GUIA PRACTICA
PARA LA ALIMENTACION EQUINA
Introducción
El caballo es un herbívoro no rumiante. Tiene un pequeño
estómago simple, seguido de un largo y estrecho intestino delgado.
La mayoría de las proteínas, grasas, vitaminas y minerales
contenidos en un alimento, son digeridos y absorbidos en el estómago
y el intestino delgado.
Siguiendo el intestino delgado están el ciego y el colon, colectivamente
conocidos como intestino grueso o intestino trasero. El ciego tiene
una capacidad en litros de 26,5 a 34,1, y el colon, de 8,4 litros. Estas
dos estructuras especializadas se han desarrollado para que el caballo
pueda sobrevivir a dietas altas en fibra. Albergan billones de bacterias
y protozoos los cuales producen enzimas que se descomponen y fermentan
la fibra vegetal. La síntesis de aminoácidos y de vitamina
B también ocurre allí. (Harper, 1994).
El tractodigestivo del caballo está idealmente conformado para
una ingesta contínua de sustancias alimentarias altas en fibra.
El alimento pasa rápidamente a través del estómago
y el intestino delgado, antes de desacelerarse en el grueso, donde se
desarrolla la fermentación. Este tipo de estrategia digestiva
permite al caballo sobrevivir en una dieta de forraje de pobre calidad,
proveyendo lo disponible en cantidad.
Esto ha evolucionado por muchos años, desde que los caballos
salvajes que vivían en praderas donde las pasturas eran abundantes
pero de pobre calidad. De esa manera, el tracto digestivo del caballo
no está diseñado para grandes comidas de alimento concentrado.
Las grandes comidas de granos altos en almidón pasan rápidamente
a través del estómago y el intestino delgado. A menudo,
menos del 60 % del grano es digerido en el intestino delgado. El almidón
que escapa de éste, se fermenta velozmente transformándose
en ácido láctico por las bacterias productoras de ácido
en el intestino grueso. Esto baja el pH del intestino grueso, y muchas
de las otras especies bacterianas mueren.
Esto lleva a una producción de toxinas y cólicos, la enfermedad
más frecuente en los caballos. Es una peligrosa y altamente costosa
enfermedad equina, y comprender cómo funciona el tracto digestivo
así como un buen manejo, es la única manera de combatir
los cólicos. (Jackson, 1992).
Alimentación con forraje
El agua y el forraje son esenciales para la vida en el mundo equino,
incondicional a la circunstancia. Otros alimentos, como granos y sal,
no son necesarios para todas las clases de caballos en ciertas situaciones.
Pueden ser benéficos, pero no requeridos.
Los ponies a menudo caen en esta categoría, porque son propensos
a la obesidad. El forraje es la única fuente de fibra en la dieta
del caballo. La fibra digestible se necesita como fuente de energía
para los microorganismos del intestino grueso. La fermentación
del forraje también produce calor, lo que ayuda a mantener al
caballo caliente en los fríos días invernales.
Alimentar libremente forraje de buena calidad en invierno previene al
caballo de utilizar la energía obtenida en la ingesta de granos,
para el trabajo y el mantenimiento. También, las partes no digestibles
del forraje ayudan en el mantenimiento de una función gastrointestinal
normal, el pH y la motilidad.
De esta manera, previene la ingesta rápida de carbohidratos fácilmente
digeridos de los granos cerealeros, lo que causa cólicos, diarrea
y laminitis o aguadura (infección en cascos)
Peligros por una ingesta de fibra inadecuada
Prácticamente, los caballos pueden ser mantenidos alimentándolos
casi con 0,5 kg de forraje cada 100 kg de peso corporal diariamente.
Esto, sin embargo, pone al caballo en riesgo de enfermedad causada por
una inadecuada ingesta de fibra. Si a cualquier hora, por alguna razón
como no sentirse bien, cambios repentinos de tiempo o estrés,
el caballo come poco alimento, inevitablemente, es la ingesta de forraje
la que decae. Por esto se recomienda que, el forraje consumido en una
base diaria, debería ser no menos que la mitad del peso total
de sustancia alimenticia seca consumida, o un mínimo de 1 kg
cada 100 kg de peso corporal. (Ott, 1989).
Los caballos que no están en pastura paciendo durante el día,
tienen un gran riesgo de alteraciones digestivas y también de
otros vicios no saludables. Si consumen cantidades inadecuadas de forraje,
masticar madera, la coprofagia (ingestión de heces) y la masticación
de su cola, se vuelven un problema. Aparece una obstrucción intestinal,
la que puede ser fatal para el caballo.
La acidez del intestino ciego aumenta, lo que altera la producción
microbiana y volátil de ácidos grasos, y causa la muerte
de los microbios. La digestión de fibra además decrece
y la sigue un cólico de impacto. Se aconseja que los caballos
estabulados reciban heno libremente para prevenir el hastío y
lo mencionado previamente.
Alimentando con heno
El heno debería ser provisto en una manera que minimice el desperdicio
(particularmente de las partes nutritivas y frondosas), la contaminación
urinaria y fecal (pérdidas de forraje como un aumento de parasitismo
intestinal), inhalación de polvo (problemas respiratorios). Ubique
el heno en un rack (bandeja) para heno o en una red encima del comedero,
que atrapa las hojas y pierda el forraje. El heno no debería
ser dado en el piso. Los estudios muestran una ganancia diaria y una
eficiencia en la alimentación menor al 18 % , cuando los animales
son alimentados en el piso, aún en condiciones ideales. (Coleman,
1989).
Calidad del forraje
El tipo, la calidad y el monto de heno suministrado, determinan qué
tipo y cuánto de otros alimentos deben proveerse. Las siguientes
características generales con respecto a los forrajes, deben
ser consideradas para determinar el programa de alimentación
para un caballo. Los forrajes son:
-Voluminosos, con un bajo peso por unidad de volumen.
- Altos en fibra, bajos en energía digestible. Un forraje de
calidad promedio contiene un 28 - 38% de fibra cruda y 8 - 9 MJ/kg en
su materia seca, mientras los cereales contienen un 2 - 12% de fibra
cruda y 13 - 15.5 MJ/kg.
- Altos en calcio y potasio, pero bajos en fósforo. Expresados
como un % en materia seca: potasio >1, calcio >0.3 y fósforo
<0.3.
- Altos en vitaminas A, E y K, como así también en vitamina
D, si el heno fue secado al sol.
- Variable en contenido proteico. Las legumbres pueden contener más
del 20% de proteína y los pastos menos del 4%.
Hay 3 tipos diferentes de heno: legumbres, pastos y henos de grano cerealero.
En Sudáfrica, la lucerna o alfalfa, como es conocida en el resto
del mundo, es la legumbre de mayor cosecha de heno. Otras pueden incluir
trébol, poroto de soya, habichuela y maní forrajero.
El pasto más utilizado es de la familia Eragrostis. E. curvula
(pasto llorón o Weeping love grass) y E. teff (mijo teff) son
pastos de buen sabor y de tallo delgado. Las legumbres contienen 3 veces
más proteína y calcio que el heno de pasturas. Ciertos
granos cerealeros pueden ser cortados para heno antes de ser cosechados
por las semillas. Hacen el pasto más nutritivo cuando se corta
mientras el grano está aún en estado tierno. Una vez maduro,
y que la semilla ha sido cosechada, sólo queda la paja y se usa
únicamente como cama.
Los henos de buena cualidad son fácilmente consumidos en grandes
cantidades, son altamente digestibles, altos en nutrientes disponibles,
y bajos en materia extraña. Debe estar libre de mohos, polvo,
maleza y palos. Debe tener muchas hojas, con tallos delgados, con un
aroma agradable. El color debe ser lo más verde posible, aunque
no es un buen criterio a juzgar. No debe ser marrón o amarillo.
La madurez de la planta al corte tiene influencia sobre la calidad.
Todo el heno debe ser cortado en la etapa de grano tierno, cuando las
semillas están aún inmaduras. El desarrollo de las hojas
se ha completado. Al volverse la planta más madura, la fibra
cruda aumenta y la proteína cruda disminuye en un % por día,
y la energía digestible en un « % por día. (Hintz,
1991). Un análisis químico es la forma más exacta
de determinar el valor nutricional del heno, lo que a su vez aumentaría
enormemente la exactitud de los requerimientos de granos para un caballo.
Alimentación con granos
Los granos o concentrados son necesarios cuando los nutrientes requeridos
para una etapa fisiológica específica, son más
altos que los nutrientes provistos por cantidades adecuadas de forraje.
Esto ocurre durante el crecimiento, la lactancia y una carga de trabajo
de moderada a intensa. Si los forrajes de buena calidad no están
disponibles o son más costosos que el grano, se alimenta con
un adicional de granos. El grano: el índice de forraje no debería
exceder sin embargo un 50:50. Sólo para caballos mayores a un
año de edad, y aquellos en actividad intensa de tipo carrera,
el índice puede aumentar a un 70:30.
Generalmente, el grano y el forraje se proveen al mismo tiempo. El grano
tiene mayor palatabilidad, y la mayoría de los caballos lo comerán
antes del heno.
Pero, alimentar grano y heno juntos, la cantidad de almidón del
grano en el intestino delgado decrece, y la cantidad que llega al ciego
aumenta. Un exceso de almidón en el ciego causas acidosis cecal,
lo que resulta en cólicos, diarrea o síndrome navicular
(cojera).
Idealmente, el caballo no debería consumir forraje una hora antes
y tres horas después de su alimentación con grano. Esto,
sin embargo, incrementa la labor y el tiempo de alimentación,
y puede no ser práctico en algunas situaciones. Alimentando avenas,
seguidas de sorgo, maíz y cebada al final, la acidosis cecal
puede prevenirse.
El monto de almidón digerido en el intestino delgado es el más
alto viniendo de las avenas y el más bajo de la cebada. La molienda
y un tratamiento con calor del grano desintegra la estructura granular
del almidón, y más almidón se digiere en el intestino
delgado. (Meyer, 1993).
Reglas básicas de la alimentación con granos
Las reglas básicas de esta alimentación son:
(1) Alimento por peso, no por volumen. Un pocillo de café de
avena no es igual al mismo pocillo de salvado de trigo. Lo mismo se
aplica para el heno. Un fardo de pastura es mas liviano que un fardo
de alfalfa, que puede llegar a más de 25 kg. Una lámina
de alfalfa no pesará lo mismo que una hojuela de heno de pastura.
(2) Cantidades más pequeñas de comida, a menudo. Los caballos
tienen estómagos pequeños, un 7 - 8 % de la capacidad
total de su tracto gastrointestinal (GIT). Independientemente del tipo
de alimento, la mayoría de los caballos comerá cada hora
durante el día, y cada 2 o 3 horas durante la noche. (Houpt,
1982). Cuando el alimento está siempre disponible, la cantidad
de tiempo que pasan comiendo disminuye. Los cambios frecuentes en la
comida aumentan el riesgo de cólicos, principal enfermedad en
caballos estabulados y en corral, ya que se modifica la motilidad intestinal
y el flujo sanguíneo. Esta enfermedad no es común en caballos
de pastura.
(3) Alimente con forraje de tallos largos libremente a los caballos
estabulados o en corral. Esta debería ser la base del programa
d alimentación. Una excepción serían los caballos
viejos con dientes dañados. Ellos pueden alimentarse mejor con
pellets y/o más granos.
(4) Divida el alimento en granos para el día en dos o tres partes
iguales. No exceda más de 0.5 kg grano/100 kg de peso corporal
por alimento. Alimente lo más cerca posible a la misma hora cada
día, y en tantos intervalos como le sea práctico.
Granos cerealeros
Los granos cerealeros tienen las siguientes características:
Son de buena palatibilidad, y los caballos los preferirán al
forraje.
Son densos, con un alto peso por unidad de volumen.
Son bajos en fibra y altos en energía dietaria. Los granos contienen
entre una mitad a un tercio de fibra cruda, y un 50% más de energía
que un promedio de heno de buena calidad.
Los granos son bajos en calcio (<0.1) y la mayoría de las
vitaminas, incluyendo vitaminas A, D, E, K, B2 y B12.
Altos en almidón, hasta un 55 - 60% de materia seca de grano.
De esta manera, un nivel de energía digestible de 12 - 16 MJ/kg
materia seca.
Su proteína cruda no tiene valor nutricional, comparado con la
proteína de las semillas oleaginosas y es deficiente en aminoácidos
esenciales, lisina y metionina.
Suplementos proteicos
Debido a que los granos y los forrajes son bajos en proteína,
ciertas clases de caballos tendrán deficiencia proteica si no
se les provee de un suplemento. Las yeguas en lactancia y los caballos
de cría están al tope de la lista. Los suplementos proteicos
son alimentos más altos en proteína que otros alimentos,
que cuando se añaden a la dieta, aumentan la concentración
de proteína en la misma.
Los alimentos conteniendo más de un 20% de proteína se
clasifican como suplementos proteicos. Hay diferentes tipos de proteína
clasificada según sus orígenes: (1) planta, (2) animal,
(3) unicelular and (4) nitrógeno no-proteico.
Cualquiera de los primeros 3 tipos se utiliza en alimentos para caballos.
El cuarto, el nitrógeno no-proteico, se usa poco con los caballos,
y generalmente resulta dañina o tóxica.
La proteína de plantas es la usada comunmente, y se origina en
las oleaginosas como el girasol, la soya y la semilla de algodón.
Todas son procesadas y se les extrae el aceite, se deja la torta oleaginosa
(oilcake) alta en proteína, y se guarda para utilizar. Algunas
oleaginosas contienen sustancias dañinas, y deben inactivarse
antes de ser usadas. Las tortas oleaginosas no son generalmente de mucha
palatibilidad y deben mezclarse con el grano y/o melazas para mejorar
el sabor. Su inclusión en las dietas no debe ser alta ( alrededor
de 4 - 10% de materia seca total).
Las fuentes de proteína animal includen alimentos a base de harina
de sangre, harina de pescado y harina de hueso. El harina de pescado
se utiliza en raciones para caballos jóvenes de cría,
por su alto contenido de valor proteico. Muy poco se usa de los otros,
debido a su sabor.
Agua
Antes y durante un ejercicio prolongado, al caballo se le debería
permitir y alentar a consumir tanta agua como puede beber.
Sin embargo, al finalizar el mismo, el caballo debe enfriarse antes
de dejarlo beber lo que quiera. El consumo de una cantidad suficiente
de agua por un caballo acalorado luego de ejercicio físico puede
causar cólicos y laminitis aguda (aguadura).
Sin embargo, en los otros lapsos de tiempo, cantidades adecuadas de
agua de buena calidad y palatibilidad deben estar disponibles fácilmente.
Si el caballo bebe antes o después de la alimentación,
no afecta la digestibilidad del alimento, pero sí influencia
su ingesta del mismo. Los caballos sedientos reducirán su consumo
de alimento, o no comerán nada, si el agua no está a su
alcance antes o durante su alimentación.
Alimento completo vs. concentrados
Un alimento completo se provee solo y reemplaza todo el heno y los concentrados
en las dietas equinas. Es alto en fibras y bajo en energía. Puede
ser en pellets o en una mezcla libre. Los pellets son fácilmente
consumidos por los caballos con buena dentadura, en un índice
de 1 - 1.3% de su peso corporal por hora.
Las necesidades nutricionales de la mayoría de los caballos se
lograrán con dos raciones de 1 hora por día.
Sin forraje adicional o pastura, los problemas asociados al aburrimiento
reocurren: masticado de madera, masticado de cola y cólicos.
El problema surgido en Sudáfrica es que los caballos se mantienen
mayormente al descubierto, y sólo se estabulan de noche, mientras
que en Europa, con su clima adverso, los caballos generalmente son estabulados.
Una vez que el caballo se lleva a las pasturas o a pacer y ser alimentado
con heno, la ración completa no aporta más a las necesidades
nutricionales del animal. La proteína y la energía se
diluyen por el cambio en la proporción de forraje: el grano consumido,
y la proporción Ca:P también varía. El dueño
del establo no tiene control sobre lo que los caballos comen.
Un alimento completo puede contener algún tipo de grano, heno
y suplemento. Dependiendo en el uso pretendido, puede contener vitaminas
o minerales y cualquier cosa entre 10 - 70% de grano. Los alimentos
con mayor parte de grano se desea para los caballos de cría,
y los que tienen un contenido bajo en granos, para caballos ociosos
y ponnies.
Un alimento completo peletizado puede ocasionar problemas digestivos
tales como úlceras en caballos jóvenes. Los altos niveles
de gastrina en suero fueron cuantificados en estos animales, con o sin
heno disponible. (Smyth, 1989).
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