéndose cargo de las inversiones. Y en Chile esto no se puede hacer”, dijo.
Junto con señalar los problemas  regulatorios y de falta de capital humano que enfrenta nuestro país para hacerse cargo de estos sistemas de generación energética, a los que se suma la negativa percepción pública sobre el tema,  el doctor Zaror acusó la falta de una política que vincule la estructura de la matriz energética con las necesidades de los distintos sectores productivos.
“Mientras tengamos un Estado incapaz de generar los lineamientos estratégicos reales de desarrollo, con horizontes de largo plazo, es poco serio hablar de este tema,  incluso como ejercicio académico. Hay personeros de Estado, académicos,  ejecutivos de empresas que hablan irresponsablemente de esto, cuando el país carece de lineamientos estratégicos que sustenten la posibilidad de una opción nuclear”, afirmó.
Durante la jornada también se conocieron materias vinculadas  a la eficiencia energética en el sector residencial e industrial en las presentaciones de los académicos de la facultad de Ingeniería, Adelqui Fissore y Luis Morán, respectivamente.