El académico Marco Sandoval está al mando de este proyecto Conicyt regional que busca entregar a los agricultores un manual de uso simple para establecer la forma de recuperar un suelo muy degradado, sea por incendios o por sobreexplotación.

Para dar a conocer los avances en la materia, la Facultad de Agronomía organizó un seminario en el que se invitó al investigador de la Universidad de Córdoba, España, José Manuel Recio, a exponer sobre la materia.

Marco Sandoval explicó que este proyecto surgió como inquietud después de los incendios del año 2017. Sus observaciones le permitieron concluir que era fácil determinar el número de hectáreas quemadas y avaluar las pérdidas de cultivo, pero nadie estaba al tanto de qué hacer para recuperar el suelo.

Como ejemplo, señala que algunas de las soluciones del momento fueron aplicar nitrógeno al suelo para aumentar su capacidad fertilizante, en circunstancias que este elemento se encuentra en grandes cantidades en suelos quemados, lo que finalmente perjudica no solo a los cultivos sino que al medio ambiente en general.

Por ello, decidieron, en conjunto con Carla Pérez, de la Unidad de Desarrollo Tecnológico, establecer una metodología que le permita a técnicos y agricultores evaluar de manera sencilla -solo con algunos parámetros básicos y una calculadora- qué necesita un suelo dañado para recuperarse.

“Nuestra metodología indica claramente cómo tomar muestras, cómo interpretar esos valores y un modelo simple, que basta papel y lápiz para definir la calidad del suelo, para poder hacer una propuesta de mejoramiento con los instrumentos que ofrece el Estado, pero ordenados y específicos para cada suelo”, señaló el profesor Sandoval. El proyecto se encuentra en etapa de toma de muestras de suelos intervenidos con esta metodología.

Este trabajo es además apoyado por la Universidad de Córdoba. En ese marco, el académico José Manuel Recio contó la experiencia de recuperación de suelos arenosos tras un incendio en el parque Doñana, en Andalucía. Al respecto, señaló que en su país tampoco existe la metodología que proponen sus pares chilenos y que las autoridades están aprendiendo, con este siniestro, a hacer las evaluaciones específicas para la recuperación de este ecosistema.