En la Facultad de Educación se desarrolló la charla “Identidad profesional y compromiso docente”, de la Dra María Fernanda Lozano. La investigadora presentó los resultados de un estudio cualitativo que indagó en las motivaciones de un grupo de profesores de enseñanza básica de Santiago.

En su estudio, la Doctora de la Universidad de Nottingham, quien también es profesora de Educación Básica, indagó mediante entrevistas las motivaciones, aspiraciones y auto imagen de un grupo de 20 profesores de la Región Metropolitana, de escuelas municipales con alto nivel de vulnerabilidad, tanto de zonas rurales como urbanas.

Tras el análisis de los resultados determinó que existen al menos tres perfiles de profesores: los “guardianes de la infancia”, los “apasionados” y los “político-activistas”.

El primer perfil define a profesores que son una minoría, pero que existen en el sistema. Se sienten solos y poco apoyados, y están contentos con brindar a los estudiantes un lugar seguro donde estar, más que preocupados del proceso de enseñanza. “Aunque tienen gran vocación, su compromiso está más debilitado, muchos de ellos están esperando jubilar y algunos tienen la idea permanente de cambiar de profesión”.

El segundo grupo es la mayoría y corresponde a aquellos profesores que tienen mucha vocación y que han tenido apoyo institucional. “Son cosas pequeñas, como que una secretaria los ayudó a conseguir un bus para salir o que los hayan premiado por su desempeño”. Eso les da motivación para mantener su compromiso, “y para tener también la capacidad de generar redes por el bien de sus alumnos y su comunidad”.

El tercer grupo tiene “sed de cambio y de justicia social. A estos profesores les da lo mismo si tienen o no apoyo, están muy comprometidos, entonces acomodan el currículum a sus intereses y se preocupan que sus clases sean un espacio de pensamiento crítico”. Por lo general, este grupo de docentes participa en actividades sociales fuera del colegio, como activismo en el barrio o en el Colegio de Profesores. “En general, se las arreglan para ser queridos por los estudiantes y la comunidad”, dijo Lozano.

La importancia de estos resultados es que sirven como material para distinguir qué influye en la identidad de un profesor. Puede ser la vocación, el liderazgo de su escuela o la relación con la comunidad. “Estos perfiles ayudan a distinguir a los profesores básicos. Se habla de ellos como si fuera una masa y no lo son. Saber esto es importante en cualquier profesión pero acá es relevante porque estos profesionales modelan el aprendizaje de los niños y por lo mismo, es necesario mirar y cuidar al profesor mucho más”.