A más de un siglo de la incorporación de las mujeres a las universidades chilenas, todavía se enfrentan desafíos: brechas salariales, sub-representación femenina en espacios de decisión y ausencia de políticas enérgicas para la conciliación de trabajo y familia. Así, las universidades terminan desaprovechando la creatividad y capacidad de las mujeres para el desarrollo institucional.

El enfoque de género busca visibilizar patrones culturales que generan y perpetúan desigualdades entre hombres y mujeres, creando conciencia sobre las injusticias en derechos, realización y acceso a cargos de poder. En la Universidad de Concepción se requiere incorporar efectivamente elementos de este enfoque, tanto en formación y gestión, como en convivencia. El año 2016, en la segunda parte de la memoria de la Corporación Universidad de Concepción se informa que en Profesionales y Técnicos existe una brecha salarial de un 19% entre hombres y mujeres. La modernización de la cultura organizacional exige modificar la forma en que se asumen los roles laborales, que suele ubicar a las mujeres en tareas más domésticas (jefas de carrera, secretarias) y a los hombres en roles de autoridad. Se necesita, además, visibilizar la tradicional y desigual distribución de carga entre mujeres y hombres, vinculada a las labores domésticas y de crianza, que muchas veces impacta en la salud física y psicológica de las mujeres, quienes terminan ejerciendo dobles y triples jornadas laborales. Es importante repensar estas cuestiones, que incluyen la estandarización de permisos por enfermedad de hijos mayores de dos años, en aras de lograr conciliar trabajo y familia, y así beneficiar a los miembros de nuestra comunidad que son padres y madres.

En los últimos años, los estudiantes de la Universidad de Concepción han tomado un rol activo en la instalación de temas de equidad de género en la discusión pública, como el acoso y abuso sexual, la necesidad de conciliar estudios y crianza, y el respeto a la diversidad sexual y de género, temas para los cuales han demandado una respuesta institucional. Celebramos la creación de la Dirección de Asuntos de Género, pero consideramos que estas iniciativas deben pensarse desde una perspectiva más amplia, basándose en una evaluación de la situación actual y la definición de objetivos estratégicos de mediano y largo plazo. Sin duda, es necesario reaccionar a la demanda inmediata, pero esto no producirá cambios sustantivos si las acciones no se asientan en un enfoque transversal de la perspectiva de género en todo el quehacer institucional, que incorpore los objetivos de equidad en la docencia, la investigación, la vinculación con el medio, las relaciones humanas y el funcionamiento institucional. Este desafío requiere un compromiso genuino y duradero.

Carlos Saavedra Rubilar
Equipo Rectoría UdeC 2018
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