La decisión de prohibir el uso de bolsas plásticas desechables, es un paso importante que hemos dado como país para disminuir la contaminación por plásticos en el ambiente.
Siendo esta una acción relevante, sobre todo en términos de contribuir a la educación pública a través de estas señales, también sabemos que el problema es más complejo: los plásticos son materiales que se utilizan en muchos aspectos de la vida moderna. Por ejemplo, un automóvil contiene más de un 60% de su volumen en polímeros plásticos de diversa complejidad. Por lo mismo, sería difícil imaginar el mundo moderno sin este importante material.

Entonces el problema de la contaminación con plásticos es, en general, causado por materiales que se usan sólo una vez. Por ello, el siguiente paso natural en el control del problema es reducir de manera significativa los plásticos de un solo uso. ¿Cuáles son este tipo de plásticos? la mayoría de los envases y embalajes, siendo ahí donde se requiere un cambio significativo, en particular en el sector del retail, donde nuevos materiales biodegradables pueden encontrar una alternativa.

En ese contexto, reemplazar el uso del plástico puede constituir una enorme oportunidad para la innovación y de uso de nuevos materiales desde fuentes naturales. Una decisión compleja debido a razones principalmente de tipo económicas, pues aún es más barato fabricar plástico virgen que reciclarlo, y los costos de producción de los nuevos materiales es, en general, más elevado que producir plásticos a partir de combustibles fósiles.

El tema de la contaminación no es solamente un problema de la gestión de desechos, sino también de cómo se puede transformar la cadena de valor del plástico desde su fabricación. Existen además usos muy relevantes para este material, como por ejemplo los usos médicos, que hoy son muy difíciles de reemplazar en particular debido a sus ventajas de higiene y en la protección en la transmisión de enfermedades, así como también en la protección de la calidad de los alimentos y la seguridad alimentaria.

Entonces es un tema que debe responder también a un cambio de paradigma por parte de la industria, las cadenas de distribución y finalmente en nosotros los consumidores, quienes debemos asumir un rol más activo en la toma de decisiones de consumo. Por ejemplo, eligiendo productos que provengan en envases y embalajes reciclables o con una bio degradabilidad mayor. También prefiriendo aquellos materiales que puedan tener múltiples usos una vez utilizados, y promoviendo los principios de la economía circular.

Los proveedores deben pensar y rediseñar la forma de proteger los productos y servicios cuando llegan al consumidor, y a esto apunta el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) N° 12 sobre producción y consumo responsables. Para ello no basta la buena voluntad de nosotros los consumidores, sino también la obligación de la industria en entregar soluciones más sostenibles a este importante problema ambiental, y del Estado a la hora de promover políticas públicas sustentables.

Dr. Ricardo Barra
Decano Facultad de Ciencias Ambientales
Investigador Centros EULA y CRHIAM
Universidad de Concepción.