Alrededor de 40 millones de pesos invirtió la Facultad de Agronomía en la implementación del Laboratorio de Microvinificación, nuevo espacio que cuenta con 150 metros cuadrados para dictar clases, seminarios y conferencias.

Aunque todavía se está a la espera de algunos resultados de iniciativas presentadas a distintos fondos públicos concursables para adquirir equipamiento de vinificación a escala piloto y así prestar servicio a los vinificadores del país, el Laboratorio será ocupado para realizar las actividades prácticas con los alumnos de agronomía de los ramos del área de viticultura y enología, las que se basan en análisis químico de vinos como alcohol, acidez volátil sulfurosos, cenizas, sulfatos, cloruros, entre otras materias.

El Decano de la Facultad de Agronomía, Guillermo Wells, destacó el impacto que tendrá este espacio para el sector productivo. “Hay muchos convenios con Indap, y con pequeños y medianos productores que están elaborando vinos, y en este espacio se podrán realizar capacitaciones y perfeccionamientos para hacer vinos de calidad, trabajo que antes se realizaba en las viñas de cada uno de los interesados o de los integrantes del grupo con los que se trabajaba”, sostuvo.

De acuerdo a lo manifestado por Guillermo Pascual, encargado del Laboratorio, “se tiene contemplado dictar un curso de perfeccionamiento en enología y viticultura de secano para profesionales del área, técnicos y productores”.

En el Laboratorio también se realizarán microvinificaciones para investigación, donde los alumnos podrán desarrollar sus trabajos de tesis para obtener el grado de ingeniero agrónomo.

A la inauguración asistió el Profesor Emérito de la Facultad de Agronomía, Ricardo Merino, quien fue homenajeado, ya que las nuevas dependencias llevan su nombre. “Que se haya denominado al Laboratorio de Microvinificación Profesor Emérito Ricardo Merino para mí es un honor. Deseo testimoniar mi gratitud y reconocimiento a la generosidad de todos mis colegas y directivos por otorgarme tan alta distinción como es poner mi nombre a este laboratorio de enología y viticultura destinado a la práctica y docencia de nuestros estudiantes, y a la capacitación de nuestros agricultores”, afirmó el académico.

Francisca Olave