Indice de Artículos
:
LA
PRIORIDAD DEL CRECIMIENTO ECONOMICO Octubre/1996
INVERTIR MAS
Y MEJOR EN LA ENSEÑANZA MEDIA Noviembre/1996
NOS ESTAMOS
ATRASANDO AL ENFRENTAR LA PROBLEMATICA AMBIENTAL Diciembre/1996
NIVEL DE REMUNERACIONES
Y EXTENSION DE JORNADA EDUCACIONAL Enero/1997
MITOS EN TORNO
A LA EVALUACION DE IMPACTO AMBIENTAL Febrero/1997
EL ORIGEN DE
LAS DESIGUALDADES REGIONALES Marzo/1997
EL
FINANCIAMIENTO DE LOS PARTIDOS POLITICOS Y LA INTERVENCION DEL GOBIERNO.Abril/1997
LA CONSIDERACION
DEL MEDIO AMBIENTE EN LA DECISIONES DE INVERSION FRENA EL DESARROLLO ECONOMICO.Mayo/1997
PROYECTOS
Y CRECIMIENTO ECONOMICO Junio/1997
EL
COSTO DE OPORTUNIDAD DEBE SER CONOCIDO Julio/1997
ASI
NO SE PUEDE CRECER Agosto/1997
EL
PODER DE LOS INCENTIVOS ECONOMICOS Septiembre/1997
SOBERANIA
DEL CONSUMIDOR O DEL PRODUCTOR? Octubre/1997
EL
COMERCIO AMBULANTE ILEGAL Noviembre/1997
ÉXITO
ECONOMICO Y CRISIS Enero/1998
EXTREMISMO:
AMBIENTALISTAS VERSUS ECONOMICISTAS Marzo/1998
¿CAMBIOS
EN LA CANASTA PARA MEDIR EL IPC? Abril/1998
LA
CUMBRE Y LA INVERSION EN CAPITAL HUMANO Mayo/1998
COMO
NOS AFECTARA LA CRISIS ASIATICA Julio/1998
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Me voy a referir a la importancia
de invertir en capital humano, especialmente en educación, como
mecanismo para incrementar el crecimiento económico y el bienestar
social. Particularmente, a la conveniencia de aumentar la cobertura y los
años, que en promedio, los jóvenes se mantienen en el sistema
educacional regular fomentando la enseñanza media.
La base de este comentario
radica en las siguientes consideraciones: En primer lugar, las conclusiones
de la 50ª, quincuagésima, reunión anual del Fondo Monetario
Internacional y del Grupo del Banco Mundial realizada en Octubre del año
pasado, en la que se planteó que "... si no se mejora la inversión
en los sistemas educativos las perspectivas de desarrollo económico
en el mediano y largo plazo se verían limitadas". Sobre la importancia
de la educación como componente del desarrollo económico
y social, el Banco Mundial menciona la experiencia de los denominados "Tigres
Asiáticos", Hong-Kong, Taiwan, Corea y Singapur, cuyo milagro económico
se explicaría por una apreciable inversión pública
y privada en Educación desde hace tres décadas.
Por otra parte, este comentario,
el énfasis en la educación como mecanismo de desarrollo económico,
no es nuevo. Es un hecho que desde los años 60, en que se comenzó
a priorizar la idea de inversión en capital humano, se ha desarrollado
la idea de que la forma mas eficiente para atacar la extrema pobreza es
la educación, especialmente por su carácter multiplicativo.
Y esto se aprecia en las prioridades nacionales a la luz de la discusión
del proyecto de presupuesto para 1997, en el que existe un importante aumento
en el destino de recursos para el sector.
En segundo lugar, el Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que calcula un Indice de Desarrollo
Humano, el cual considera solo tres variables para su determinación:
estas son esperanza de vida al nacer, logro educacional y Producto Interno
Bruto. Este programa que incluía por el ámbito educacional
solo cifras sobre alfabetismo, para medir el logro educacional, bajo el
supuesto de que la educación es clave para acceder a los beneficios
del progreso decidió incorporar, a partir del año 92, una
medida de años de escolaridad promedio para medir los niveles de
educación alcanzados por una población determinada, bajo
el supuesto de que mientras mayor es el nivel de escolaridad alcanzado
mayores son las probabilidades de escapar del circulo de la pobreza.
Por último, en un
reciente documento de la CEPAL, Comisión Económica para América
Latina y el Caribe, se establece para quienes alcanzan mas de 11 o 12 años
de estudio, que las probabilidades de salir, o no caer, en la pobreza aumentan
a mas del 90% en América Latina. Si es cierto que el mayor nivel
de escolaridad aumenta las posibilidades de salir de la pobreza, tal como
lo demuestra el estudio, se debe invertir mas y mejor en la enseñanza
media mejorando las condiciones de equidad, accesibilidad y calidad educativas.
El principal beneficio de
una educación media completa es el posterior acceso a ocupaciones
mas productivas y de mayores ingresos. Esto aumenta las probabilidades
de salir del circulo de la pobreza y no volver a él, tanto para
las generaciones presentes como para las futuras en la medida de que los
padres aspiran para sus hijos metas superiores o a lo sumo iguales a las
que ellos alcanzaron. Adicionalmente, se logra un ahorro económico
importante, al suprimir los esfuerzos necesarios para completar o compensar
el déficit educacional de las personas en etapas posteriores del
ciclo de vida, que tienen costos económicos y sociales superiores
a los costos regulares de la enseñanza media.
En síntesis, mas
años de estudio aumentan las probabilidades de salir de la pobreza,
aumentan la contribución de cada trabajador al crecimiento económico,
aumentan los niveles educacionales esperados de las generaciones futuras
y significan un ahorro con respecto a complementar o completar la educación
en la etapa adulta posterior.
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Nuestro país comenzó
relativamente tarde a considerar la problemática ambiental en sus
decisiones de Inversión, y no ha avanzado muy rápido para
ponerse al día en estas materias. Solo en esta década, a
partir de 1991 se incorporaron explícitamente exigencias ambientales
a los proyectos que utilizaban fondos públicos y que debían,
por lo tanto, ser sometidos a la aprobación de Mideplan. Tal como
se puede observar en el "Procedimiento y Formularios para el Sistema de
Estadísticas Básicas de Inversión. Proceso Presupuestario
1993" donde en la página 1 de la presentación se señala:
"Tal como el año anterior, deberán considerarse los posibles
impactos ambientales, tanto positivos como negativos , que puedan generar
los programas que postulan a financiamiento".
En Junio de 1990 se creó
la Comisión Nacional del Medio Ambiente, con el objeto diseñar
y poner en marcha diversos mecanismos e instrumentos de gestión
ambiental. Casi cuatro años mas tarde, en Marzo de 1994, se aprobó
la Ley Marco que define que proyectos deben someterse al sistema de evaluación
de impacto ambiental, quienes participan en esta evaluación y que
procedimientos se deberían seguir, sin embargo, ya a fines de 1996
el carácter de aplicación de este sistema sigue siendo voluntario
porque el Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental,
requisito para que opere efectivamente la Ley, se encuentra empantanado
por algunas diferencias de interpretación entre CONAMA, organismo
que debe velar por la coordinación de este sistema, y por lo tanto
proponer el reglamento, y la Contraloria General de la República
que en definitiva debe aprobarlo. Resulta preocupante que un documento
que fue discutido en las diversas instancias legislativas correspondientes,
Cámara de Diputados y de Senadores, y aprobado a estos niveles este
entrabado en su última etapa dificultando de esta manera la efectiva
aplicación de la legislación.
Para un país que
se ha caracterizado por una evolución económica positiva
durante los últimos doce años, evolución que a sido
reconocida como "Milagro Económico" por la opinión internacional,
constituye un riesgo innecesario no conocer las disposiciones definitivas
por las que se regirá el Sistema de Evaluación de Impacto
Ambiental y la participación de la comunidad en su procedimiento.
Es un problema que se este demorando tanto la posibilidad de aplicación
de una legislación que establezca claramente un marco de gestión
ambiental que permita enfrentar adecuadamente las decisiones en pro del
desarrollo considerando su impacto en relación con el medio ambiente.
Resulta riesgoso que la consideración del impacto ambiental de un
proyecto o acción económica del hombre quede supeditada a
la iniciativa privada, a la presión de los países desarrollados
por exigencias ambientales cada vez mas estrictas, presión que es
efectiva solo en la medida que afecta intereses económicos y que
los agentes económicos aceptan solo hasta el límite exigido
por sus clientes internacionales.
Es importante que el procedimiento
que conduzca a la aprobación definitiva del Reglamento del Sistema
de Evaluación de Impacto Ambiental se acelere. La consideración
del impacto ambiental de las decisiones de inversión no debe estar
sujeto solo a la decisión voluntaria de los inversionistas que respondan
a presiones externas en la mayor parte de los casos y a las presiones de
algunos grupos ambientalistas o de ciudadanos organizados que han descubierto
que un determinado proyecto genera externalidades negativas que los afectan,
mientras el resto de la comunidad observa como simple espectador lo que
ocurre con la decisión.
Sin el ánimo de exagerar
se puede afirmar que el no tener la legislación operativa, no se
puede asegurar el cumplimiento de la política ambiental del país.
Política ambiental que se refiere a un conjunto de definiciones,
acciones y decisiones adoptadas en función de la conservación,
restauración y mejoramiento ambiental con el ánimo de lograr
un desarrollo sustentable. Y , en cuya implementación, deben participar
todos los actores sociales de una comunidad dada, particularmente las autoridades
civiles y de gobierno que condicionan de algún modo el comportamiento
de las personas, las empresas y las propias reparticiones públicas
en lo referente al uso, manejo y conservación de los recursos naturales
y a la acción de los servicios ambientales de que disponga la sociedad.
Y aunque la creciente preocupación
por materias de contaminación ambiental, degradación de recursos
naturales y consecuentes impactos en la calidad de vida se han visto reflejados
a diario en los medios de comunicación nacional, la demora en la
implementación de la ley dificulta la participación eficiente
de los diferentes organismos públicos y privados tanto a nivel nacional
como regional, dejando espacio para posiciones extremas que pueden entorpecer
en definitiva el cumplimiento de los objetivos conducentes a mejorar la
calidad de vida de todos los chilenos.
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A través de la prensa
se ha tomado conocimiento de importantes discrepancias, entre miembros
de la concertación y de la oposición en el congreso, con
respecto al proyecto de ley que daría origen al régimen de
jornada escolar completa. Y aunque ambos bandos están de acuerdo
en que la idea es buena se le anticipa un futuro difícil en el Senado.
Hace un poco tiempo los profesores tuvieron paralizado el sector educacional
por un conflicto antiguo, recurrente, que cada vez que se presenta genera
el apoyo de la mayor parte de la opinión pública. Se trata
de la huelga de los profesores y sus manifestaciones para lograr mejoramiento
de remuneraciones.
Esta permanente demanda
por mejoramiento de las rentas del profesorado (el bajo nivel de ingresos
de los profesores es un consenso nacional) se asocia necesariamente al
problema de la calidad de la educación y con todas las iniciativas
de la autoridad tendientes a superar este problema. El mejoramiento del
sistema educacional chileno es uno de los objetivos prioritarios declarados
por el gobierno, y en este contexto, con el trascendente y fundamental
proyecto de ampliar la jornada escolar, en forma obligatoria, para todos
los colegios de enseñanza básica y media científico
humanista y técnico profesional, a partir del inicio del año
escolar del año 2002.
En síntesis el Proyecto
de Ley de Extensión de Jornada, que significa extender la jornada
escolar de medio día a día completo, establece un mínimo
de horas pedagógicas, superior al vigente, de 38 horas semanales
para la Educación General Básica de 3º a 8º año
y un mínimo de 42 horas semanales en la educación media científico
humanista y técnico profesional. La reforma educacional planteada
implica aumentar la jornada escolar en promedio en un 17%. Esta extensión
de jornada educativa demandará un enorme esfuerzo organizativo y
financiero, que de acuerdo con el propio proyecto de Ley requiere en términos
de inversión la construcción de 20.000 salas a lo largo de
todo el país y es equivalente a elevar la cobertura educacional
en 760.000 niños, en el plazo de cinco años. La magnitud
de este esfuerzo se puede dimensionar si se considera que es equivalente
a un aumento de la cobertura educacional de enseñanza básica
y media actual en un 25%.O, que construir 20.000 salas significa construir
en promedio 11 salas diarias durante los próximos cinco años.
Este esfuerzo hace evidente
la necesidad de reforzar la componente técnico-económica
frente a la limitante financiera que puede entravar la materialización
de las transformaciones planteadas por el proyecto de extensión
de jornada, particularmente en un escenario caracterizado por un bajo su
nivel de remuneraciones de los profesores y por la necesidad de un porcentaje
significativo de estos de trabajar en mas de un jornada para suplementarlas.
La discusión está
comenzando, y a pesar de que el proyecto de Ley hace referencia a mecanismos
de apoyo financiero tales como: aumento de las subvenciones permanentes,
nueva subvención para costos de mantención y aportes suplementarios
para inversión a los que se debe postular vía proyectos;
la magnitud y operativización de estos mecanismos genera inquietud,
por decir lo menos, en el sector educacional, particularmente entre los
profesores. Algunas de estas inquietudes en el ámbito económico
son: ¿Si se dispondrá, en este plazo, de suficientes recursos
de operación y de inversión requeridos para implementar el
cambio impuesto por Ley? ¿Hasta que punto la percepción pública
de la magnitud del esfuerzo presupuestario se ajusta a la realidad? De
hecho, en el ámbito de los recursos de inversión, se mencionan
cifras entre mil cuatrocientos y dos mil doscientos millones de dólares.
¿Si estos mayores
aportes, que de acuerdo al texto legal deben orientarse fundamentalmente
a remuneraciones, proveerán los incentivos suficientes para motivar
el cambio de los docentes, esto es por ejemplo sacrificar su segunda jornada?
¿De donde se obtendrán los fondos para financiar el costo
de indemnización en los casos de que el ajuste de planta de personal
requerido involucre despidos? ¿Dispondrán las unidades educativas
de la capacidad técnica necesaria para postular a los mecanismos
de financiamiento de inversión, que implican postular proyectos
de inversión, posterior ejecución y estar en condiciones
de operar el año 2002? ¿Quien, y como, financiará
el mayor costo de alimentación en el que necesariamente se incurrirá
producto de la extensión de jornada?
Y, lo mas importante, ¿Como
se obtendrá el apoyo de los profesionales de la educación
si el proyecto no considera una solución al problema de las bajas
remuneraciones?
Esto son algunos aspectos
económicos o presupuestarios que deberán considerarse en
la discusión del proyecto, sin mencionar aspectos de contenido para
la extensión de jornada, que es otro problema que se debe abordar.
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Frecuentemente se encuentran
en los medios de comunicación afirmaciones sobre el efecto de la
consideración del impacto ambiental en el crecimiento y desarrollo
económico. Afirmaciones tales como " que los ambientalistas frenan
el desarrollo económico" o " que las exigencias ambientales pueden
entorpecer los objetivos de crecimiento económico" por la burocracia
de los procedimientos o por el alto costo de los estudios ambientales requeridos.
Son muchos los mitos que giran en torno a la Evaluación de Impacto
Ambiental (EIA), los cuales han dado pie a malos entendidos y mal interpretaciones.
Este comentario se refiere a algunos de ellos.
MITO Nº 1.- Los impactos
y los efectos de las acciones sobre el medio ambiente son siempre negativos,
este mito tiene su origen en que la preocupación por la preservación
ambiental surgió justamente como consecuencia de los efectos negativos
del crecimiento económico sobre el medio ambiente, sin embargo aunque
es cierto que los impactos negativos son los que han motivado la existencia
de procedimientos de evaluación de impacto ambiental y los movimientos
pro defensa del medio ambiente, no es cierto que todos sus efectos sean
negativos. En efecto, los proyectos de inversión, por ejemplo, se
pueden dividir entre proyectos cuyo impacto neto es positivo (Por ejemplo
un proyecto de recuperación de tierras), proyectos que tienen un
impacto neutro sobre el medio ambiente, y los proyectos que tienen impacto
neto negativo y que por lo tanto constituyen motivo de preocupación.
MITO Nº 2.- Las E.I.A.
son muy costosas, esta afirmación se basa en la concepción
de la evaluación de impacto ambiental como un proceso técnico,
largo y extraordinariamente complejo adicional a la evaluación tradicional
que se realiza antes de incluir la variable ambiental en la toma de decisiones.
El problema es que el inversionista no asocia, en el corto plazo, el costo
adicional directo en el proceso de evaluación con el beneficio adicional
de las decisiones originadas en este sobre el ecosistema en términos
de menor daño y menores costos de recuperación. Lo que posibilita
una rentabilidad privada real, eliminando el subsidio ambiental, y una
mayor rentabilidad económica y social en el largo plazo.
MITO Nº 3.- No se puede
asignar valor a las componentes del medio ambiente: En realidad el medio
ambiente está formado por dos componentes: el medio ambiente natural
y medio ambiente social, caracterizándose por la complejidad de
los ecosistemas naturales que se suman al escaso grado de conocimiento
de los componentes ambientales tales como fauna, flora, recursos inertes,etc.
En la medida que se vaya perfeccionando este conocimiento y evitándose
el uso de valorizaciones controversiales, en un ámbito en que la
opinión pública identifica muchos elementos como no valorizables
desde un punto de vista convencional, este mito irá perdiendo validez.
La ciencia económica esta haciendo importantes aportes en este sentido.
MITO Nº 4.- Las E.I.A.
deben considerar con máximo de detalle los efectos sobre todo el
entorno. La definición amplia de ambiente o medio ambiente económico
y social lleva a muchas personas a plantearse el problema de hasta donde
debe abarcar una evaluación de impacto ambiental. En la realidad
este es un aspecto que debe ser relativo al tamaño del proyecto
y a los objetivos del estudio en el que debe existir una adecuada relación
costo-beneficio. La idea es que los estudios no deben ser exaustivos por
definición.
MITO Nº 5.- Las E.I.A.
son en gran medida ejercicios académicos que no logran cambiar o
reorientar las decisiones importantes del proyecto. Es necesario considerar,
a este respecto, que las evaluaciones no tendrían que constituir
un trabajo puramente académico en donde el esfuerzo dependa, si
no hay restricciones financieras, solamente de la curiosidad del investigador.
Mas aún, debería ser llevado en paralelo con las actividades
normalmente consideradas para decidir la realización de una inversión
para que tengan sentido los costos incurridos.
MITO Nº 6.- El problema
con la E.I.A. es que no existe una metodología única para
abordar la evaluación. Este pensamiento surge como cuestionamiento
a la rigurosidad científica del proceso de evaluación del
impacto ambiental de un proyecto. En el sentido de que la existencia de
una diversidad de metodologías susceptibles de ser consideradas
dificultaria alcanzar resultados similares utilizando metodologias diferentes.
Aquí lo importante es que deben quedar claros todos los supuestos
y tipos de aproximaciones empleados para que quien "evalúe la evaluación"
sepa como se alcanzaron determinados resultados, y si desea, los pueda
verificar.
MITO Nº 7.- Las E.I.A.
detienen o entorpecen el proceso de desarrollo. Frecuentemente se pueden
encontrar, en los medios de comunicación, afirmaciones del sector
privado (Inversionistas) que indican que los ambientalistas frenan o retrasan
el desarrollo económico. Al mismo tiempo el proceso de implementación
de exigencias sobre E.I.A. de proyectos de inversión establecido
por los gobiernos ha superpuesto en los requisitos de los procesos de evaluación
de proyectos de inversión algunas instancias consideradas inicialmente
como exigencias burocráticas. Se interpreta la EIA como un trámite
burocrático. Aquí hay algo de razón, la consideración
de la variable ambiental posterga el momento de la inversión por
el tiempo necesario para demostrar que el impacto ambiental neto no será
negativo, postergando definitivamente inversiones que no se consideren
sustentables. En realidad este potencial atraso en las decisiones de inversión
es el costo de una evaluación mas correcta en el sentido de incluir
todas las variables relevantes en la toma de decisiones desde el punto
de vista del bien común, variables que muchos inversionistas no
consideran voluntariamente en sus decisiones de inversión pero que
posibilitan un desarrollo sustentable.
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La Region Metropolitana concentra
algo mas del 40% de la población nacional en el 2% de la superficie
de nuestro territorio, la region mas grande siguiente es la del BIOBIO
que concentra aproximadamente el trece % de la población en 4.9
% de superficie nacional y la region mas pequeña de las trece
regiones del país es la undecima region, AYSEN, que reune a menos
del 1% de la población en un área que corresponde al 14.2%
del total. Esta heterogenea y concentrada distribución de la población
nacional refleja de alguna manera las desiguales condiciones de desarrollo
que afectan a las distintas regiones de nuestro país. Este comentario
se refiere al origen de las desigualdades en el desarrollo regional. Este
se encuentra en razones internas y externas a cada región, como
son las consecuencias de distintas estrategias de desarrollo, la calidad
y dotación de recursos, las características de la evolución
histórica de cada región, las decisiones de politica administrativa
nacional y las consecuencias de la politica economica general de la nación
que no es neutra desde el punto de vista regional.
A lo largo del desarrollo
económico se han priorizado diversas estrategias económicas
para impulsar el crecimiento del país, estas estrategias que incentivan
el desarrollo de algunos sectores decincentivan otros, y en la medida que
las regiones tiene distintas estructuras economico productivas recibiran
impactos diferentes de la estrategia. por ejemplo durante mas de 50 años,
desde 1919 hasta 1973, la estrategia de desarrollo basada en la sustitución
de importaciones favoreció la producción nacional encareciendo
y restringiendo las importaciones y en los años siguientes, a partir
de 1974, la estrategia de desarrollo se orienta hacia el mercado externo
favoreciendo las exportaciones e incentivando la diversificación
del comercio con el resto del mundo.
El impacto regional de estas
estrategias diferentes esta condicionado por atributos regionales que contribuyen
a explicar el nivel de desarrollo regional. Las regiones tienen distinta
dotación y calidad tanto de recursos naturales como de recursos
humanos. Tambien el clima y el ecosistema, en general, generan distintas
condiciones para el asentamiento de la vida humana.
En la historia, los centro
poblados surgen por razones tales como estrategia de defensa, de intercambio
comercial, de planificación regional que pueden ser de naturaleza
permanente o transitoria, y que constituyen los primeros polos de desarrollo
desde los cuales se organiza la ocupación del resto del territorio.
Efectivamente, las nuevas inversiones y localizaciones tienen en cuenta
las facilidades disponibles que convierten a los centros que las poseen
en polos de crecimiento. Al mismo tiempo, los problemas generados por un
crecimiento excesivo en alguna de estas zonas generan obligaciones al estado
que tienden a orientar mas recursos hacia ellas en desmedro de las que
aun no manifiestan este problema, motivando una fuente de distorsión
en la asignación de recursos públicos. Caso característico
de Santiago donde la migracion de las regiones genera un constante crecimiento
de la población, superior al del resto del país.
Por otra parte, la implementación
de políticas regionales puede obedecer a diversos criterios tales
como el aprovechamiento de las ventajas comparativas, el objetivo de lograr
facilidades de gestión administrativa de las regiones o el desarrollo
de áreas estrategicas, criterios que afectan de manera desigual
a las distintas regiones, potenciando o desicentivando su desarrollo economico.
Adicionalmente, los objetivos
de crecimiento y desarrollo economico nacional constituyen la base de una
politica económica general que no es neutra desde el punto de vista
regional, favoreciendo o perjudicando a las regiones en función
de la importancia relativa de los sectores que se ven directamente afectados
por las medidas de politica economica.
En alguna época la
concentración territorial fue un factor clave para el crecimineto
del sector industrial, sin embargo, aunque esta concentración geográfica
pudo constituir un requisito fundamental para el logro de ciertas estrategias
de desarrollo a generado una caracterícticas no deseables
entre las que se destacan una desigual distribución del ingreso
y la desviación de recursos de actividades productivas de algunas
regiones para atender las necesidades de las zonas centralizadas. Adicionalmente,
estan los problemas propios de las regiones para integrarse al desarrollo,
tales como destribución desigual de los recursos naturales y humanos,
tardío acceso a las innovaciones tecnológicas, deficit de
infraestructura, problemas de gestión debido a que los sistemas
decisionales públicos y privados son centralizados, etc.
Para abordar el problema
de desigualdad en el desarrollo de las regiones permitiendo que todos los
sectores del pais tengan acceso a los frutos del desarrollo económico
nacional se requiere comenzar por separar las causas naturales de las artificiales,
modificando estas últimas de modo de compensar a las primeras.
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Nuevamente se ha observado
en los medios de comunicación el tema del financiamiento de los
partidos políticos, la idea básica es que el gobierno destine
un aporte significativo para financiar las campañas electorales.
Lógicamente la mayoría de quienes participan como candidatos
tendrán razones para estar de acuerdo, especialmente en períodos
de elecciones como ocurre en el presente año, pero una gran mayoría
de potenciales electores pueden no estarlo por considerar que hay otros
intereses sociales mas urgentes que requieren estos fondos.
La idea central que respaldaría
el financiamiento estatal es lograr un sistema de financiamiento mas transparente,
regulado y equitativo en el sentido de controlar los aportes financieros
de grandes empresarios o grupos económicos que favorecen a los candidatos
de su interés en desmedro de quienes no tienen acceso a ellos. Sin
embargo nada garantiza que, por participar el estado en este financiamiento,
el sistema sea mas transparente y los grupos que aportan secretamente o
públicamente a financiar determinadas campañas dejen de hacerlo.
Por otro lado si es un problema de regulación, este se podría
establecer sin necesidad de sacrificar recursos estatales que tienen un
alto costo alternativo.
En el ámbito de la
ciencia económica existen dos teorías que tienen que ver
con esta discusión: la teoría del interés público
que establece que la participación del estado obedece a la demanda
por parte de la sociedad para corregir las ineficiencias del mercado y
sus consecuencias no equitativas y la teoría de los grupos de interés,
que establece que la intervención del estado obedece a las demandas
de grupos de interés que están luchando entre ellos para
maximizar la riqueza de sus respectivos grupos.
El actual financiamiento
privado de los partidos políticos y sus campañas electorales
se presta para pensar que lo que prevalece es el interés de grupos
económicos que en teoría aportarían mas a quienes
están de acuerdo con acciones que favorecerían su quehacer
futuro y la propuesta de financiamiento con aportes estatales estaría
de acuerdo con la teoría del interés público.
Sin embargo la cosa no es
tan sencilla, analicemos el caso de las elecciones políticas. Son
los políticos quienes, al igual que el mercado, tienden a definir
las demandas de la gente por bienes y servicios públicos determinando
directamente o indirectamente las prioridades de producción de estos
junto con su distribución. Oferta y Demanda. Por otra parte si se
piensa que los políticos (Oferentes) tienen como interés
principal el ser elegidos para participar en este proceso decisional y
los electores (Demanda) les interesa elegir a quienes reflejen mejor sus
intereses sobre necesidades tenemos un proceso en el que los electores
expresaran su preferencia por los diferentes contenidos de programas electorales
y los elegidos, presidente, legisladores y autoridades locales administraran
el gasto público, establecerán leyes y recaudaran impuestos
de acuerdo a sus objetivos declarados.
Esta seria la esencia, se
dice, del proceso democrático, sin embargo si el proceso no es transparente,
si potencialmente los candidatos adquiriesen compromisos previos, ajenos
a los declarados, que deben respetar para asegurar su reelección,
si la población no puede discriminar en función de acciones
concretas realizadas si no en términos de lo que cada candidato
o partido político dice que hará, si el sistema de información
que se maneja es asimétrico por que el público elector no
puede manejar toda la información que si maneja el candidato, el
sistema no funcionara bien.
En la literatura económica
se hace referencia a la creación de organismos interventores que
generen mecanismos a través de los cuales los puntos de vista del
interés público se traduzcan en iniciativas gubernamentales.
En resumen, pareciera ser
que el financiamiento público de las campañas y/o partidos
políticos no soluciona el problema de fondo: riesgo de compromisos
al utilizar financiamiento privado y desigualdad de campañas
al no disponer de este, ambos se podrían mantener. Lo que probablemente
se requiere es algún tipo de organismo con facultades reales para
investigar y garantizar la transparencia requerida sobre el financiamiento
de los partidos políticos primero y luego determinar o analizar
la justicia distributiva de este.
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Frecuentemente se pueden
encontrar, en los medios de comunicación, afirmaciones del sector
privado (Inversionistas) que indican que los ambientalistas frenan o retrasan
el desarrollo económico. Al mismo tiempo el proceso de implementación
de exigencias sobre la consideración del impacto ambiental de cualquier
proyecto de inversión, que ha culminado con la publicación
del reglamento del sistema de evaluación de impacto ambiental, publicado
en el diario oficial en Abril del presente año ha superpuesto,
a los requisitos de los procesos de evaluación de proyectos de inversión,
algunas instancias considera-das inicialmente como exigencias burocráticas,
que hoy día tienen el carácter de legales y obligatorias.
Este comentario se refiere a que efectivamente la consideración
de la variable ambiental en las decisiones de inversión puede postergar
el momento de materialización de esta por el tiempo necesario para
demostrar que el impacto ambiental neto no será negativo, postergando
o impidiendo definitivamente la ejecución de inversiones que no
sean sustentables.
Al respecto, hasta hace
muy poco, las metodologias tradicionales de evaluación de proyectos
de inversión no consideraban explícitamente el impacto ambiental
de las distintas etapas del ciclo de vida de un proyecto: Preinversión,
Inversión, Operación y Abandono. Sin ir mas lejos si se revisa
literatura reciente sobre metodologias de evaluación se observará
que esta variable no esta considerada, por ejemplo el texto guía
de MIDEPLAN publicado en 1991: "Preparación y Presentación
de Proyectos de Inversión" destinado a las inversiones del
sector público y que también es utilizado por el sector privado
no considera este aspecto.
Hoy día, con la existencia
de la Ley Nº 19300, "Ley sobre bases generales del medio ambiente"
publicada en el diario oficial en Marzo de 1994 y su reglamento de reciente
publicación, se ha explicitado y operacionalizado la consideración
del impacto ambiental de todos los proyectos de inversión, tanto
del sector público como privado, los que deberán someterse
al sistema de evaluación de impacto ambiental. Por lo tanto se hace
necesario que los inversionistas o promotores de inversión consideren,
junto con las factibilidades técnica, económica, financiera,
de mercado administrativa y legal, la factibilidad ambiental. Y, los procedimientos
tradicionales de evaluación de proyectos deben ser revisados.
Si el procedimiento
tradicional de preparación y evaluación de proyectos de inversión
se consideraba un procedimiento costoso en términos de recursos
y tiempo, ahora las exigencias de el Sistema de Evaluación
de Impacto Ambiental (SEIA), pueden aumentar su costo. Un nuevo procedimiento
debe integrarse a la toma de decisiones asociadas a un proyecto de inversión,
dependiendo de la naturaleza de las actividades involucradas en este. Y
este procedimiento efectivamente posterga el momento de la ejecución
de la inversión, al mismo tiempo que aumenta sus costos, tanto en
la preparación y evaluación como en las etapas siguientes
del ciclo de vida del proyecto.
La primera pregunta que
debe hacerse hoy día un inversionista es si su proyecto debe someterse
al SEIA, lo que ocurrirá cuando las actividades involucradas en
cualquiera de las etapas del ciclo de vida del proyecto sean susceptibles
de causar efectos ambientales, y la naturaleza de estas actividades se
incluya en el listado del Art. Nº 10 de la Ley 19.300. En el caso
de que esto ocurra, la siguiente pregunta es si debe realizar una Declaratoria
de Impacto Ambiental (DIA) o un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), cuya
diferencia de costos es significativa. Para responder a esta pregunta debe
observar si las actividades o proyectos que se realizarán reúnen
alguna de las características especificadas en el Art. Nº 11
de la mencionada Ley.
La diferencia de plazos
también es significativa, pues en el caso de presentar una
DIA, la COREMA o CONAMA tiene un plazo de sesenta días hábiles,
prorrogable por treinta días, y en el caso de un EIA tiene un plazo
de 120 días hábiles, prorrogable por sesenta días,
ambos plazos contados desde la fecha en que se presente a evaluación.
Adicionalmente, hay que considerar que la continuidad de estos plazos se
suspende, de común acuerdo entre el organismo público y el
inversionista, para dar cabida a los plazos que requiera el proponente
para responder aclaraciones, rectificaciones o ampliaciones solicitadas
por el organismo público competente.
Por lo tanto, cuando el
sector privado manifiesta la posibilidad de que se este frenando o entorpeciendo
el desarrollo económico, culpando en algunos casos a los ambientalistas,
se podría decir que tienen razón: en el corto o mediano plazo
habrá una disminución en la rentabilidad, una postergación
de la materialización de la inversión y algunos proyectos
no se podrán ejecutar. Sin embargo, lo que probablemente esta ocurriendo
es que se esta avanzando hacia el logro la velocidad correcta para alcanzar
el desarrollo.
Un ejemplo muy ilustrativo
al respecto se observa en el estudio realizado por Robert Repetto, investigador
del World Resources Institute para Indonesia, donde al comparar la Inversión
Interna Bruta y la Inversión Interna corregida por agotamiento de
recursos para el período 1971-1984 se pasa de una tasa de crecimiento
promedio anual de 11,4% a un tasa promedio de 1,3% y al someter la tasa
de crecimiento promedio del PIB a la misma comparación, se baja
de un 7,1 % promedio a un 4.0 % para el mismo período.
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El crecimiento es consecuencia
de realizar proyectos rentables, de incrementos en la fuerza laboral
empleada productivamente y de una serie de factores de difícil cuantificación
o identificación; como por ejemplo, el desarrollo tecnológico.
La importancia de esta afirmación radica que permite concluir
que se pueden aumentar las tasas de crecimiento económico de un
país mediante la asignación de los escasos recursos de inversión
disponibles hacia los proyectos económica y socialmente más
rentables y sustentables. Esta conclusión es la base de una política
generalizada tendiente a racionalizar las decisiones de inversión
tanto públicas y como privadas.
La pretensión de
racionalizar técnicamente el proceso de toma de decisiones de inversión
surge de la incertidumbre sobre el comportamiento futuro de ciertas variables
que pueden afectar, discrecionalmente, las distintas posibilidades que
se le presentan al inversionista. Al menos en el sector privado, el interés
por la maximización de los beneficios se ve matizado por la consideración
de los riesgos en que se incurre con una inversión frente a otra.
Las técnicas de evaluación de proyectos procuran minimizar
la incertidumbre, no solo en términos comparativos de la relación
beneficio costo, sino también en función de los riesgos de
la inversión, los que dependen críticamente del tiempo de
recuperación de la inversión y de la capacidad para predecir
y controlar las variables criticas del proyecto.
En la historia reciente,
los enfoques, las técnicas y aun los criterios mismos de evaluación
han sufrido cambios considerables que son el resultado de una compleja
trama de cambios y ajustes en los procesos globales de desarrollo económico,
que le han impuesto a los inversionistas y en general a los tomadores de
decisiones de inversión, nuevos criterios de valoración de
alternativas.
En este proceso, las variables
económicas, financieras y ambientales, especialmente en términos
de costos, adquieren una importancia creciente en las técnicas de
evaluación de proyectos, al mismo tiempo que el paulatino parcelamiento
estratificado de los mercados y el reconocimiento de que los precios determinados
en estos no reflejan el valor de todos los recursos utilizados por un proyecto
plantea una imperiosa necesidad de mejorar la predicción de las
variables de demanda y oferta.
Por otra parte, esa misma
historia reciente que contrasta el concepto de estado benefactor e intervencionista
con el de un estado subsidiario, no intervencionista y contralor implica
una serie de modificaciones que afectan la lógica de la evaluación
económica y social de proyectos, cabe destacar entre estas:
la transferencia de los costos y la responsabilidad de producción
social al sector privado de la sociedad, la desgravación impositiva
de la propiedad y las ganancias con el argumento de que ello estimulara
la inversión productiva y las aplicaciones de políticas
de control monetario extremadamente contractivas para frenar la inflación,
entre otras.
Por último, dentro
de los cambios que han complicado el proceso de toma de decisiones de inversión
esta el gran debate iniciado a mediados de los setenta sobre la interrelación
entre desarrollo y ambiente, que cuestiona los principios básicos
en los que se fundamentaban hasta entonces las distintas técnicas
de evaluación de proyectos, especialmente en términos de
consecuencias ambientales y la consideración de que en las metodologías
vigentes habría un exagerado esfuerzo por maximizar beneficios.
Las criticas surgidas
de este debate han generado una tendencia institucional que procura transferir
a las empresas la responsabilidad por los costos ambientales, sociales,
culturales y hasta políticos que derivan de las decisiones económicas,
comerciales y financieras. La consecuencia inmediata de este proceso implica
un reconocimiento formal de la necesidad de incorporar el análisis
de las externalidades de los proyectos en algún momento. Convirtiendo,
de cierta forma, los problemas del medio ambiente en un asunto de negocios,
lo que les otorga un significado institucional y político muy relevante.
Las técnicas de evaluación
de proyectos van evolucionando a la saga de estos cambios y están
en proceso permanente de desarrollo. En el ámbito privado, desde
el tradicional método del valor actualizado neto como extensión
de un modelo básico sin riesgo hasta el uso de los mercados de opciones
futuras para la evaluación de proyectos de recursos naturales. y
en el ámbito social, desde un sistema de asignación
residual por el un estado benefactor hasta la exigencia de evaluaciones
mas o menos sofisticadas en términos comparativos bajo probables
esquemas de análisis impacto, análisis costo-eficiencia o
análisis costo beneficio.
Por lo tanto es necesario
asumir la responsabilidad por difundir el conocimiento sobre el proceso
de formulación, preparación e implementación de proyectos
de distinta naturaleza, tanto en el ámbito público como privado.
Para ello se requiere fomentar mecanismos que proporcionen una formación
mínima en materias y metodologías modernas comunes en los
procesos de preparación y evaluación económica y social
de proyectos que permitan, a quienes lo requieran, participar efectiva
y eficazmente en el análisis de sus propuestas de inversión.
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Muchas veces, en distintos
ambientes y de distintas personas, se observan criticas u opiniones divergentes,
en algunos casos polémicas públicas, con respecto a iniciativas
o propuestas que tienen trascendencia nacional. Muchos de las argumentaciones
surgidas en este contexto se podrían mejorar con la comprensión
y conocimiento de un concepto básico de la economía, que
constituye la motivación de este comentario.
Se comprenden en la situación
anterior las polémicas vinculadas con iniciativas de proyectos o
programas de inversión originadas en sector público o privado,
como cuales deben ser las fuentes de financiamiento para el proyecto de
ampliación de jornada escolar; cual seria el destino alternativo
de los fondos en el caso del proyecto de financiamiento de partidos políticos;
medición correcta de los costos o beneficios vinculados a aspectos
ambientales como proyecto Renca en Stgo. o proyecto Ralco en la VIII Región;
destino o apropiación de los beneficios como el caso del proyecto
Trillium; cual debe ser el financiamiento alternativo del presupuesto fiscal
frente a la rebaja de aranceles, etc. También se incluyen en dicha
situación las discusiones surgidas cuando algunos ciudadanos critican
a determinados personajes públicos, elegidos por votación
popular, por que no han cumplido con algunas promesas realizadas antes
de su elección pues probablemente el candidato electo se dio cuenta
de que existen iniciativas mas prioritarias que las que el había
considerado siendo candidato.
Estos dos casos mencionados
tienen, entre otros, un elemento en común que tiene que ver con
el conocimiento, comprensión y uso de uno de los conceptos mas importantes
de la ciencia económica, este es el costo de oportunidad o costo
alternativo. Concepto que de alguna manera, implícitamente o explícitamente,
aporta argumentos en la discusión de distintas posiciones.
El costo de oportunidad
o costo alternativo, que puede ser utilizado por detractores y defensores
de una idea en discusión constituye un concepto básico de
la economía, y creo que vale la pena detenerse un momento para precisar
los alcances de este concepto y como su conocimiento y correcto uso puede
aportar o no al proceso de toma de decisiones.
En esencia, el costo de
oportunidad se refiere al hecho de que en un mundo de recursos escasos
y limitados cada vez que se enfrenta a la decisión de asignar recursos
para iniciar un proyecto o programa se esta enfrentando a la decisión
de dejar de realizar otro, de tal manera que al tomar una decisión
es necesario considerar tanto sus costos explícitos, aquellos observables
a simple vista, que también se podrían denominar costos directos
como sus costos implícitos, que corresponden a los beneficios sacrificados
al no llevar a cabo la actividad alternativa, esto es dar a los recursos
el otro uso. Un par ejemplos sencillos puede ilustrar esta diferenciación.
Ejemplo Nº 1: Los costos de un estudiante de enseñanza superior.
En este caso son costo directos los costos de matricula, de libros, de
material de estudio en todas sus variedades(los costos de alimentación
o vestuario no, por que igual se tiene que incurrir en ellos) y los costos
implícitos o de oportunidad corresponden al valor del ingreso sacrificado
al estudiar, puesto que se supone que sino estudia trabaja. Ejemplo Nº
2: El caso de un profesional independiente, un médico por ejemplo,
que esta decidiendo asistir a un programa de perfeccionamiento. Este, además
de conocer el costo directo que le genera el programa tendrá muy
claro el valor de las consultas sacrificadas por el hecho de asistir
a clases, que seria su costo indirecto o implícito.
Es probable que si cada
vez que se enfrenta la discusión de una decisión los participantes
en ella toman en cuenta todos sus costos, el proceso decisional se simplificaria
en la mayor parte de los casos. Sin embargo existe un problema adicional
al desconocimiento de los costos de oportunidad, que surge por que muchas
veces estos costos implícitos no son tan claros o tan objetivos
y la discusión se centra en cual es la actividad sacrificada o cual
es el valor de esta actividad, por ejemplo el uso alternativo de los fondos
que se destinarán al hipotético financiamiento de partidos
políticos o el valor de la pérdida del habitat original de
los Pehuenches para la sociedad.
En todo caso, sea fácil
o difícil determinar los usos alternativos y su valor, es un hecho
que existen y la explicitación de esta existencia podría
ayudar a acortar los períodos de discusión pública
de muchas iniciativas.
¿Que pasaría
si cada vez alguien opina sobre determinado aumento de gasto en programas
sociales de salud, educación u otros se viera enfrentado a la posibilidad
de que para no sacrificar otras iniciativas le exijan una mayor contribución
a través de impuestos o deba proponer una alternativa? ¿Que
pasaría si públicamente se centra la discusión en
los aspectos problemáticos de la determinación de los costos
implícitos sabiendo que ahí radica el problema? ¿Que
ocurriría si los candidatos a futuros cargos administrativos o legislativos
consideraran los costos de oportunidad de sus propuestas en el caso de
tener que llevarlas a cabo antes de hacerlas? Yo pienso que por menos mejoraría
en nivel de la discusión en muchos casos.
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“Así que con esto
de los ecologistas ya no se puede hacer nada en este país...” esta
afirmación la hizo un colega un día de la semana pasada mientras
observaba la prensa, al mismo tiempo leía un titular que decía
“Mas de cinco mil millones de dólares suman proyectos pendientes
en CONAMA”, y el colega finalizó sus comentarios diciendo “... de
esta manera Chile no puede crecer”.
Este es un tema recurrente.
La problemática generada por la percepción de que la consideración
del medio ambiente obstaculiza el crecimiento económico es uno de
los mitos asociados a la problemática ambiental.
Efectivamente, la incorporación
de la variable ambiental en la toma de decisiones de inversión pareciera
frenar el crecimiento económico en el sentido de que lo desacelera.
Pero no frena el desarrollo económico, solo lo hace sustentable.
Cabe preguntarse entonces, él porque de este tipo de comentarios,
especialmente cuando provienen de profesionales asociados a diversas áreas
del quehacer productivo de nuestro país.
Sin entrar a analizar el
abanico de posibilidades que se puede encontrar entre las dos posiciones
extremas con respecto a este tema, vale decir la posición de los
denominados detractores del crecimiento económico cuyo planteamiento
principal pasa por frenar el exceso de consumo para impedir el agotamiento
de recursos junto con el deterioro ecológico y la posición
de quienes afirman que sobre destrucción del medio ambiente nada
esta suficientemente demostrado y el mayor riesgo consiste en frenar el
crecimiento económico, se puede observar en nuestro país
una discrepancia agudizada por la forma en que se ha enfrentado
esta problemática.
Lo que ocurre es que de
pronto nuestra realidad se vio enfrentada a la necesidad, y en algunos
la obligación, de considerar la variable ambiental generando
un cambio en el proceso de toma de decisiones que podría considerarse
demasiado violento. Drásticamente se pasó de una situación
histórica, hasta 1990-91 aproximadamente, en que la variable ambiental
tenia prácticamente nula consideración en ciclo de vida de
proyectos de inversión tanto del sector público como
privado. A un periodo reciente entre 1992 y 1997, en que el impacto
ambiental tenia una consideración voluntaria creciente en el sector
privado y obligatoria en proyectos de inversión que se regían
por el Sistema Nacional de Inversión Pública. Para culminar
a partir de 1997, con la aprobación del Reglamento del Sistema
de Evaluación de Impacto Ambiental, en una situación en que
la evaluación del impacto ambiental de los proyectos y programas
de inversión es obligatoria tanto para proyectos del sector privado
como público. El cambio parece demasiado rápido en comparación
con este mismo proceso en países desarrollados y algunos en
vias de desarrollo, que antes de los noventa ya tenían su legislación
ambiental.
En forma paralela, en el
mismo período histórico, se pasó de movimientos ecologistas
escasos, poco organizados, sin experiencia y sin instrumentos de apoyo,
antes de los 90, a una situación actual en que se tienen grupos
conocidos y organizados, representados incluso en el congreso, con instrumentos
legales y experiencias acumuladas que les permiten presionar mejor por
alcanzar sus objetivos.
Lo que agrava la percepción
de que la consideración del medio ambiente en la toma de decisiones
entraba el crecimiento económico y la hace adquirir proporciones
importantes en el espacio dedicado por los medios de comunicación
nacional, es probablemente el desorden y ambigüedad de la discusión.
Es necesario realizar algunas precisiones que ayuden este proceso.
Como ya se mencionó
la incorporación de esta variable al proceso de toma de decisiones
en forma obligatoria pareciera frenar el crecimiento económico.
Efectivamente, el proceso de implementación de exigencias sobre
E.I.A. de proyectos de inversión establecido por el Sistema de Evaluación
de evaluación de Impacto Ambiental ha superpuesto en los requisitos
de los procesos de evaluación de proyectos de inversión algunas
instancias considera-das inicialmente como exigencias burocráticas.
Se interpreta la EIA como un trámite burocrático. Aquí
hay algo de razón, la consideración de la variable ambiental
posterga el momento de la inversión por el tiempo necesario para
demostrar que el impacto ambiental neto no será negativo, postergando
definitivamente inversiones que no se consideren sustentables. En realidad
este potencial atraso en las decisiones de inversión es el costo
de una evaluación más correcta en el sentido de incluir todas
las variables relevantes en la toma de decisiones desde el punto de vista
del bien común. Luego existe un ajuste a le velocidad de crecimiento.
De tal manera que no es
necesario ahondar la discusión en este aspecto. Sin embargo, dos
fuentes de controversia que se mantienen: una asociada a la identificación
y medición de costos y beneficios económicos asociados al
proyecto y otra asociada a la identificación y valoración
de los impactos ambientales. En el caso de la primera es necesario ser
más precisos y transparentes en el proceso de evaluación,
aceptando que existen costos y beneficios directos, indirectos e intangibles
y que con respecto a estos últimos es necesario explicitar juicios
de valor. Frente a la segunda fuente de controversia es importante objetivizar
la discusión estableciendo una separación entre las consideraciones
que son de mayor consenso, como por ejemplo la capacidad de carga de un
acuífero, de aquellas donde nuevamente la discusión se convierte
en normativa, esto es pasa a depender fundamentalmente de los
juicios de valor que predominen.
En general, frente a este
tipo de situaciones, en que las decisiones finales se pueden ver
afectadas por controversias que dependen de juicios de valor, es
necesario establecer algún orden de discusión partiendo de
la base de que el resultado de la discusión debe considerar un equilibrio
entre operacionalidad y consenso. Se debería intentar explicitar
los juicios de valor relevantes con este equilibrio en mente.
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inicio
Hace algún tiempo
nos referíamos en este espacio a uno de los conceptos más
importantes y básicos de la ciencia económica y a como su
conocimiento y uso explícito podía ayudar al proceso de toma
de decisiones en ámbitos tan diversos como puede ser el área
ambiental o el de las decisiones públicas. En esta oportunidad el
tema se refiere al uso de los incentivos y desincentivos económicos,
tema muy utilizado por los gobiernos para guiar la conducta de los agentes
económicos individualmente considerados.
Este es un mecanismo permanentemente
utilizado por gobiernos y empresas, incluso por las familias para lograr
que las decisiones de alguien apunten en la dirección deseada por
quien otorga el incentivo o desincentivo. Es el caso de los subsidios
o franquicias a determinado sector productivo, los impuestos, multas o
descuentos a otros. Como por ejemplo el subsidio al sector forestal, los
créditos subsidiados de Indap a la pequeña agricultura, mayor
pago por las horas adicionales de trabajo, los altos impuestos al
Tabaco o al Alcohol, las multas por botar basura en lugares no autorizados
entre otros.
También se da el
uso, a veces discutible, de este mecanismo en la forma de premios, regalos
o invitaciones, en algunas áreas poco claras y que se pueden detallar
sin incurrir en el riesgo de emitir juicios de valor. Sin embargo, algunas
acusaciones de corrupción que de pronto se han discutido en los
medios de comunicación, algo tienen que ver con el uso incorrecto
de este mecanismo.
Por otra parte no se puede
dejar de mencionar los esfuerzos que en materia ambiental se han hecho
y se continúan haciendo para lograr que el hombre incluya en sus
decisiones la consideración de los costos ambientales a través
del uso de este instrumento proporcionado por la ciencia económica
de manera que las decisiones individualmente adoptadas coincidan con las
que considera deseable la sociedad.
En términos generales
parecería estar claro como funciona, bajo el supuesto de que las
personas son maximizadoras se les aumenta o disminuye su ingreso disponible,
ya sea en forma directa o indirecta, según su comportamiento con
respecto a determinados objetivos.
Probablemente Ud. ha observado
lo que ha ocurrido en Concepción Centro con la reciente medida
aplicada para regular los cruces de peatones a mitad de cuadra. Si alguien
cruza en un lugar indebido y es sorprendido por la autoridad será
sancionado con una multa cuyo monto mínimo es de seis mil doscientos
pesos. De acuerdo a las primeras opiniones evaluativas sobre los resultados
de esta medida se concluyó que estaba siendo efectiva.
Se puede apreciar, en este
sencillo ejemplo proporcionado por nuestra realidad contingente, que se
logra reencauzar el interés personal de manera que se le compatibiliza
con el interés público, en forma mas efectiva que las campañas
concientizadoras o las barreras peatonales.
En todo caso, aunque en
la mayor parte de los casos funcione el supuesto de los economistas que
establece que las personas reaccionan a los motivos materialistas y de
interés personal, hay que recordar una recomendación básica
de la ciencia económica.
Una recomendación
básica que consiste en una advertencia que se debe hacer a quien
comienzan a conocer las ventajas y desventajas asociadas al uso de la lógica
económica en el proceso de toma de decisiones. Esta es que el análisis
económico solo debe ser aplicado donde explique y prediga con éxito,
por que su motivación es explicar y predecir el comportamiento del
hombre frente a la toma de decisiones en el ámbito económico
para poder actuar sobre las variables que lo explican y de esta manera
intentar ajustar el interés individual al interés de la sociedad.
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En una economía que
pretende fomentar la competencia, como la que actualmente impera en el
país, todas las acciones que se supone deben ser resueltas por los
mercados de libre competencia se apoyan en el supuesto de la soberanía
del consumidor. El consumidor es el rey. Puede resultar interesante analizar
si esta soberanía se ejerce o es sólo una manifestación
de intenciones reflejada en una frase que hace eco de una condición
que en términos teóricos se puede demostrar.
La teoría económica
indica, con respecto a la soberanía del consumidor, que nadie
está en mejores condiciones para decidir cuanto valen los bienes
que el propio individuo que los va a consumir y que el valor que está
dispuesto a pagar refleja el verdadero valor de los distintos bienes. Además
establece que éste se refleja en los precios de mercados cuando
las condiciones del mercado así lo permiten. Las condiciones de
mercado a las que se hace referencia son las que debe reunir un mercado
competitivo.
Un mercado es más
competitivo en la medida que sus características se aproximan a
las de competencia perfecta, esto es muchos vendedores y muchos compradores
atomizados de manera que ninguno de ellos, en forma individual u organizada
puedan manejar o influir sobre el precio, libertad de acceso para
comprar o vender en cualquier momento, el que desee entrar al mercado,
como vendedor o comprador, puede hacerlo libremente. Y, lo más importante,
información perfecta y equitativa, disponible en igualdad de condiciones
para todos los que deseen acceder a ella.
Obviamente que si mira en
el entorno cercano de cada individuo o familia, se apreciará que
las condiciones mencionadas, en cada mercado, se encuentran mas o menos
lejos de la realidad vigente en cada uno de ellos. Así, si
se usa como argumentación la gran cantidad de mercados distorsionados,
donde muchos productores de bienes y servicios procuran, conscientemente
o inconscientemente, maximizar beneficios eludiendo costos externalizables
(como la eliminación de desechos contaminantes o la venta de productos
que genera costos implícitos externos como la producción
de alcohol y cigarrillos) o si se generaliza el hecho de que la información
no es perfecta, falibilidad de los mercados con respecto a la información,
se podría concluir que el consumidor no puede ejercer su soberanía.
Pero, ¿la ejerce
en los casos en que los mercados por sí solos, o con la participación
reguladora del estado, se aproximan a las condiciones de competitividad
requeridas? ¿Qué ocurre en los mercados más competitivos
con el desarrollo de campañas publicitarias tendientes a convencer
al potencial consumidor de las bondades de su producto y a explicarle porqué
debe consumirlo?
Se dice que en muchos
casos la publicidad lo que hace es generar necesidades y por lo tanto crear
en el consumidor la disposición a pagar no en función de
sus valorizaciones personales sino en función de las que les da
entorno. Se critica a los productores como los responsables de generar
en la mente de los consumidores preferencias cuyo único objetivo
es abrir mercados para sus nuevos productos. ¿Entonces, es
la soberanía del productor la que impera en el mercado?. ¿Significa
ésto que las teorías económicas que se basan en el
funcionamiento de mercados perfectos para explicar el comportamiento de
los agentes económicos no sirven?.
En realidad, la idea aplicada
al momento de conformar una teoría económica es la de simplificar
la consideración de los múltiples factores presentes en una
situación o comportamiento que se desea explicar, para ello se
utilizan supuestos que sean compatibles, con objetivos de operacionalidad
y consenso, para elaborar modelos que permitan explicar y predecir el comportamiento
de los agentes económicos frente a determinadas situaciones económicas.
Y en este ámbito, la teoría del funcionamiento de los mercados,
de donde surge la idea de la soberanía del consumidor, es simplemente
un modelo que pretende explicar y predecir el comportamiento de consumidores
y productores para de esta manera determinar si la sociedad está
de acuerdo con los potenciales resultados anticipados por éstas
y establecer si se puede o no influir en éstos, en función
de los objetivos socioeconómicos predeterminados.
Por lo tanto, no importa
que si los mercados perfectos existen o no, si es cierto que utilizando
este supuesto se puede generar información útil para contribuir
al mejoramiento de la eficiencia en la asignación de recursos, uno
de los objetivos prioritarios de cualquier economía en desarrollo.
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Este comentario se refiere
al comercio ambulante callejero, vale decir aquel que se lleva a
cabo en la vía pública en su totalidad y que se divide en
comercio autorizado e ilegal o clandestino. En particular se refiere a
los comerciantes ambulantes no autorizados, que representan el grupo más
significativo de este tipo de comercio y que se caracteriza por la dificultad
que enfrentan las autoridades para de ejercer algún control sobre
las personas que lo practican, las mercaderías que venden y la procedencia
de estas. El comercio ambulante no autorizado es bastante diversificado
y abarca desde producciones artesanales de bajo valor comercial hasta productos
con gran nivel de tecnología incorporada como es el caso de los
productos importados, incluyendo también alimentos perecibles.
Los agentes socio económicos,
personas o instituciones, involucrados o afectados por la existencia
del comercio ambulante no autorizado son numerosas, entre estos
se pueden mencionar los siguientes: Municipalidades, Servicio de
Impuestos Internos, Servicio Nacional del Consumidor, Servicio Nacional
de Salud, Investigaciones, Servicio Nacional de Pesca, Servicio de Higiene
Ambiental, Juzgado de Policía Local, Carabineros de Chile, Comercio
Establecido minorista y proveedores, Consumidores, el propio
Comercio Ambulante y los Peatones.
Se pueden escuchar
argumentos detractores, defensores o neutros con respecto a la existencia
de este tipo de comercio que surge desde la perspectiva de cada individuo
o sector de la sociedad según el grado en que se encuentren involucrados
y resulta un ejercicio interesante contrastar sistemáticamente estas
posiciones. Para esto se puede utilizar la lógica económica,
que en su sentido más amplio sugiere que las decisiones se basan
en la comparación de beneficios y costos independientemente de la
posibilidad de valoración. Esto quizás permita comprender,
a quien haga el ejercicio, cual es la posición que debe
adoptar o defender.
Este esfuerzo comienza con
la identificación de todos los agentes económicos o actores
sociales directa o indirectamente involucrados, para analizar los impactos
negativos y positivos que afectan a cada uno. En la eventualidad de poder
identificar y cuantificar en términos comparables estos efectos
se podrían generar mecanismos de incentivo (desincentivo) a las
personas asociadas a esta actividad.
Entre los eventuales efectos
o impactos que se podrían considerar asociados a algunos de los
agentes mencionados se encuentran en primer lugar las Municipalidades que
internalizan costos correspondientes a los recursos adicionales necesarios
para la mantención del aseo y ornato de la ciudad, imagen
pública, evasión de patentes y permisos así como los
beneficios asociados a un potencial ahorro de desembolsos en programas
de asistencialidad a sectores de menores ingresos. El Servicio de Impuestos
Internos que internalizaria el costo de la evasión tributaria, principalmente
IVA e impuesto a la renta. El Servicio de Salud con el que se asociarían
costos por fiscalización necesaria a la comercialización
de alimentos en la vía pública, mayores costos de programas
educacionales y probablemente costo adicional por atención
de algunas enfermedades. A Investigaciones se puede asociar un costo por
mayor fiscalización derivada del potencial incremento de la
delincuencia asociada a la existencia de este tipo de comercio. Algo similar
ocurriría con Carabineros de Chile que asumiría costos por
la dotación de recursos distraída en el control
este tipo de comercio, además de tiempo y recursos asociados a la
atención administrativa y logística de los detenidos (verificación
de domicilios por ejemplo), en este nivel probablemente se pueden mensurar
mercaderías incautadas, su destino y el beneficio asociado a una
probable redistribución del ingreso. En el caso del Comercio
Establecido Minorista se pueden desprender costos para aquellos afectados
por la ubicación de los comerciantes ambulantes y para aquellos
que venden productos competitivos con los que expenden los ambulantes.
Con respecto a los Proveedores, se identificarán beneficios,
legales o ilegales según se cumple con la ley y se pagan los
impuestos correspondientes.
Por otra parte el público
en general, como consumidor, percibe beneficios y costos de la existencia
del comercio ambulante. Beneficios por el menor costo de la compra y por
la oportunidad de la misma y costos asociados al riesgo de calidad, cantidad
e higiene de lo comprado, además de la ausencia de las garantías
que le ofrece el comercio establecido y, además como peatones, sufrirán
el impacto negativo de la obstaculización de calles y
veredas, del deterioro del ambiente y el impacto provocado por control
policial.
Por último,
los más importantes en esta enumeración de posibles personas
o instituciones afectadas positiva o negativamente, son los propios
comerciantes ambulantes junto a su grupo familiar para quienes esta actividad
constituye la mejor alternativa para generar ingresos que permiten la subsistencia
de ellos y sus familias.
Como se podrá apreciar,
son bastantes las consideraciones que se deberían tener en cuenta
para adoptar una posición mas objetiva con respecto al comercio
ambulante no autorizado, un paralelo entre pros y contras asociadas a cada
ente social afectado seria útil para justificar o no cualquier
acción emprendida por la autoridad asociada a la existencia del
comercio ambulante no autorizado en la vía pública.
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Seguramente escuchó,
leyó o vio por bastante tiempo en distintos medios, los comentarios
que alababan nuestra economía y hacían alarde de los equilibrios
macroeconómicos de nuestro país. En realidad si se
observan algunos indicadores económicos no se puede decir otra cosa,
los análisis tienen su razón de ser. Pero en estos días
los comentarios que se observan han cambiado, se habla de crisis, de inestabilidad,
de la imposibilidad de alcanzar las metas macroeconómicas para el
año 1998, el Presidente recomienda calma y serenidad, lo mismo el
Ministro de Hacienda, al final muchos terminarán asustándose,
si es que ya no lo están.
Si se hace una breve revisión
de algunos indicadores económicos, para los últimos 10 años
en nuestro país, observamos lo siguiente: la tasa de crecimiento
del PIB, esto es de producción anual de bienes y servicios finales
del país, durante todo este periodo de diez años a sido,
en promedio, superior al siete por ciento, la más baja se registró
en 1990 y fue de 3.3% y la más alta en el año 1992 llegando
al 11%. El producto percápita, esto es la producción anual
dividida por el número de habitantes del país pasó
de US$ 1365 en el año 1986 a un nivel superior a US$5300 en el año
1997, con un comportamiento regular creciente en todos los años.
La inflación, por
su parte, que a comienzo del periodo analizado, en 1986, era de 17,4%
llegó el año 1997 pasado a un 6%, contemplándose
en el periodo la tasa mas alta para el año 1990 en que la inflación
medida por el Indice de Precios al Consumidor llega a ser de 27,3% disminuyendo
en cada año hasta hoy. Como se sabe, a pesar de que no se cumplió
la meta inflacionaria para el año recién finalizado, se confirmó
un comportamiento decreciente y existe un objetivo declarado por las autoridades
económicas de una inflación meta, para el año en curso
de 4,5%.
El desempleo, porcentaje
de la fuerza de trabajo que buscan empleo, se ha mantenido a niveles relativamente
bajos comparados con la historia, en 1986 era de 7.1% y el año pasado
fue de 6,5% y por último la Inversión, requisito necesario
para lograr el crecimiento económico, a pasado de 17,1% en 1986
a niveles cercanos al 29 en 1997. Son pocas economías en el
mundo las que pueden mostrar este comportamiento.
Sin embargo hoy, al enfrentar
la crisis en Asia y la consecuente inestabilidad que ha generado en los
mercados financieros mundiales, se observa gran preocupación en
los agentes económicos públicos y privados. Pero no solo
los agentes económicos importantes están preocupados. Los
medios de comunicación han difundido los impactos de la mencionada
crisis en nuestro país, junto con algunos llamados a la opinión
pública hechos por las autoridades. Efectivamente se ha informado
de la inestabilidad originada en el mercado cambiario, de las aprehensiones
de los inversionistas, de posibles dificultades para cumplir las metas
de crecimiento y producción. Al mismo tiempo, a la petición
de mesura y austeridad en el gasto, hecho por el presidente del Banco Central,
se suma el llamado del Presidente de la República, en su saludo
de fin de año. Todo esto ha logrado preocupar al ciudadano
común.
Es cierto que la crisis
puede afectar a todos los chilenos, de hecho el Banco Central no sólo
ha pedido mesura en el gasto, sino que además comenzó a aplicar
medidas, para influir en éste. Es el caso del aumento de la
tasa de interés interbancaria de 6,5 % a 7% anual. El impacto
de esta medida lo sufrirán directamente las personas, por que indudablemente
el costo de los créditos para consumo o inversión se verán
incrementados. Sin embargo no es necesario asustarse. La situación
económica actual, generada por más de diez años de
éxito económico, y caracterizada por la existencia de equilibrios
macroeconómicos hasta 1997, constituye una base muy sólida
para enfrentar los problemas económicos con seguridad.
Lo importante es que los
agentes conductores de nuestra economía actúen correctamente
procurando que las medidas que se adopten trasciendan a la opinión
pública en forma clara y transparente, generando señales
que apunten en la dirección requerida, esto significa -por ejemplo-,
que en lugar de discutir si las metas macroeconómicas fijadas por
el Gobierno para el año 1998, se verán modificadas y tratar
de determinar cual debería ser su valor definitivo, deberían
preocuparse por discutir cuales son las medidas y actitudes necesarias
para tratar de mantenerlas y, como algunos agentes económicos sugieren,
considerar que así como el sector privado será el principal
afectado por el alza en la tasa de interés el Gobierno y sus autoridades
deben dar señales de que actuarán con austeridad en sus decisiones.
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Es un hecho ya establecido
y discutido en estas mismas columnas que la consideración e incorporación
de la variable ambiental en el proceso de toma de decisiones de inversión
afecta negativamente la tasa de crecimiento económico tradicional.
Efectivamente, la incorporación
de esta variable implica considerar una serie de actividades adicionales
que normalmente antes no se consideraban y cuya ejecución
obligada hoy día, al menos en lo que corresponde a las exigencias
legales especificas de la legislación ambiental, generan la necesidad
de incurrir en costos significativos tanto en tiempo como en recursos económicos
y financieros. Normalmente se retrasa el periodo de ejecución de
inversión con respecto a la situación que no consideraba
la problemática ambiental afectándose la rentabilidad del
proyecto tanto por la postergación de la fecha de obtención
de los primeros beneficios como por el incremento en costos en cada una
de las etapas del ciclo de vida del proyecto, cuando este debe someterse
a los sistemas de evaluación de impacto ambiental. Aumentan
los costos de preinversión necesarios para aprobar la ejecución
del proyecto, aumentan los costos de inversión para neutralizar
o mitigar los impactos desfavorables en el medio, aumentan los costos de
operación en los montos necesarios para mitigar y monitorear efectos
ambientales de operación del proyecto y aumentan los costos de abandono
para intentar eliminar cualquier secuela ambiental negativa generada. Surge
además la posibilidad de que algunos proyectos económicamente
rentables se posterguen indefinidamente por ser ambientalmente no viables.
Sin embargo, este resultado
aparentemente negativo en el crecimiento económico, se justifica
estableciendo que una menor tasa de crecimiento económico
es en realidad necesaria para lograr un desarrollo sustentable, pues se
estaba sobredimensionando el crecimiento económico al no considerar
los costos ambientales en los cálculos de producción. Por
lo tanto se trata solo de un ajuste en la velocidad de crecimiento económico
llevándola una la tasa compatible con un aumento sostenido
en el tiempo del nivel de bienestar individual y social. Esta tasa ajustada
de crecimiento consideraría no solo el aspecto económico
sino que también los aspectos ambientales y sociales.
Difícilmente se podría
estar en desacuerdo con esta percepción, aparentemente no habría
problemas. Sin embargo aquí radica uno de los principales problemas
que enfrenta el objetivo de desarrollo sustentable, la imposibilidad hasta
ahora de poder establecer parámetros comparables para optimizar
una función de bienestar social que considere las tres variables
mencionadas. ¿Cómo optimizar paralelamente crecimiento, equidad
y sustentabilidad ambiental?¿ Cuánto sacrificar de uno para
lograr de otro? Por ejemplo, ¿cuánto intercambiar de crecimiento
por sustentabilidad, en el entendido que el crecimiento utiliza el medio
ambiente y puede favorecer objetivos sociales?
Y, como las respuestas a
interrogantes como estas no son claras, la discusión cae en el
plano de los juicios de valor, se convierte en una discusión normativa
donde en los extremos se pueden observar dos bandos, los economicistas
frente a los ambientalistas. En un extremo, los que dicen que sobre destrucción
del medio ambiente nada esta suficientemente demostrado y el mayor peligro
consiste en frenar el desarrollo económico. En el otro extremo,
los detractores del crecimiento cuya solución principal pasa por
frenar el exceso de consumo. Y la posición intermedia: el DESARROLLO
SUSTENTABLE, para desarrollarse es necesario afectar la naturaleza y sus
recursos, pero hay que procurar hacerlo de forma de garantizar la conservación
del medio ambiente. ¿Quién y como garantiza la conservación
óptima, sin caer en extremos?
Si se pudiera considerar
objetivamente la combinación de estos tres objetivos no habría
problemas, sin embargo al observar la forma de dimensionar los objetivos
en cada área observamos que las unidades de medida son muy diferentes
y no comparables. Efectivamente, el crecimiento económico normalmente
se mide en función de indicadores económicos como por ejemplo
la tasa de crecimiento del producto percápita, producto que es medido
en unidades monetarias. Los objetivos de equidad se fijan necesariamente
en función de indicadores sociales a partir de indicadores estadísticos
de distribución como por ejemplo las Curvas de Lorenz que relacionan
porcentajes de población con porcentajes de ingresos y lo mas complicado,
los objetivos de calidad ambiental. Para definirlos se debe comenzar por
aceptar que el medio ambiente esta integrado por dos grandes componentes:
un medio ambiente natural conformado por cuatro sistemas interrelacionados:
atmósfera, litosfera, hidrosfera y biosfera y un medio ambiente
social o artificial compuesto por el conjunto de infraestructuras materiales
construidas por el hombre y los sistemas sociales e instituciones que este
a creado. No cuesta mucho imaginarse la diversidad de unidades de medida
que habría que usar para dimensionar objetivos en este medio. Mas
aun, ya resulta difícil establecer indicadores de comparabilidad
entre los propios componentes del medio ambiente y con mayor razón
entre los componentes del llamado desarrollo sustentable.
Como se podrá apreciar,
esta sola problemática constituye la base para la existencia de
una ambigüedad que posibilita la existencia de posiciones extremas
no solo por el lado de los ambientalistas sino también por el de
los economistas.
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En algunos meses mas comenzará
a medirse el índice de precios al consumidor (IPC) con una
nueva canasta que actualiza las preferencias de consumo de los chilenos,
se eliminan algunos productos incluidos en la actual canasta cuyo consumo
familiar habría disminuido y se agregan nuevos productos que antes
no estaban considerados.
La canasta se refiere al
conjunto de bienes y servicios seleccionados para observar periódicamente
sus precios y a partir de las variaciones de estos obtener una estimación
de la evolución del nivel de precios evolución que se utiliza
para calcular el índice de precios al consumidor. Este índice
es un indicador calculado por el Instituto Nacional de Estadísticas
(INE) que mide los cambios en nivel promedio de precios al
consumidor y que es utilizado para conocer la variación de precios
entre periodos de tiempo predeterminados. Cuando se informa, por ejemplo,
que la inflación de un cierto periodo de tiempo fue de x%, lo que
se esta informando es la variación porcentual de este índice
en dicho periodo.
Para calcular él
mencionado indicador se requiere conocer los productos que consumen las
familias y las variaciones de precios de estos. Como resulta imposible
hacer una lista con absolutamente todos los bienes y servicios consumidos
por cada familia en cada periodo y conocer los precios que se han pagado
por ellos se hace necesario utilizar una aproximación que se basa
en una selección de los bienes y servicios mas consumidos, denominada
canasta, que incluye ordenadamente productos agrupados en distintos rubros
como alimentos, vestuario, transporte, educación, salud entre otros.
Estos grupos se ponderan según su importancia en el presupuesto
familiar, y esta ponderación se utiliza para hacer una suma ponderada
de los cambios en precios de los productos considerados a partir de encuestas
en distintos centros de venta al consumidor.
Sin embargo, producto de
una serie de razones que tienen que ver con los cambios intertemporales
de un país, como el desarrollo tecnológico que disminuye
costos de producción, o el crecimiento económico que aumenta
los ingresos, o el aumento en la cobertura educacional que modifica comportamientos,
en fin producto del cambio en todas las variables incorporadas en la noción
de desarrollo social y crecimiento, el comportamiento y hábitos
de consumo de las familias se modifica con el transcurso del tiempo, y
mientras más tiempo transcurre, o más altas son las tasas
de cambio, menos representativa se hace la canasta de productos seleccionados
del consumo familiar que desea representar. Esto hace conveniente estar
atento a esta evolución para cada cierto tiempo realizar un ajuste
ya sea de las ponderaciones o de los bienes considerados.
La selección de los
bienes y servicios incluidos en la canasta, así como su ponderación
se realiza a partir de encuestas de consumo y lo que ocurre, por
tanto en esta oportunidad, es que con la información generada por
una reciente encuesta: V Encuesta de Presupuesto Familiares aplicada
a 8200 familias del Gran Santiago, se ha procedido a eliminar algunos
productos que ya no son importantes en el consumo de las familias chilenas
como el pan amasado o el aceite suelto y agregar otros que si se han hecho
importantes y que antes no estaban considerados como computadoras, pegamentos,
tv-cable e insecticidas, entre otros. De acuerdo con la información
entregada por el INE, se habrían eliminado 20 productos y agregado
100 y al mismo tiempo se han modificado las ponderaciones de cada grupo.
Entre los impactos mas destacados de este cambio se observa una baja en
la ponderación de los alimentos.
Esta modificación
en la canasta no significa que vayan a observarse cambios significativos
que afecten la estructura de la credibilidad en el indicador, ni de los
criterios de reajustabilidad, sino simplemente que la medición de
la inflación se ajusta a los nuevos hábitos de consumo producto
de la continua diversificación del mercado y de los cambios en los
niveles de ingreso. De hecho, la última actualización de
la canasta del IPC se hizo hace diez años, y como se sabe la situación
económica a cambiado bastante en este periodo. De hecho el producto
percápita del año 1997 fue de aproximadamente US$ 5500 contra
los aproximadamente US$3200 de hace diez años atrás.
En realidad como el objetivo
de este indicador estadístico es revelar los cambios en el costo
del consumo de las familias, las bases de su estimación deberían
modificarse cada vez que la estructura de consumo promedio se modifique,
por lo tanto si los cambios en hábitos de consumo son más
rápidos mas frecuente debería ser la periodicidad de los
ajustes en la canasta utilizada para estimar las variaciones de precios
al consumidor.
Sin embargo, difícilmente
esta nueva canasta, y por lo tanto el indicador corregido que con ella
se calcula, permitirá reflejar el cambio en el costo de la canasta
de consumo de algún consumidor en particular, por lo tanto las criticas
de la población en general y la falta de credibilidad de los hogares
en particular permanecerán como siempre, de tal manera que siempre
las personas podrán observar que la variación de IPC
informada no refleja los cambios en los precios de los bienes y servicios
que cada familia consume.
En todo caso los agentes
económicos activos, que necesariamente requieren utilizar un instrumento
de reajustabilidad para considerar la inflación en itemes
como sueldos, unidad de fomento, arriendos, cuentas de ahorro, etc.
dispondrán por algún tiempo de un indicador mas aproximado
a lo que se desea reflejar.
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Recientemente se desarrolló
en Santiago la Segunda Cumbre de las Américas, esta vez según
las autoridades con resultados concretos. Sin entrar a comparar estos
resultados con los de otras cumbres o eventos comparables se puede observar,
al analizar el listado de acuerdos alcanzados, que el primero se refiere
a un tema que se viene desarrollando hace años, educación.
La idea de que la inversión en las personas, especialmente en las
habilidades humanas, favorece el crecimiento económico fue
definitivamente reconocida en 1962 cuando el Banco Mundial comenzó
a financiar inversiones destinadas a la educación.
Efectivamente, el
primer resultado de la cumbre se refiere a Educación, invirtiendo
en la gente, y forman parte de este los siguientes acuerdos: canalización
de mayores fondos para la educación primaria y secundaria, capacitación
del profesorado, mayor disponibilidad de textos escolares y programas de
educación a distancia, actualización de programas de intercambio
internacionales de profesores y estudiantes, fortalecimiento de los sistemas
de aprendizaje con el fin de apoyar sectores vulnerables (incluyendo a
las mujeres, poblaciones indígenas, trabajadores migrantes entre
otros), y concreción de prestamos del Banco Interamericano de Desarrollo,
del Banco Mundial y de la Agencia Internacional para el desarrollo por
un monto de US$ 8,3 billones para la educación durante los próximos
tres años.
Adicionalmente otro resultado
relacionado es el que se denomina: “Pobreza: Superando la pobreza, eliminando
injusticias y potenciando el crecimiento, la prosperidad y
la equidad”, en el cual se hace referencia, entre otros, a capacitación
y tecnologías para los microempresarios, reducción
de enfermedades, a través de programas de inmunización y
mejoramiento de la calidad del agua potable, programas contra
el hambre y la malnutrición, especialmente en madres e infantes,
ancianos y discapacitados para cuyos efectos el Banco Interamericano del
Desarrollo, el Banco Mundial y la Agencia Internacional para el Desarrollo,
comprometerían 12,5 billones de dólares por un período
de tres años.
Como se mencionaba al comienzo
estos acuerdos siguen en la línea de los años sesenta,
década en que se incorporó, en la dimensión del desarrollo
económico, el concepto de "equidad" y el destino social de
recursos dejó de considerarse un gasto para constituir inversión
y naciendo el concepto de inversión en capital humano. Es un hecho
que desde que se comenzó a dar importancia a la inversión
en capital humano, se ha desarrollado la idea de que la forma más
eficiente para atacar la extrema pobreza es la educación, especialmente
por su carácter multiplicativo.
Su importancia queda reflejada
en muchas instancias, como por ejemplo en la definición del Indice
de Desarrollo Humano utilizado por las Naciones Unidas para el desarrollo,
el cual considera solo tres variables para su determinación incluyendo
el logro educacional, junto a la esperanza de vida al nacer y el producto
percapita.
Y las acciones y objetivos
vinculados con ella se pueden ver resumidos en la estrategia de inversión
en educación del Banco Mundial, que ya en 1980, resumía
los siguientes cinco puntos: 1. - La educación básica debe
ofrecerse a todos los niños y adultos tan pronto como los resultados
existentes y las condiciones lo permitan. A largo plazo un sistema comprensivo
de educación formal y no formal se debe desarrollar a todos los
niveles. 2- Para incrementar la productividad y promover la equidad social,
las oportunidades educativas deben ser proporcionadas sin distingos de
sexo, raza ni clase social. 3- Los sistemas educativos deben tratar de
adquirir la mayor eficiencia interna en la administración, asignación
y uso de recursos disponibles para incrementar la cantidad
y mejorar la calidad de la educación. 4. - La educación debe
relacionarse con el trabajo y el ambiente general, para mejorar tanto cuantitativamente
como cualitativamente, los niveles de conocimiento y las habilidades necesarias
para el desarrollo económico, social y personal. Y 5. - Para satisfacer
estos objetivos, los países en desarrollo necesitarán construir
y mantener una capacidad institucional para diseñar, analizar, administrar
y evaluar programas de educación y capacitación.
Por otra parte en las conclusiones
de la 50ª, quincuagésima, reunión anual del Fondo Monetario
Internacional y del Grupo del Banco Mundial se planteó que
"... si no se mejora la inversión en los sistemas educativos las
perspectivas de desarrollo económico en el mediano y largo plazo
se verían limitadas". Sobre la importancia de la educación
como componente del desarrollo económico y social, el Banco Mundial
menciona la experiencia de los denominados "Tigres Asiáticos", Hong-Kong,
Taiwan, Corea y Singapur, cuyo milagro económico se explicaría
por una apreciable inversión pública y privada en Educación
desde hace tres décadas
Luego. si es cierto que
el mayor nivel de educación aumenta las posibilidades de salir de
la pobreza, en lo que se puede apreciar consenso internacional, se debe
invertir mas y mejor en ella mejorando las condiciones de equidad, accesibilidad
y calidad educativas. Y, para ello se requieren, además de los acuerdos,
acciones concretas. De hecho el mejoramiento del sistema educacional chileno
es uno de los objetivos prioritarios declarados por el gobierno, y si suponemos
que ha dedicado sus mejores esfuerzos a este objetivo, poco podemos esperar
de los acuerdos que solo ratifican acuerdos anteriores, como ocurre con
el caso de la educación. Salvo ratificar que sigue siendo importante,
a nivel de acuerdos.
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Así como durante
largo tiempo se escuchó u observó en distintos
medios, los comentarios nacionales e internacionales que alababan nuestra
economía poniendo énfasis en el logro y mantención
de los equilibrios macroeconómicos de nuestro país, actualmente,
y desde comienzos de año el tema recurrente es la crisis asiática,
crisis que se ha visto agravada recientemente por sus efectos en la economía
de Japon. En estos días los comentarios y acciones se
han renovado radicalmente, el ministro Aninat se esfuerza en establecer
que la crisis esta en Asia y que Chile lo que tiene es un problema, no
una crisis. Lo cierto es que probablemente no será posible alcanzar
las metas macroeconómicas fijadas para el año 1998
y aunque el Presidente insiste en recomendar calma y serenidad al
final muchos ya están asustados y se preguntan como los afectará
a ellos este problema.
Sin embargo hoy, al
observar como se está enfrentando la crisis en Asia y la consecuente
inestabilidad que ha generado en los mercados financieros mundiales, se
observa gran preocupación en los agentes económicos públicos
y privados. Pero no solo los agentes económicos importantes están
preocupados. La gran difusión de la mencionada crisis por los medios
de comunicación, junto con los reiterados llamados a la opinión
pública hechos por las autoridades y el impacto de esta en
algunas actividades productivas ha logrado preocupar al ciudadano
común.
Es cierto que la crisis
puede afectar a todos los chilenos, de hecho el Banco Central y el
Gobierno han aplicado, a lo menos en dos oportunidades durante el presente
año, medidas de política económica tendientes a influir
en el gasto tanto del sector público como privado. Estas medidas
tienen como objetivo desincentivar el gasto para adecuar su nivel a las
nuevas condiciones económicas, lamentablemente ni siquiera los economistas
están muy seguros de lo que va a ocurrir en el mediano plazo.
En todo caso, acciones
como la recientemente anunciada reducción el gasto fiscal, el incremento
en las tasas de interés, que afectan al consumo y a la inversión
por el aumento del costo del crédito, la reducción de la
inversión extranjera, entre otras, tienen necesariamente impactos
directos en las personas, quienes en definitiva deberán internalizar
las consecuencias de estos cambios que se vienen observando en la
actividad económica.
Veamos, el consumo
privado es el componente más importante del destino de nuestra producción
nacional, si consideramos que este, el consumo, es la finalidad de
toda la actividad económica dado que constituye la expresión
de la satisfacción de necesidades humanas entonces su disminución,
indudablemente afectará negativamente la calidad de vida, en el
mejor de los casos para quienes pueden cambiar consumo por ahorro, la
disminución ahorro significaría solo postergación
del consumo.
Por otra parte la inversión
es un requisito necesario para mantener o eumentar el crecimiento, su reducción
por ende implica reducción del crecimiento económico y las
consecuencias que ello conlleva: disminución de ingresos, disminución
de la generación de empleos, disminución de la recaudación
fiscal con las consecuencias en los destinos fiscales de recursos y al
mismo tiempo, disminución o paralización del crecimiento
de los salarios reales al disminuir la competencia generada por los
nuevos empleos.
Con respecto al gasto fiscal,
el estado financia muchas instituciones y servicios necesarios para la
sociedad que de otra manera no se dispondrían. Normalmente el estado
debe priorizar sus destinos de recursos tratando de satisfacer el máximo
de demandas sujeto a una restricción presupuestaria, la reducción
anunciada de este gasto obviamente a obligado al gobierno a redefinir sus
prioridades ajustándose a un menor presupuesto lo que necesariamente
se tendrá que reflejar en algunos sacrificios. Al respecto, sin
embargo, es necesario recordar que parte del anuncio de las autoridades
a garantizado que por esta vez no se afectará el área de
gastos sociales. Es deseable que no sea necesario un nuevo ajuste, por
que en este caso a lo mejor resulta imposible no afectar la llamada agenda
social del gobierno.
Lo importante es que a juicio
de un gran número de economistas los agentes conductores de nuestra
economía están actuando en el sentido correcto , y al mismo
tiempo procurando que las medidas que se adoptan trasciendan a la opinión
pública en forma clara y transparente, generando señales
que apuntan en la dirección deseada, esto es ajustarse a determinadas
metas macroeconómicas que tienen que ver con los óptimos
niveles de inflación, crecimiento y empleo que podrían lograrse
en un escenario afectado por la crisis asiática.
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