Cerca de 250 personas participaron en el seminario "Avances y desafíos de la Innovación Regional", desarrollado por la Vicerrectoría de Relaciones Institucionales y Vinculación con el Medio (Vrim), en el marco de la instalación de la Unidad de Vigilancia Estratégica, Bío Bío Inteligente.

Esta unidad, que es resultado de un proyecto adjudicado por Corfo y el Gobierno Regional a la Vrim y que involucra a diversas instituciones, tiene por propósito contar con un sistema de monitoreo de la innovación a nivel local, regional e internacional.

La idea de este tipo de plataformas es conocer los proyectos en marcha y sus impactos “para contribuir a actualizar los procesos productivos, sociales, institucionales, a través de las distintas posibilidades tecnológicas que actualmente existen”, señaló el Vicerrector de la Vrim, Dr. Jorge Rojas.

El académico reflexionó sobre las nuevas etapas de desarrollo que vive la humanidad y la forma en que países como el nuestro se insertarán en estos procesos; es decir, si continuarán en la dependencia tecnológica o tomarán un rol más activo en ellos. “Esto es un desafío para el sector público, para las universidades, para las ciencias, los ingenieros y una gran oportunidad si tenemos las capacidades de ser partícipes (de ello)”, comentó.

El Director de Bío Bío Inteligente, Rafael Figueroa, expresó que con esta Unidad se espera dar una mirada estratégica a la innovación que se lleva a cabo en la región, situando en esa perspectiva la realización de este primer evento masivo al amparo del organismo.

“Bío Bío es una cuna de pensadores, de artistas, científicos, inventores y lo importante es que en materia de innovación podamos articularnos y tomar buenas decisiones en materia de políticas públicas que trasciendan en los años, porque estas cosas no se construyen de un rato para otro, sino que con el acuerdo y el aporte de todos los actores de este ecosistema”, manifestó.

El seminario, que tendrá una segunda versión en enero, contó con la participación de los académicos Pablo Catalán e Inti Núñez, quienes compartieron sus visiones en torno a la sofisticación de los ecosistemas de innovación y los desafíos de las políticas públicas en el área, respectivamente.

Catalán explicó que los conceptos de diversificación tienen que ver con los procesos de cambio en la matriz productiva y que, en el caso de nuestro país o el ecosistema local (la región o la ciudad) significa pasar de modelos extractivistas de recursos naturales a construir industrias tecnológicas, sobre la base de nuevas áreas de conocimiento.

El académico mostró algunos ejemplos que han sido analizados en el Centro de Estudios de la Innovación, como el proceso que vive la ciudad de Atlanta en Estados Unidos. “Ellos tienen larga tradición en industrias logísticas, de servicio, pero en los últimos años han construido en forma sólida y contundente un ecosistema de innovación y emprendimiento sobre una base más diversa de conocimiento y tecnología, a tal punto que hoy es mencionada como una de las posibles sedes del nuevo headquarter de Amazon, que es una tremenda inversión”, dijo.

Inti Núñez, en tanto, se refirió a los ciclos que abarcan las políticas públicas en la materia, señalando que los procesos de innovación más cortos pueden alcanzar los tres años, “pero que, en general, son más extensos (…) de más de 20 años”.

Por otro lado, afirmó que en la innovación no solo se asegura con políticas públicas, sino que se requiere de la participación de la gente a través de sus emprendimientos y de la responsabilidad del ecosistema en la retención de talentos; a la vez que advirtió que a la hora de abordar esta área de desarrollo no sirve creer en la “política del chorreo”, ahorrar inversiones de base ni las copias sin adaptación.