Una araucaria y una piedra de cobre con una placa recordatoria, dispuestas en el patio interior de la Facultad de Ciencias Químicas, y un auditorio que lleva su nombre, reforzarán desde hoy la memoria que colegas y amigos de la unidad académica conservan del docente e investigador, Dr. Burkhard Seeger.

Los dos primeros recordatorios, iniciativa de la familia, y el segundo, de parte de la Facultad, marcaron el cierre del acto con que la comunidad de Ciencias Químicas homenajeó al Profesor Emérito de la UdeC, fallecido en agosto.

Directivos universitarios, encabezados por el Vicerrector Carlos González, académicos, administrativos, estudiantes, amigos y familiares se hicieron parte de la ceremonia en que el Dr. Seeger -presente en sus cenizas- fue recordado en sus facetas como docente, investigador, profesional y familiar en una serie de sentidas intervenciones que resaltaron su dedicación en el trabajo, la entrega a sus alumnos, su jovialidad y optimismo, su amplia cultura y culto a la amistad.

El Decano Adelio Matamala recordó que el académico fue fundador de la Facultad y destacó algunos aspectos de su personalidad y el reconocimiento de que goza entre sus pares, a la vez que lo calificó como una institución. “Si la UdeC es una institución, hay académicos que se ganan el mérito de ser parte de esa institución”, dijo.

En tanto, el Decano de Farmacia, Ricardo Godoy, entregó antecedentes del paso de Dr. Seeger por esa repartición, primero como estudiante de Química y Farmacia, carrera a la que ingresó en 1947, y luego, en sus primeras funciones académicas, como ayudante, hasta 1951. “(En la Facultad) le recordamos con orgullo por haber contribuido a su formación, pero sobre todo le recordaremos por su especial forma de relacionare con nosotros y con su entorno”, señaló el académico.

Luego fue el turno del Dr. Iván Peric, Director del Departamento de Química Analítica e Inorgánica, donde el Profesor Emérito desarrolló toda su carrera científica y académica. En la oportunidad, resaltó que fue el primer docente en la UdeC en recibir la beca Humboldt y obtener un grado de doctor en Ciencias; sus aportes a la enseñanza de pre y postgrado, así como en la investigación aplicada al cobre y a la valorización de la madera.

También en su rol científico se destacó su labor en la Sociedad Chilena de Química, la que fue reseñada por el presidente del organismo y vicedecano de Ciencias Químicas, Dr. Eduardo Pereira. El académico señaló que, al igual que en otras instancias de las que fue parte, en la sociedad (de la que fue socio desde 1964), el investigador sobresalió por su aporte, entrega y entusiasmo.

Por su parte, el Presidente de la Academia de Profesores Eméritos, Alberto Moreno, recordó el rol protagónico del Dr. Segeer, junto al profesor Antonio Camurri, en la creación y puesta en marcha de la instancia dedicada a difundir el quehacer científico y de la que -dijo- fue su secretario vitalicio. “El legado que nos ha dejado el Dr. Seeger en relación a la academia es mantener activa esta institución”, aseveró.

El también químico farmacéutico Marcos Montes se refirió a la excelencia profesional y calidad humana del homenajeado, poniendo énfasis en sus virtudes como amigo “siempre sonriente y bondadoso”. Para Montes, es en este punto “donde su figura se agranda, en nuestros tiempos en que el avance de la ciencia no comparte la esencia del calor humano. Es aquí donde emerge la figura de Burkhard Seeger, con su gran carga de humanismo, su trato afable y fortaleza de espíritu que siempre sabia compartir con quienes le rodeábamos”.

Ahondado en este aspecto y en nombre de los miembros del Hogar Alemán de Concepción, Rolf Neiman comentó de la trascendencia que el profesor asignaba a la amistad, porque, de acuerdo al pensamiento del académico, a diferencia de otros valores que están en la esfera individual, “para Seeger la amistad era con el otro”.

Finalmente y en representación de la familia, su hijo Michael, agradeció el homenaje, brindando un discurso en el que profundizó en otros aspectos de la personalidad de su padre, como su interés por las artes y la literatura, su profundo amor por Chile y Alemania, su fuerte arraigo en la ciudad; entregando detalles biográficos de su infancia y juventud, así como de su vida en familia.

A su juicio, su padre dejó huellas en muchas personas, con un legado que incluye su pasión por la ciencia y el conocimiento, su amor a Concepción, su entrega a la Universidad, “su alegría y optimismo inagotable” y su coraje para seguir luchando.